Apenas lleva dos
semanas impulsando su proyecto profesional tras su estancia en Cuatrecasas,
Gonçalves Pereira donde estuvo cerca de cuatro años como director del área de
propiedad intelectual. Blas González, magistrado en excedencia, profesional de
reconocido prestigio en materia concursal y de propiedad intelectual, ha
decidido poner en marcha su proyecto profesional propio. Una boutique
especializada en litigación que abordará causas complejas como especialista que
es. Hablamos de un jurista muy conocido en estas prácticas concursales y de
propiedad intelectual, un auténtico especialista en dos materias claves de la
actividad económica donde los pleitos son complejos y bien remunerados. Blas
González Abogados es ya una boutique de litigación, en marcha desde hace un par
de semanas. En los últimos meses se han producido también otras salidas del
citado despacho: Jesús Mardomingo se fue a Dentons a liderar el área de banking;
Fernando Navarro a Ashurst para reforzar dicha práctica; Jaume Llopis, como
director general corporativo de ACS Brasil y la salida de Javier Aparicio, socio
de nuevas tecnología de la firma, tras pactar su salida después de que éste
demandase a la firma española según publicó Expansión recientemente.
Reconoce que está muy ilusionado con esta aventura empresarial y que poco podía
predecir hace años, cuando militaba en la carrera judicial, de este cambio tan
importante. Nuestro protagonista es magistrado de la primera promoción mercantil
que salió de aquel año 2004. De ahí su paso por la Audiencia Provincial de
Barcelona, en su sección quince, y por el Juzgado Mercantil de Granada, sede de
todos los pleitos de patentes y marca de Andalucía “donde he desarrollado dos
actividades muy específicas, como son el derecho mercantil en su vertiente de
propiedad intelectual y el área concursal societario”, indica. Nadie puede
olvidar que de esa sección quince se dio un impulso importante a la Ley
Concursal primera, siendo uno de los tribunales más prestigiosos de esa
práctica.
La nueva firma que crea Blas González se centra en la ultraespecialización en procedimientos complejos concursales y en la defensa de la propiedad industrial de patentes farmacéuticas |
Nuestro interlocutor reconoce que fue el propio Emilio Cuatrecasas quien
intercedió para que fichara por el despacho español a mediados del 2012. “Creo
que fue un enamoramiento mutuo del que salió la relación profesional que hemos
mantenido hasta hace unas semanas”, apunta. En ese tiempo, Blas González
aprendió mucho de gestión de despachos y de trato con el cliente en la llamada
abogacía de los negocios. “La experiencia ha sido muy buena y la salida pactada
de común acuerdo para las dos partes”, subraya. Y es que tras el aprendizaje a
nivel de abogado, advirtió que tenía un hueco en el mercado y empresas de primer
fila dispuestos a seguirle en esta nueva aventura empresarial. “Arranco ya mi
boutique de litigación con diferentes clientes que confían en mi experiencia
como experto en materia concursal y de propiedad intelectual”, recalca.
Blas González Abogados, como firma legal ya está funcionando desde hace un par
de semanas. “No vamos a crear una gran estructura, la idea es ser una boutique
de litigación mercantil. Y es que una de las cosas que he aprendido a lo largo
de mi carrera profesional es que no puedes ser bueno en todo”, subraya González.
Reconoce que es competitivo en el campo de la litigación al conocer muy bien el
derecho procesal del país y lo que es la litigación. “Esta especialización ha
hecho que grandes firmas del IBEX 35 hayan confiado en mí para que les asesore
en las materias citadas”, indica. A nivel concursal, su idea es la de defender
la posición concursal de estas empresas, casi siempre acreedores en los propios
concursal, a nivel nacional. “Eso va a hacer que a corto plazo busquemos
acuerdo estratégicos con otras firmas para dar ese servicio en toda España,
aunque la dirección del cliente la llevemos nosotros.”. Junto a ello, la otra
parte del trabajo en concursal, será la asunción de litigios complejos: piezas
de calificación concursal, acciones requisorias o pleitos societarios
especialmente complejos. “Puedes llegar a convertirte incluso en abogado de
abogados por tu especialidad”, señala.
