Cerca de dos
años lleva nuestro protagonista en el despacho multinacional Ashurst como Of
Counsel y responsable del área de derecho tic del mismo. Letrado de las Cortes y
Profesor visitante de Derecho y Gobierno de
Internet en el College of William & Mary (Virginia, Estados Unidos), Pablo
García Mexía es uno de nuestros abogados más reputados en esta práctica. Un
profesional con las ideas claras sobre los cambios que ha vivido nuestra
sociedad y nuestro derecho en los últimos años. En este II Congreso
Internacional de la Abogacía Digital que organiza ENATIC tendrá la oportunidad
de glosar la intervención de Antonio Garrigues, presidente honorario de la firma
que lleva su apellido y del que afirma, con total acierto, que ha sido un
visionario y un hombre adelantado a su tiempo, tanto a nivel de crear el mayor
despacho europeo como de apostar por las tecnologías y durante varios años
impulsar el Foro de las Evidencias Electrónicas, uno de los eventos más
esperados por tecnólogos y expertos en derecho y comunicaciones. Desde su punto
de vista la necesidad de una convergencia entre el modelo americano y el europeo
de privacidad es más que necesario, según nuestro interlocutor: “Hay que
decir que el Reglamento Europeo de Protección de Datos próximo tiene elementos
muy valiosos, el principal que ha sabido aglutinar las diferentes maneras de
percibir la privacidad que hay en muchos países de la UE. Dicho esto creo que
estamos llamados a converger ambos modelos de privacidad que están a ambos lados
del Atlántico.”
¿En qué momento
llega este II Congreso que organiza ENATIC?
Podemos hablar de una encrucijada absoluta donde los avances tecnológicos son
cada vez más fugaces y el Derecho no puede llegar a regularlos. No habíamos
terminado de hablar de Big Data cuando ya se ha desarrollado todo lo que tiene
que ver con la robótica y la propia inteligencia artificial.
Estos son avances que aparecieron hace cincuenta años pero que están teniendo
frutos tangibles ahora y son socialmente perceptibles ahora. Son años de gran
interés para todos los expertos en tecnología y juristas, como puede ver.
Nuestro trabajo, el de los abogados especializados en derecho tic, se asemeja a
un videojuego legal si me apura. Cada marciano o juego en forma de novedad
tecnológica no sabe el abogado cómo afrontarlo y cuando aparecerá el siguiente.
De estos retos,
Internet de las cosas, Big Data o drones, ¿cuál es el más complejo de asumir por
los juristas?
Estos y otros avances tecnológicos están perfectamente relacionados entre sí. Y
todos a su vez pueden resumirse en una palabra que ya advirtió hace veinte años
un profesional responsable del Mediolab de Massachusets, Nicolas Negroponte. El
hablaba ya en aquella época de convergencia, concepto que lo aglutina todo.Dicha
convergencia tecnológica hace veinte años empezó a fusionar ámbitos que
generaron el espectro multimedia.
Este elemento multimedia con el paso del tiempo se ha ido transformando en otras
manifestaciones recientes, algunas de las cuales acaba de mencionar en su
pregunta, como el Internet de las Cosas, Big Data; el cloud computing y un
factor clave que es el mobile, otro rasgo del Internet actual donde los
dispositivos son cada vez menores de tamaño.
Quizás lo más reciente es lo relacionado con la inteligencia artificial que
empieza a dar sus frutos a nivel social y desde la robótica.
“Las reformas penales y de la Lecrim últimas son acertadas: hay regulación expresa de tipos contra el yihadismo. En España somos muy conscientes de la necesidad de salvaguardar los derechos a pesar de tener que combatir amenazas de este tipo.” |
A este respecto
¿hay que temer a tecnologías como Watson, presente en este Congreso de ENATIC de
cara a que pueda usurpar funciones de los propios abogados?
Este es un reto enormemente interesante. Hay que darse cuenta que este tipo de
tecnología o parecida está ya afectado a diferentes sectores sociales. La
robótica nos afecta a todos, también al sector legal y debemos ver la forma de
convivir con ella. Tenemos que tener claro que ha llegado para quedarse; se
trata de sacarle toda su potencialidad y también que nos ayude a reforzar
nuestra propia actividad.
Hablaba de
convergencia tecnológica, a nivel de privacidad. Hay dos modelos ahora muy
diferentes; el europeo más restrictivo frente al norteamericano. ¿Es posible que
con el futuro Reglamento Europeo de Protección de Datos se llegue a otra
convergencia?
Hay que decir que el Reglamento tiene elementos muy valiosos, el principal que
ha sabido aglutinar las diferentes maneras de percibir la privacidad que hay en
muchos países de la UE. Dicho esto creo que estamos llamados a converger ambos
modelos que usted citaba, cuanto antes y cuanto más posible entre los dos lados
del Atlántico.
En los dos últimos años, las sentencias más recientes del TJUE no han sido muy
sensibles a la comunidad de intereses que pudiera haber entre EEUU y Europa. Es
el caso de Safe Harbor, por citarle alguna. Hay que darse cuenta que ambos
lados del Atlántico se defienden intereses comunes y sobre todo una visión del
mundo y del Estado de Derecho.
Caso de llegar a
esa convergencia, ¿qué modelo sería el predominante de los dos que existen en
estos momentos?
