Nuestro
interlocutor
ha
vuelto
a
nuestro
país
para
realizar
una
gira
por
las
principales
ciudades
españolas
gracias
al
buen
hacer
de
Chusa
Fernández
y
http://www.promediacion.com/
entidad
que
ha
traído
a
este
gurú
de
la
mediación.
De
norte
a
sur
y de
este
a
oeste
ha
impartido
ocho
formaciones
en
siete
localidades
de
nuestro
país.
“Han
sido
cinco
mil
kilómetros
donde
me
ha
impresionado
la
acogida
de
los
mediadores
a
los
que
he
tenido
como
alumnos
y la
diversidad
de
temáticas
que
hemos
abordado”,
confiesa
Antonio
Tula,
abogado
en
sus
inicios,
ahora
mediador
allá
en
su
Argentina
natal,
referencia
para
mediadores
de
medio
mundo
tanto
por
la
calidad
de
sus
videos
formativos
en
Youtube,
como
por
los
contenidos
de
su
web
http://redesalternativas.com.ar/
que
estos
profesionales
casi
veneran.
Hemos
aprovechado
el
final
de
su
curso
en
Madrid
para
charlar
con
él,
conocer
cómo
se
ha
desarrollado
la
mediación
en
un
país
hermano
como
es
la
propia
Argentina
y
analizar
el
fenómeno
de
la
mediación
sistémica
del
que
es
impulsor.
“Los
mediadores
debe
ser
proactivos
en
un
país
como
España
e ir
por
delante
de
las
instituciones
de
cara
a
crear
el
mercado
de
la
mediación.
En
ese
mercado
luego
habrá
que
emplear
herramientas
de
marketing
y
publicidad
para
que
cada
mediador
venda
su
producto.
No
podemos
olvidar
que
el
mediador
es
un
provocador
en
su
entorno”,
explica.
Todo
un
líder
positivo.
Tula,
el
creador
de
la
mediación
sistémica
“La
mediación
sistémica
se
explica
desde
una
mediación
típica
familiar.
Cada
familia
configura
un
sistema
concreto
y
funciona
de
forma
eficiente
hasta
que
un
buen
día
surge
una
situación
que
impacta
en
la
pareja
amorosa.
El
sistema
entra
en
un
proceso
de
confusión
emocional,
todo
lo
que
antes
era
previsto
ahora
ya
no
es
útil.
Cuando
este
sistema
reclama
una
mediación
para
tratar
de
abordar
los
asuntos
que
impactan
en
la
misma:
custodia,
alimentos
etc.
Necesitan
un
espacio
para
que
puedan
analizar
estas
cuestiones
de
forma
diferente
al
trato
habitual
generado
por
la
crisis.
La
mediación
ofrece
un
sistema,
un
dispositivo
para
que
el
subsistema
pueda
tratar
de
otra
manera
con
la
presencia
de
un
tercero,
imparcial
que
ampliará
las
posibilidades
de
resolución
de
ese
conflicto.
Este
esquema
en
un
encuadre
procesal
donde
las
partes
saben
que
la
mediación
es
voluntaria
y el
papel
del
mediador
y su
actuación
es
confidencial
e
imparcial
pues
son
las
partes
quienes
resuelven
el
tema,
conforman
un
nuevo
sistema
donde
se
tratan
las
mismas
cuestiones
pero
de
otra
manera.
En
este
sistema
el
mediador
va a
intentar
buscar
desde
diferentes
escenarios
comunicacionales
posibles
que
las
partes
puedan
reformular
sus
planteamientos
iniciales
y
encontrar
nuevas
formas
de
ver
la
realidad.
Este
proceso
sistémico
permite
a
las
partes
que
por
sí
mismas
encuentren
soluciones
a
sus
conflictos.
La
tarea
del
mediador
es
despertar
esa
conciencia
en
las
partes
de
que
pueden
solventar
su
problema.”
Sr.
Tula,
¿cómo
percibe
un
profesional
de
la
mediación
como
usted,
el
fenómeno
de
la
mediación
en
España,
donde
parece
que
aún
no
hemos
cogido
carrerilla
en
su
desarrollo?
A lo
largo
de
esta
visita
a su
país
y a
diferentes
ciudades
españolas
he
visto
a
personas
con
mucho
entusiasmo
por
prepararse
como
mediadores.
Me
llevo
impresiones
interesantes;
la
primera
que
constata
que
se
ha
desarrollado
en
exceso
la
práctica
formativa
con
abordajes
teóricos
desconexos
que
les
ha
saturado
con
esta
teoría
poco
integrada.
