Veintiséis
millones de euros invertidos en un edificio de más de 12.000 metros cuadrados lo
que hace crecer su superficie en un 56 por cien respecto al edificio anterior,
la nueva sede de la Audiencia Nacional fue ayer visitada por la mayor parte de
los operadores jurídicos en un acto en el que siendo anfitrión José Ramón
Navarro, su presidente, congregó al propio Ministro Rafael Catalá, a la FGE,
Consuelo Madrigal y a la plana mayor de fiscales y magistrados de la Audiencia
Nacional como Enrique López, Eloy Velasco o José de la Mata. También vimos a
varios vocales del CGPJ, como Mar Cabrejas y Juan Manuel Fernández que
pertenecen a la permanente. La nota curiosa la planteó el anterior ministro de
Justicia Alberto Ruiz-Gallardón quien acudió a este acto acompañado por parte de
los que fueran su equipo, Fernando Román y Juan Bravo, exsecretario de Estado y
subsecretario de Justicia. Los periodistas, al finalizar el acto gracias a la
labor de Maite Cunchillos, su jefa de prensa, pudimos visitar las nuevas
dependencias de la Audiencia y el bunker, el lugar destinado a los periodistas
desde el cual podremos seguir via pantalla varios juicios a la vez. Hoy en el
Ministerio tendrá lugar la presentación de la Oficina de Recuperación y Gestión
de Activos con la presencia del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy.
Transparencia y modernidad, dos elementos de este coqueto edificio nuevo de la
Audiencia Nacional, fueron elegidos en su exposición por Rafael Catalá, Ministro
de Justicia para comparar la nueva obra de este tribunal con lo que espera que
sea nuestra justicia a medio plazo. La que llama se llama Plaza de la Justicia,
terreno y espacio común en el que se encuentra el Tribunal Supremo y ahora la
Audiencia Nacional, ya está operativo para poder albergar a todos los
profesionales que trabajan en esta institución.
El propio Catalá señaló durante la inauguración de las nuevas dependencias de
la Audiencia Nacional que ésta se ha convertido en “un espacio adaptado a las
necesidades que marcan las leyes procesales, un edificio digno y adecuado para
prestar el servicio público que los ciudadanos esperan de la Justicia”, tras
este periodo de obras de ampliación y rehabilitación. Desde su punto de vista el
edificio ha mejorado en prevención de riesgos laborales y también en materia de
seguridad.
La reforma de este órgano judicial ha supuesto un presupuesto global superior a
los 26 millones de euros, de los que 24,5 corresponden a obra civil, elementos
de seguridad y urbanización, y el 1,8 restante al equipamiento del edificio. La
antigua sede judicial ubicada en la calle García Gutiérrez que contaba con 9.600
m2 se ha ampliado ahora hasta los 11.500 m2, a los que se añaden 3.500 m2 más
construidos en otro bloque en el subsuelo de la Plaza de la Villa de París,
ambos unidos por un túnel subterráneo. La superficie inicial incrementa así su
espacio en un 56%.
Catalá recordó que las modernas sedes judiciales deben adaptarse a las
necesidades que marcan las leyes procesales y la experiencia de los
profesionales que las usan cada día. Por ello, como ejemplo, ha señalado que una
vez aprobado el Estatuto de la Víctima, se ha evitado la segunda victimización
que se produce al enfrentar a los justiciables con sus víctimas en los pasillos
de los juzgados. Así, la separación de los accesos y la circulación de las
víctimas, testigos, público en general, abogados y detenidos se ha articulado de
forma adecuada en este edificio.
Ejemplo de
justicia sin papel
La nueva Audiencia Nacional es ejemplo de uno de los objetivos prioritarios de
esta legislatura, la Justicia sin papel, gracias a la implantación del
expediente judicial electrónico que garantiza el funcionamiento digital. Esto ya
es una realidad en la Sala de lo Contencioso-Administrativo, lo que ha permitido
ahorrar 5,5 millones de euros en los 18.400 asuntos incoados durante este año,
un 70% menos del consumo de papel y una significativa reducción de tiempos de
hasta un 52% en algunos procedimientos.
Este innovador proyecto de reforma ha cuidado especialmente la estética de los
dos bloques en relación a las calles adyacentes y la arquitectura propia de la
zona donde se ubica. Como respuesta al compromiso adquirido con el Ayuntamiento
de Madrid, la unión de las dos partes del parque de la Villa de París ha
permitido liberar una gran extensión antes dedicada a la circulación de
vehículos para hacerla peatonal y recuperar así para los madrileños una
superficie superior a la de la Plaza Mayor de la capital.
Los órganos que tienen sus dependencias en esta sede, además de la Presidencia
de la Audiencia Nacional, son los seis Juzgados Centrales de Instrucción, el
Juzgado Central de lo Penal y las cuatro secciones de la Sala de lo Penal y Sala
de Apelación. En las plantas superiores se encuentran la Fiscalía Especial
Antidroga y la Fiscalía de la Audiencia Nacional. En las plantas bajas se ubican
los servicios comunes, el archivo, las dependencias policiales, Instituciones
Penitenciarias y el Instituto de Medicina Legal. El proyecto ya contempla la
Oficina Judicial, esencial para lograr la modernización de la Administración de
Justicia. Además se dota al edificio de salas y zona de prensa con los medios
necesarios para facilitar el trabajo de los periodistas.
A partir de ahora la totalidad del trabajo que realiza la Audiencia Nacional
podrá desarrollarse en su propio edificio sin desplazamientos adicionales ya que
las dos nuevas Salas de vistas y las Salas de declaración con las que cuentan
cada uno de los Juzgados Centrales evitarán tener que acudir a la sede de San
Fernando de Henares.
La aplicación de la lógica propia del funcionamiento de un tribunal racionaliza
el sistema de desplazamiento de presos y detenidos que ya no tendrán que
ingresar en el edificio principal. Los aspectos propios de la seguridad de una
sede judicial tan importante también experimentan una mejora considerable ya que
los detenidos, que antes accedían por la calle Orellana, ahora lo harán a través
de un túnel subterráneo.