Con motivo del Día Internacional de la mujer trabajadora que celebramos hoy, 8
de Marzo, Lawyerpress inicia un ciclo de entrevistas con las mujeres
protagonistas en el derecho. Presentaremos a lo largo de las próximas semanas
mujeres en puestos destacados en despachos, Colegios y judicatura que nos
contarán su opinión en relación a tema como techo de cristal, cuotas,
conciliación y organización personal.
Victoria Ortega nos recibe en su despacho en el Consejo General de la Abogacía,
que preside desde Enero como primera mujer al frente de la abogacía española.
Conversamos con ella sobre el futuro de la abogacía y sobre todo sobre el papel
de la mujer en ésta profesión sin horarios.
Lawyerpress
(LP):
¿Cómo ve el futuro de la abogacía, frente a las tendencias que nos marcan
algunos gruís sobre el futuro de la profesión de la abogacía con la innovación
tecnológica como fondo?
Victoria Ortega
(VO):
La aplicación de la tecnología a la profesión es algo inevitable y me parece
tremendamente positivo. No nos podemos negar al avance tecnológico. El debate
sobre si las maquinas quitan trabajo es muy antiguo. Lo que yo creo es que
facilitan el trabajo. Lo que tenemos que hacer es adecuarnos a una nueva forma
de trabajo.
Podemos cambiar las formas, el tratamiento, de uno más manual a uno más
tecnológico, vamos a pasar de los despachos con sedes físicas a la existencia en
la nube. Serán formas distintas de trabajar, pero lo que es la esencia misma de
la abogacía, su principio de la defensa seguirá igual.
LP: También hay
una tendencia a la liberalización de la profesión. Oriol Rusca, nos habló en una
reciente entrevista de los poderes que empujan hacía una mayor liberalización en
Europa.
VO:
Oriol sabe mucho de éste tema porque ha trabajado mucho sobre él. En España no
estamos en esta senda que me describe, pero el temor existe. Por eso hablamos en
relación a la ley de colegios y de servicios que en su momento surgió y que
luego con el final de la legislatura quedó paralizado.
Pero tenemos el absoluto convencimiento de cuando la legislatura continúe va a
volver a surgir. Por eso vamos a procurar que quede un texto y una regulación en
condiciones. Preservar la profesión de algún tipo de tentación de lo que
describe es fundamental. Y sabremos hacerlo.
LP: Parece que
algunos tratados internacionales como el TTIP pueden marcar éste camino.
VO:
Vamos a trabajar para esto no ocurra, porque sabemos que el riesgo existe. Oriol
Rusca, en nombre del CGAE, como antes mencionamos, esta encima de ello. Lo vamos
a conseguir, porque el ciudadano valora lo que es el ejercicio de la abogacía,
valora lo que es el ejercicio de su propia defensa.
LP:
Ccon su llegada a la presidencia del Consejo, en Lawyerpress titulamos que se
había roto el techo de cristal. Ahora tenemos ocho decanas en el consejo. La voz
femenina en el Consejo va a estar más clara. ¿Habrá por parte del CGAE más
reivindicaciones sobre el papel de la mujer en la Justicia, en el Derecho y en
la abogacía?
VO:
Vamos a verlo o, mejor dicho, vamos a continuar viéndolo porque en el Consejo se
ha hecho siempre. Porque también nuestros compañeros, no solo nosotras, tienen
esta sensibilidad y creen absolutamente necesaria la igualdad entre hombres y
mujeres en ámbitos de dirección. En el Consejo no se plantea como una
reivindicación femenina si no como una reivindicación por parte de todos.
LP:
Existe un debate constante alrededor de cómo conseguir que esta igualdad sea
efectiva: las cuotas. En algunos países ya existen, como por ejemplo en
Alemania, para la presencia de las mujeres en los cargos directivos de las
grandes empresas. ¿Qué postura defiende usted al respecto?
VO:
Creo que la valía personal es exactamente igual la de hombres y mujeres. Lo que
sucede es que, a igualdad de valía, las mujeres no han podido ocupar esos
puestos a los que nos estamos refiriendo. Ahí es cuando debe operar, desde mi
punto de vista, la discriminación positiva de las cuotas. Lo que no se ha hecho
por la fuerza natural de las cosas, por la pura lógica, por el puro sentido
común, de alguna forma hay que regularlo para que efectivamente se llegue a esa
realidad. Sí que hay que hacer ese ejercicio de discriminación. Y llegará un
momento en el que la igualdad sea espontánea, que es a lo que aspiramos.
LP:
¿Y respecto a la conciliación? Es otro de los grandes problemas que siguen
pendientes. Cuando hablamos sobre todo con abogadas jóvenes nos comentan la
imposibilidad de competir con sus colegas masculinos. ¿Cómo piensa impulsar la
conciliación desde el CGAE?
VO:
Está claro que se debe avanzar en la conciliación. Pero una de las primeras
medidas debería ser la concienciación de que la conciliación es una cuestión de
la pareja. No tenemos que concebir la conciliación como una cuestión exclusiva
de las mujeres. Me parece un planteamiento familiar, de la pareja, y no
identificarlo exclusivamente como un problema o una necesidad de la mujer. Es la
sociedad en su conjunto quien tiene que hacerle frente.
LP:
¿La abogacía es un sector especialmente complicado para conciliar o no más
que otras actividades profesionales?
VO:
Desde el momento que no tenemos horarios, eso ya es una complicación. Pero sin
duda, también se podría hacer.
LP:
Se acaba de crear la Asociación de Mujeres Juezas de España. El papel de la
mujer en la Justicia, ¿dónde lo situaría? Sabemos que hay muchas mujeres en las
oposiciones a jueces pero su presencia se reduce a medida que ascendemos en el
escalafón.
VO:
Sí, sucede exactamente igual que en otros ámbitos profesionales. En la base de
la judicatura hay más mujeres que hombres en este momento pero que yo sepa
presidenta del Tribunal Supremo no ha habido ninguna en la historia, por más que
nos remontemos. Igual en la Universidad: en las clases de Derecho hay muchas más
mujeres pero rectoras, en este momento, debe haber una o dos. Es un poco como si
nos exigiera un plus, parece que hay que demostrar más que ellos.
LP: Vamos a
romper un poco la institucionalidad de la entrevista con lo que llamamos
‘Cuestionario Proust’, cinco preguntas cortas para conocer un poco más la
personalidad de Victoria Ortega.
Libro de
cabecera:
Veinte poemas de amor, de Pablo Neruda
Película
favorita:
El ladrón de bicicleta, de Vittorio de Sica
Si no fuese
abogada, ¿a qué se dedicaría?: al cine
El defecto que
menos soporta:
la traición
La virtud que
más admira:
la lealtad
Qué figura
histórica le hubiera gustado ser: Leonardo da Vinci