Se
ha
visto
que
en
el
momento
de
la
práctica
no
les
ha
servido
para
mucho.
“Sería muy interesante que en su país entendieran que no se trata de una mediación obligatoria sino de una convocatoria obligatoria donde se produce esa reunión informativa de la que estamos hablando” |
En
nuestro
país
se
piden
cien
horas
para
ser
mediador
¿Son
suficientes
parar
tener
un
buen
profesional
de
la
mediación?
Para
una
formación
básica
podría
ser
suficiente
si
se
incorporan
los
contenidos
teóricos
a la
teoría
de
la
comunicación
humana
desde
la
mirada
de
Palo
Alto
en
EEUU
dirigida
por
Larry
Baison
y al
concepto
narrativo
que
maneja
una
autora
que
es
Sara
Cobb.
También
debería
incorporarse
la
teoría
sistémica
y a
la
mirada
de
la
teoría
del
observador
de
Maturana.
Si
esos
marcos
teóricos
cuentan
con
estos
apoyos
se
entiende
el
origen
y
para
qué
sirven
las
herramientas
en
la
mediación
y
dan
más
posibilidades
a
los
alumnos
que
extraer
otro
tipo
de
contenidos
más
generalistas
como
formas
erráticas
de
crear
programas
formativos.
Eso
genera
la
saturación
que
he
percibido
en
los
talleres
que
he
dado.
He
visto
gente
muy
entusiasta,
algo
frustrada
porque
las
políticas
públicas
no
acompañan
al
desarrollo
de
la
mediación.
Da
la
sensación
que
los
poderes
públicos
españoles
no
creen
en
la
mediación
al
no
apoyarla
de
forma
clara.
No
sabría
explicarle
qué
pasa
en
España
si
le
puedo
comentar
cómo
se
desarrolló
el
modelo
en
Argentina.
En
ciudades
como
Buenos
Aires
se
tuvo
en
cuenta
un
tema
importante
por
su
carga
semántica.
Se
impulso
una
ley
desde
el
2009
que
establecía
la
presencia
obligatoria
de
las
partes
a
una
reunión
informativa
y la
permanencia
facultativa
una
vez
conocían
la
información
sobre
lo
que
era
mediación.
La
contradicción
semántica
está
en
que
se
hablaba
de
mediación
obligatoria,
cuestión
que
no
era
cierto.
Lo
que
se
trataba
desde
una
instancia
informativa
es
que
los
mediadores
puedan
contar
a
las
personas
que
van
a
mediación
en
qué
consiste
este
método
extrajudicial
y
luego
decidir
si
se
quedan
o
no.
En
Argentina,
la
cultura
de
la
litigiosidad
ha
ido
dando
paso
a la
mediación
de
forma
gradual.
Era
muy
complicado
pensar
en
este
entorno
que
las
partes
iban
a ir
a
dirigirse
a
una
entidad
mediadora
que
no
conocen
y
llevar
su
conflicto
ahí
sin
tener
conocimientos
amplios
de
las
ventajas
de
la
mediación.
Es
algo
parecido
a lo
que
está
pasando
en
nuestro
país.
Es
cierto,
y
escuchas
además,
que
si
no
arreglas
el
tema
por
mediación
te
voy
a
sentar
en
el
banquillo,
como
latiguillo.
En
Buenos
Aires
funcionó
muy
bien
y
tras
cuatro
años
de
prueba
piloto
la
propia
Cámara
Civil
lanzó
un
auto
privilegiando
la
continuidad
de
la
mediación
en
función
del
os
resultados
obtenidos.
Sería
muy
interesante
que
en
su
país
entendieran
que
no
se
trata
de
una
mediación
obligatoria
sino
de
una
convocatoria
obligatoria
donde
se
produce
esa
reunión
informativa
de
la
que
estamos
hablando
para
que
luego
la
presencia
en
el
proceso
posterior
de
mediación
sea
facultativa
o
voluntaria
de
las
partes.
Con
el
desarrollo
de
la
mediación
en
Argentina
hemos
visto
que
se
han
aprovechado
mejor
los
recursos
judiciales
para
la
vía
judicial.
Aún
en
las
mediaciones
que
no
habían
cuajado
y
volvían
a
juicio
se
advertían
una
disminución
de
los
tiempos
de
procesos
porque
abogados
y
partes
tenían
mayor
capacidad
de
diálogo
que
en
la
contradicción
del
proceso.
“El mediador debe impulsar el mercado de la mediación aún inexistente en España donde los profesionales expertos en marketing y publicidad ayuden a la venta de un producto, un intangible que es la mediación.” |
¿Es
fundamental
para
que
la
mediación
funcione
que
los
abogados
se
impliquen?
