Emilio,
el
mundo
de
la
abogacía
está
afrontando
muchos
retos
y
entre
ellos
el
tecnológico
y el
de
la
filosofía
del
“New
Law”.
¿Cómo
se
ve
el
entorno
desde
la
“cocina”
de
una
de
las
firmas
líderes
en
Europa?
La
tecnología
está
revolucionando
nuestro
sector,
especialmente
en
todo
lo
relacionado
con
el
“Big
Data”,
la
inteligencia
artificial
y
los
sistemas
cognitivos.
El
uso
de
estas
tecnologías
y
sistemas
permitirán
que
las
firmas
sean
más
eficientes
pudiendo
trasladar
este
beneficio
a
nuestros
clientes.
Esta
tecnología
traerá
cambios
disruptivos
en
la
forma
de
prestar
servicios
profesionales,
cambios
que
hace
unos
años
ni
siquiera
hubiésemos
podido
imaginar.
La
aparición
de
nuevos
“players”
denominados
“New
Law”
están
acelerando
los
cambios.
Ya
existen
firmas
que
prestan
servicios
legales
utilizando
y
apoyándose
en
sistemas
de
inteligencia
artificial,
como
es
el
caso
de
Riverviewlaw.
El
impacto
en
nuestro
mercado
de
las
denominadas
“New
Law”
todavía
es
discreto
pero
no
tengo
ninguna
duda
que
en
un
futuro
muy
próximo
se
incrementará
de
forma
exponencial.
¡Las
“New
Law”
han
llegado
para
quedarse!
El
concepto
de
“New
Law”
y
“Big
Law”
describe
bien
el
cambio
de
paradigma
que
afrontamos.
¿Qué
ha
adaptado
Cuatrecasas
de
New
Law
en
su
organización?
Si
algo
caracteriza
la
organización
de
Cuatrecasas
desde
hace
muchos
años
es
la
clara
apuesta
por
incorporar
las
mejores
tecnologías
existentes
en
el
mercado
que
nos
permitan
ser
más
eficientes
en
la
prestación
de
servicios
legales
por
parte
de
nuestros
abogados.
Es
decir,
constantemente
estamos
estudiando,
valorando
y,
en
su
caso
implementando
nuevas
herramientas
que
nos
permitan
alcanzar
nuestros
objetivos.
Concretamente
estamos
focalizados
en
el
análisis
de
diferentes
sistemas
cognitivos.
Asimismo,
seguimos
manteniendo
una
cultura
basada
en
la
eficiencia,
adaptándonos
a
las
necesidades
de
nuestros
clientes
y,
entre
otros,
vamos
a
poner
en
marcha
la
figura
del
Legal
Project
Manager
(LMP)
en
diferentes
grupos
de
especialidad.
Todavía
es
una
figura
poco
extendida
en
nuestro
sector
pero
tengo
una
fe
ciega
en
su
aportación
de
valor.
El
factor
precio
parece
que
adquiere
cada
vez
más
protagonismo
en
un
mercado
muy
competitivo.
Pero
bajar
precios
también
significa
tener
los
costes
bajo
control.
En
un
despacho
con
más
de
900
abogados
me
imagino
eso
una
tarea
altamente
compleja.
Evidentemente
que
el
valor
precio
tiene
una
importancia
relevante
y
más
en
el
actual
entorno
donde
se
ha
instaurado
el
“more
for
less”
pero
nuestra
prioridad
es
aportar
valor
a
nuestros
clientes
y
para
ello
nos
rodeamos
de
abogados
brillantes
que
sean
capaces
de
superar
las
expectativas
que
tienen
nuestros
clientes.
Este
es
nuestro
“foco”
y no
vamos
a
abandonar
la
senda
de
la
excelencia.
Por
otro
lado,
los
costes
siempre
tienen
que
estar
bajo
control,
independientemente
del
precio
de
nuestros
servicios.
¿Cree
que
las
grandes
firmas
tienen
ventaja
sobre
los
pequeños?
