Mientras
la
mediación
busca
su
forma
de
desarrollarse
en
nuestro
país
para
encontrar
el
sitio
que
le
corresponde,
profesionales
como
Roberto
Granizo,
procurador
en
la
vida
diaria,
decidió
introducirse
en
la
intermediación
hipotecaria,
un
asunto
de
amplio
calado
social
donde
la
relación
entre
el
deudor
y la
entidad
financiera
no
es
muy
equilibrada.
“En
aquellos
años
de
inicio
de
la
crisis,
mi
contacto
con
el
magistrado
Fernández
Seijo
muy
vinculado
a
estos
temas,
me
hizo
percibir
la
sensación
que
había
que
trabajar
duro
en
este
terreno.
Aquellas
Oficinas
de
Intermediación
hipotecaria
han
hecho
un
gran
trabajo”,
afirma.
De
hecho
en
el
2012
surge
el
Instituto
de
Mediación
Hipotecaria
“Creemos
firmemente
en
la
resolución
de
conflictos
por
vía
extrajudicial
en
este
terreno
y
disponemos
de
un
listado
de
mediadores
que
conocen
muy
bien
la
legislación
hipotecaria”.
Para
este
jurista,
la
especialización
es
algo
clave
en
la
mediación
“porque
da
confianza
a
las
partes
que
se
encuentran
en
un
mundo
que
no
conocen.”
Un
acuerdo
a
tiempo
puede
evitar
que
el
deudor
acabe
en
la
calle
y
que
la
entidad
bancaria
tenga
que
asumir
los
costes
de
un
inmueble
vacio.
“Nuestros
mediadores
siempre
lo
comentan
en
la
sesión
informativa,
que
es
necesario
que
lleguen
a un
acuerdo.
Hay
que
darse
cuenta
además
que
un
procedimiento
judicial
supera
los
3500
euros
y
que
en
el
tiempo
puede
superar
los
dos
años
más
la
ejecución
de
la
sentencia,
otros
ocho
meses.
Este
es
un
negocio
nefasto
para
los
bancos
aunque
no
colaboran
mucho
en
el
desarrollo
de
la
mediación”,
afirma.
Granizo.
A lo
largo
de
la
citada
mediación,
el
mediador
trata
de
buscar
ese
punto
de
encuentro
entre
ambas
partes
y
buscar
medidas
correctoras
que
enderecen
la
situación
y
eviten
que
el
deudor
pierda
su
casa
“Hablamos
de
medidas
correctoras
que
pueden
venir
respaldadas
por
planes
de
pago
que
ayuden
a
mejorar
esa
situación
en
ese
momento
compleja·”
La
mediación
cuesta
400
euros
y
habitualmente
las
partes
la
abonan
de
forma
conjunta.
Las
sesiones,
con
el
consentimiento
de
las
partes,
se
graban
en
audio
y
video
para
que
no
se
escape
ningún
detalle
al
propio
mediador
de
lo
que
allí
se
dice.
En
situaciones
de
este
tipo,
es
habitual
que
el
mediador
trabaje
de
forma
conjunta
con
otros
profesionales,
psicólogos,
expertos
en
PNL
o
coaching
ayudan
a
rebajar
las
tensiones
y a
que
se
vea
la
solución
a
este
tipo
de
cuestiones.
“En
países
como
EEUU
también
se
complementan
estas
prácticas
con
sesiones
de
reiki
que
ofrecen
vibraciones
positivas
a
los
que
participan
en
dichas
sesiones,
aquí
en
nuestra
entidad
de
mediación
empezamos
a
realizar
esta
práctica
en
algunas
situaciones.
Ayuda
a
descargar
la
agresividad
y la
negatividad
de
las
partes”,
advierte
nuestro
interlocutor.
Otro
elemento
que
nos
señala
es
que
el 7
por
ciento
del
total
de
cada
mediación
cobrada
el
propio
Institución
de
Mediación
Hipotecaria
lo
revierte
a
fines
de
acción
social.
“Hasta
ahora
la
colaboración
con
los
bancos
no
es
la
que
debiera.
Sin
embargo,
cuando
acuden
a la
sesión
informativa
y
conocen
el
plantel
de
mediadores,
en
muchas
ocasiones
cambian
su
percepción
sobre
la
mediación”,
destaca.
De
todas
formas,
esta
entidad
siempre
expide
un
certificado
al
deudor
en
donde
deja
claro
que
ha
intentando
la
mediación,
cuestión
que
en
varias
ocasiones
los
jueces
lo
tienen
muy
en
cuenta.
Sobre
la
mediación,
en
cuestión
su
funcionamiento
es
simple.
Se
trata
de
un
proceso
totalmente
voluntario.
Por
ello,
se
convoca
una
primera
reunión
informativa
con
las
partes,
donde
se
les
explica
el
proceso,
el
objetivo
y la
manera
de
funcionar.
Si
aceptan
la
mediación,
esta
se
completa
en
aproximadamente
cuatro
sesiones
en
las
que,
de
manera
paulatina,
se
van
acercando
las
posturas.
Respecto
a
las
sesiones
de
mediación,
Granizo
señala
que
“se
trata
de
reuniones
en
las
que
están
presentes
tanto
el
deudor
como
el
acreedor
y el
mediador.
El
objetivo
es
poner
en
común
las
propuestas
de
partida
de
cada
una
de
las
partes
y, a
través
de
la
intervención
del
mediador,
ir
acercando
posturas.
Para
ello,
el
mediador
fomentará
el
diálogo
y el
entendimiento
mediante
diferentes
técnicas.
Lo
cierto
es
que
si
alguna
de
las
partes
no
tiene
deseos
de
cambiar
su
postura,
la
mediación
no
tendrá
ningún
efecto.”
En
caso
de
que
no
se
encuentre
una
solución
consensuada
que
satisfaga
a
las
dos
partes,
la
ejecución
hipotecaria
(si
la
hubiese
seguiría
adelante).
“No
obstante,
son
muy
pocos
los
casos
que
no
se
han
resuelto
satisfactoriamente
para
ambas
partes
mediante
la
intervención
del
Instituto
de
Mediación
Hipotecaria,”
destaca. |