Romper una lanza
por administradores concursales
A este jurista aprovechamos la oportunidad para que nos dé su visión sobre el
panorama concursal. Ahora hay sobre la mesa un Reglamento que regule la figura
del propio administrador concursal que ha generado cierta polémica: “Ya he
comentado mi punto de vista recientemente en una conferencia que impartí en
CUNEF. El Reglamento es necesario y las ideas del legislador de revisar el
sistema de nombramientos y la retribución de los administradores concursales me
parecen oportunas. Sin embargo creo que la administración concursal necesita
que se la reivindique por el papel que juegan en los concursos. La mayor parte
de ellos han trabajado muy bien y han sido víctimas de errores de unos pocos.”
Para este experto muchas de las veintitrés reformas que ha tenido nuestra Ley
Concursal desde su aprobación son lógicas “aunque han dado lugar a un universo
configurado por decretos leyes y leyes de confirmación que han sumido a la
legislación concursal en un auténtico caos”. En este escenario, hubo momentos
donde nadie sabía que legislación era la vigente.
González observa el panorama concursal con cierta prudencia. Advierte que no
volveremos a los niveles de concursos de antes de la crisis “seguirá creciendo
la cifra de concursos pero a un nivel más moderado”, insiste. Desde su punto de
vista el mundo concursal ha tenido el problema de la falta de cultura para
arraigar en nuestra sociedad. Sobre la mediación concursal reconoce sus
expectativas como figura de mecanismo de autocomposición pero de momento no ha
funcionado como se pensaba. “La mediación es una buena idea por concepto pero no
está dentro de los hábitos del empresario y del tratamiento de la insolvencia”,
señala. Desde su punto de vista, se necesitará tiempo para que cale dentro de la
cultura empresarial de nuestro país, tanto a nivel empresarial como en el
terreno de las insolvencias. “Regular a nivel penal las insolvencias punibles no
ha sido lo más adecuado. Me parece muy peligrosa la línea legislativa de
adelantar las barreras penales y el uso excesivo del Código Penal. No creo que
la defensa de los acreedores deba pasar por la normativa penal, salvo en casos
muy específicos.”
Sobre Blas González Abogados le preguntamos a su impulsor cuál va a ser el valor
añadido de esta nueva firma legal que pretende hacerse un hueco desde la
especialización en la abogacía de los negocios: “Hablamos de que apostamos por
la litigación como core business, concepto que es diferenciador, sin duda.
Ayudamos a los abogados in house a litigar incluso en situaciones en que no lo
puedan hacer ellos mismos. Creo que también mi procedencia judicial y
experiencia en estas materias es importante de cara a conocer cómo van a
funcionar los tribunales en estos temas. Al mismo tiempo el expertise que
tenemos en ambas materias creo que está fuera de toda duda”, subraya. Y es que
Blas González es una voz autorizada a nivel nacional e internacional en estas
prácticas de las que hablamos. “Creo que hay un nicho diferente en el derecho
concursal que no es tanto la administración concursal como el volumen, sino la
ultraespecialización en procedimientos complejos, con expertos que conozcan bien
el tema”, indica.
El proyecto que acaba de arrancar tiene a Blas, como cabeza visible apoyado por
tres abogados. “No necesitamos una gran estructura para actuar, como antes le
comenté. Los asuntos muy complejos, como los piezas de calificación y otros
similares, esos los asumiré personalmente. El asesoramiento a las empresas se va
a hacer también desde aquí aunque tengamos en el resto del territorio nacional
el apoyo de otros bufetes”, explica. Sobre su especialización en propiedad
intelectual, nuestro entrevistado resalta que más que el derecho de autor o la
lucha contra la piratería que tiene una frontera con el derecho penal, “ vamos a
abordar los asuntos relacionados con el derecho de marca y el de patente,
especialmente en el terreno de la patente farmacéutica”, indica. La defensa de
la propiedad industrial del propietario de la patente será uno de los ejes de
negocio. “Es un mundo apasionante para los tiempos que corren sabiendo la
problemática que hay entre el TJUE y la patente comunitaria, donde se vive un
momento histórico donde España se ha quedado descolgada y aún no se ha adherido
al Tratado de la Patente Unitaria”.