Y si
no
es
así,
una
indiscreción,
¿dónde
las
ve?
Sinceramente
creo
que
sí
por
varios
motivos:
a)
tienen
mayor
músculo
financiero
que
les
permiten
acometer
inversiones
y
proyectos
muy
relevantes,
creando
diferentes
áreas
funcionales
que
están
al
servicio
de
los
abogados,
facilitando
de
esta
forma
el
trabajo
de
los
abogados
(áreas
de
sistemas,
gestión
del
conocimiento,
desarrollo
de
negocio,
etc.);
b)
tener
abogados
súper
especializados
en
prácticas
concretas;
c)
poder
asesorar
en
asuntos
“cross”
de
forma
coordinada
entre
las
diferentes
prácticas;
d)
poder
trabajar
en
asuntos
que
requieren
la
intervención
de
abogados
de
diferentes
jurisdicciones.
Respecto
al
futuro
de
las
grandes
firmas
vamos
a
asistir
a
una
concentración
de
las
mismas
(fusiones
e
integraciones),
se
va a
seguir
apostando
por
el
mercado
internacional
y
por
la
prestación
de
servicios
de
alto
valor
añadido.
Por
consiguiente,
el
futuro
de
las
grandes
firmas
es
muy
positivo.
También
se
ha
criticado
mucho
el
modelo
de
partnership
o al
menos
la
poca
conciencia
que
tienen
los
socios
que
en
realidad
son
también
accionistas.
¿Eso
limita
la
acción
y la
rapidez
de
reacción
de
una
organización
como
Cuatrecasas
o en
general
los
“Big
Law”
firmas?
Dependerá
del
Corporate
Governance
que
tenga
la
firma.
En
nuestro
caso,
la
estructura
está
muy
clara
y
tanto
la
toma
de
decisiones
como
su
ejecución
se
realizan
con
la
suficiente
celeridad.
Lo
importante
es
que
el
Corporate
Governance
esté
muy
claro
y
que
las
personas
que
tienen
funciones
ejecutivas
tengan
la
autonomía
y
confianza
para
la
toma
de
decisiones
y
ejercer
su
responsabilidad.
No
obstante,
pueden
haber
firmas
grandes
donde
la
toma
de
decisiones
y su
ejecución
vayan
a
ritmo
más
lento
pues,
como
diría
Tom
Peters:
“es
difícil
convertir
a un
luchador
de
sumo
en
un
gimnasta”.
El
reto
tecnológico
parece
el
reto
más
complejo
para
los
despachos.
En
una
profesión
muy
conservadora
estos
retos
se
afrontan
con
mucho
recelo.
¿Hay
que
invertir
en
tecnología
y,
en
qué
tipo
de
tecnología?
Sin
duda
sí.
Las
herramientas
tecnológicas
al
servicio
de
los
abogados
son
imprescindibles
para
que
éstos
puedan
ejercer
su
profesión
de
forma
eficiente.
Hoy
en
día
no
puedo
concebir
una
firma
que
no
destine
una
importante
parte
de
sus
recursos
a
tal
fin
y,
si
no
lo
hacen,
perderá
el
tren.
Debemos
tener
en
cuenta
que
las
principales
“New
Law”
han
invertido
mucho
dinero
en
potentes
plataformas
tecnológicas
con
el
objetivo,
entre
otros,
de
reducir
los
costes
de
los
servicios
a
prestar
a
los
clientes.
Por
consiguiente,
la
pregunta
no
es
si
hay
que
invertir
en
tecnología
sino
qué
cantidad
puedo
destinar.
Partiendo
de
la
base
de
que,
al
menos
las
grandes
firmas
ya
tienen
instalada
la
base
tecnológica
suficiente
para
operar
con
normalidad,
yo
centraría
el
tiro
en
aquellas
tecnologías
relacionadas
con
la
inteligencia
artificial.
¡Veremos
cosas
sorprendentes!