Es una buena pregunta la que formula. Si se llegase a ese acuerdo estratégico
del que estamos hablando entre Europa y EEUU, posiblemente Europa tendría que
hacer un esfuerzo
y apostar por un enfoque de la privacidad menos reglamentista y más sensible a
cuestiones como la libertad de expresión.
Y desde EEUU mayor sensibilidad a un derecho que hasta ahora se ha visto como
algo secundario como era la privacidad, ahora el legislador americano advierte
de su importancia. De hecho tras Wikileaks, la administración Obama tomó cartas
sobre el asunto impulsando un paquete legislativo importante a principios de
julio que creo no se ha tenido muy en cuenta en este lado del Atlántico. De
hecho la noción del derecho a ser dejado en paz, es un concepto norteamericano
que entronca con 1890 y con anterioridad en la 4º Enmienda constitucional de
finales del siglo XVIII,
como antecedente del actual concepto de privacidad
Sin embargo,
Europa afronta ahora también el desafío yihadista, donde algunos colegas suyos
temen que la seguridad pueda ahogar a nuestros derechos fundamentales.
La amenaza yihadista cambia el paradigma actual y tenemos que enfrentarnos a
ella. Creo que deja la palabra terrorista tal y como la conocíamos corta por
todo lo que han hecho hasta ahora. Es evidente que requiere de reacciones
específicas y acciones más agresivas desde el punto de vista legal. No creo que
dé al traste con nuestras libertades actuales, conquistadas hace muchos años.
En EEUU ya están haciendo frente a esta lacra y poniendo medios para que
nuestras libertades y derechos fundamentales no sufran en exceso. En Europa, la
reacción empieza ahora como es el caso de Francia donde se han tomado medidas
graves de excepción. Hay, por así decirlo, desde esta perspectiva, otro
acercamiento producido por el yihadismo entre el modo de actuar de Europa y el
de EEUU. En este contexto, la ciberseguridad es parte clave de la seguridad
actual.
La reforma
española del Código Penal ha ido en esa dirección. ¿Ha sido un acierto,
entonces?
Creo que se ha tomado el camino adecuado en este sentido. En nuestro caso
nuestra Ley del 2007 han considerado los jueces que es más garantista que la
propia Directiva en si. En España somos muy conscientes la necesidad de
salvaguardar los derechos a pesar de tener que combatir amenazas de este tipo.
Nuestro país ya ha sufrido por el terrorismo y sabe cómo enfrentarse al mismo.
Podemos ser un modelo para otras naciones de cómo enfrentarnos a estas amenazas.
Creo que la respuesta penal ha sido la adecuada con la reforma y muy
contundente.
Esta reforma ha
venido acompañada de una reforma del proceso penal donde se autorizan por vez
primera la interceptación de las comunicaciones electrónicas, con control
judicial.
Esta es una reforma reciente que acaba de entrar en vigor hace apenas dos días.
Creo que es suficientemente respetuosa de los derechos fundamentales que, a la
vez, hace frente a avances tecnológicos claves que utilizan los
ciberdelincuentes o el crimen organizado.
Las Fuerzas de
Seguridad en algunas ocasiones se han quejado de la premiosidad de los jueces a
la hora de autorizar diferentes medidas excepcionales.
Es difícil enjuiciar a quienes juzgan. Todos sabemos el trabajo que soportan los
jueces con muy pocos medios en nuestro país. Dicho esto le diré que creo
firmemente en la independencia de los jueces de nuestro país, que lo demuestran
día tras día. Por otro lado, hay que darse cuenta que tienen los instrumentos
que les dan las leyes, muy poco pueden innovar en este terreno.
Lo que sí está claro es que con los avances procesales y penales que se han
puesto a disposición de la judicatura ayudarán a evitar esas trabas legales que
usted comentaba en su pregunta. Creo que ahora que ninguna investigación se
quedará en un cajón con los cambios que se han introducido. De hecho nadie duda
la rapidez con la que trabajan los criminales, alguna vez he hablado del término
“crime intelligence”, similar a aquel otro que conocemos “business intelligence”,
más conocido
Que nuestros
jueces entren en el mundo digital supone un esfuerzo adicional de formación que
se debe hacer para ellos.
Sin lugar a dudas. Es fundamental que se haga para que ellos entiendan la
problemática de muchos asuntos que les llegan. Hay que darse que el mundo hoy
en dia es digital. Ya lo dice la ONU en uno de sus informes que para el 2020 no
habrá procesos en los que no exista alguna evidencia digital en alguna de las
partes. Con esa mejora de formación muchas de las reticencias de los jueces en
las pruebas digitales desaparecerían.
Ya por último,
sobre ENATIC, asociación a la que pertenece, ¿qué puede decirnos?
Sin lugar a dudas es la asociación líder del sector y lo ha demostrado en estos
cinco años. Es una institución relevante, que tiene un futuro importante por
delante.
De hecho el abogado tic ya no solo es importante en cualquier organización, por
su transversalidad con otras jurisdicciones, sino que han aparecido
especializaciones más específicas. Ahora hay que hablar de hiperespecialización
como ha pasado con la robótica o inteligencia artificial lo que nos obliga a esa
especialización que usted comenta y que apenas ha empezado a realizarse.