Richard
Susskind
nos
anunció
en
el
pasado
Legal
Management
Fórum
que
en
los
próximos
10
años
sucederán
más
cambios
en
nuestro
sector
que
en
el
último
siglo
y
todo
ello
motivado
por
el
impacto
de
la
tecnología.
No
obstante,
además
de
la
tecnología
en
sí,
va a
ser
necesario
invertir
para
adaptarnos
culturalmente.
La
revolución
digital
que
está
llegando
a
todos
los
sectores,
y el
legal
no
va a
ser
ajeno,
es
una
revolución
que
sin
duda
tiene
como
palanca
a la
tecnología,
pero
al
final,
la
revolución
la
hacen
las
personas
y la
forma
en
que
interactúan
entre
ellas.
En
el
Legal
Management
Fórum
conocimos
a
Watson
de
IBM.
¿Qué
nos
aportará
la
inteligencia
artificial
a la
abogacía?
La
inteligencia
artificial
no
sustituirá
el
trabajo
de
los
abogados
sino
que
les
ayudará
a
realizar
mejor
y
más
rápido
su
trabajo.
De
hecho,
el
concepto
AI
(Artificial
Intelligence)
está
mutando
hacia
el
IA (Intelligence
Assistance),
esto
es,
se
está
abandonando
el
concepto
de
sustitución
del
abogado
en
este
caso,
por
soporte
al
abogado
para
ser
más
eficiente.
La
ingente
cantidad
de
información
existente
es
difícil
de
tratar
por
cualquier
persona,
incluidos
los
abogados.
No
cabe
duda
que
la
irrupción
de
la
inteligencia
artificial
y
más
concretamente
los
sistemas
cognitivos
aportarán
a
nuestros
abogados
mayor
capacidad
de
análisis
y
rapidez,
completando
su
trabajo
y
pudiendo
desarrollarlo
de
forma
más
eficiente.
En
cualquier
caso,
estas
nuevas
tecnologías
y
sistemas
están
entrando
con
mucha
fuerza
en
nuestro
sector
y
las
firmas
legales
deben
ser
capaces
de
abrazar
y
aceptar
todo
lo
bueno
que
conllevan,
evitando
en
lo
posible
la
resistencia
al
cambio
que
tanto
caracteriza
a
nuestro
sector.
Emilio,
le
voy
a
pedir
que
nos
enseñe
su
bola
de
cristal.
¿Cómo
será
un
despacho
en
el
2025?
A
raíz
de
la
entrada
en
nuestro
sector
de
nuevos
competidores
como
son
los
“New
Law”
obligará
a
las
grandes
firmas
legales
no
sólo
a la
búsqueda
de
la
excelencia
sino
a la
búsqueda
continua
de
la
eficiencia.
Habrá
una
mayor
concentración
de
firmas
y se
centrarán
en
la
aportación
de
valor
a
los
clientes.
La
súper
especialización
marcará
diferencias
así
como
el
posicionamiento
internacional
y la
guerra
por
captar
el
mejor
talento
continuará.
Asimismo,
la
apuesta
por
la
tecnología
será
una
necesidad
y se
consolidarán
nuevos
roles
que
hasta
hace
pocos
años
resultaba
difícil
de
imaginar
en
una
firma
legal
como
el
project
management
director
o
pricing
director,
entre
otros.
Con
respecto
al
acceso
a la
sociatura,
además
de
ser
excelentes
juristas
será
imprescindible
que
hayan
desarrollado
durante
su
carrera
habilidades
que
les
permitan
atraer
clientes/casos,
business
oriented
y
ser
buenos
gestores.
Por
otra
parte,
en
relación
con
la
captación
y
retención
del
talento,
las
firmas
deberán
dar
respuesta
a
las
inquietudes
que
las
nuevas
generaciones
nos
transmiten,
adaptándose
a
las
nuevas
formas
de
trabajar,
en
las
que
el
presencialismo
dejará
de
ser
un
elemento
relevante.
El
primer
reto
al
que
nos
enfrentamos
es
que
la
carrera
profesional
pueda
desarrollarse
exitosamente
independientemente
del
género. |