Totalmente.
Este
ha
sido
uno
de
los
puntos
que
hemos
abordado
en
estos
talleres
que
hemos
impartido
en
su
país.
Es
necesario
que
el
abogado
tenga
el
lugar
que
le
corresponde
en
la
mediación,
diferente
al
del
juicio.
Cuando
inicias
una
mediación
con
abogados,
les
subrayo
su
importancia
en
el
proceso
como
soporte
jurídico-técnico
de
las
partes
aunque
el
protagonismo
sea
de
sus
clientes.
Su
papel
para
el
desarrollo
de
una
posible
estrategia
legal
caso
de
que
la
mediación
no
cuaje
es
vital.
Y es
fundamental
que
conozcan
la
mediación
para
que
la
puedan
prescribir
a
sus
clientes.
En
el
momento
que
los
abogados
sienten
que
hay
ese
espacio
en
la
mediación
y
están
legitimados
empiezan
a
entender
que
la
mediación
es
un
proceso
diferente
del
judicial
al
que
están
acostumbrados.
Y
resulta
sencillo
formar
a un
abogado
en
estas
tareas
de
mediación,
realmente.
A lo
largo
de
mi
trayectoria
profesional
he
formado
a
unos
3000
abogados
como
mediadores.
La
mayor
demanda
viene
de
los
jóvenes
abogados
que
ven
esta
práctica
con
más
posibilidades
que
los
abogados
más
veteranos.
Es
igual
con
mi
hijo,
está
a
punto
de
acabar
la
carrera
de
abogado
y ya
está
metido
en
el
mundo
de
la
mediación.
En
poco
tiempo
quedará
al
frente
de
mi
empresa
ya
que
yo
estoy
al
borde
de
la
jubilación.
Por
desgracia,
tenemos
un
problema
en
muchos
países,
la
enseñanza
está
orientada
a la
controversia
y
hay
poco
espacio
para
la
mediación
o el
arbitraje.
Con
la
mediación
logramos
la
humanización
del
derecho
donde
las
partes
son
protagonistas.
Entonces,
es
el
momento
que
Universidades
y
Escuelas
de
Negocio
abran
sus
programas
formativos
a la
mediación.
Exacto.
Se
trata
de
programas
formativos
que
en
la
parte
teórica
tuvieran
una
coherencia
notable
en
esos
conocimientos.
Hay
que
evitar
huir
de
collage
teóricos
que
no
valen
para
nada
y
saturan
al
futuro
mediador.
Conozco
que
los
principales
Colegios
de
Abogados
de
España
han
puesto
en
marcha
sus
cursos
de
mediación.
De
ello
me
han
hablado
también
mis
alumnos
en
estas
charlas.
Estoy
al
tanto
que
hay
muchas
organizaciones
relacionadas
con
la
mediación
en
su
país.
¿Qué
deben
hacer
para
dar
a
conocer
la
mediación?
En
este
terreno
deben
entrar
los
expertos
en
marketing
y
publicidad
que
ayuden
a la
venta
de
un
producto,
un
intangible
que
es
la
mediación.
Es
fundamental
para
que
sea
conocido
y se
genere
una
necesidad
en
la
sociedad
española.
El
mediador
debe
conocer
estas
técnicas
para
poder
vender
su
producto,
que
en
este
caso
es
la
mediación.
Los
propios
profesionales
pueden
difundir
sus
bondades
y
ventajas
a
través
del
boca
a
boca
y
sus
propias
capacidades
de
tal
manera
que
puedan
ser
competitivos
en
el
mercado
que
se
está
generando.
Los
mediadores
no
pueden
quedarse
a la
espera
que
las
instituciones
lo
hagan
todo.
Deben
ir
por
delante
de
esas
instituciones
y
crear
el
mercado
de
la
mediación.
En
ese
momento
es
posible
que
las
instituciones
reaccionen
y se
incorporen
a
esta
actividad.
¿Usted
como
padre
de
la
mediación
sistémica,
puede
adaptarse
este
método
extrajudicial
a
cualquier
conflicto?
La
mediación
sistémica
es
muy
útil
sobre
todo
para
conflictos
donde
se
aprecian
entre
las
partes
vínculos
permanentes.
Cuestiones
como
el
cobro
de
una
cantidad
adeudada
o un
accidente
de
tráfico
quizás
necesitasen
de
otro
enfoque,
más
lineal
como
el
que
se
aprende
en
la
Escuela
de
Harvard
por
encima
del
citado
concepto
sistémico.
En
nuestro
país
se
ha
apostado
mucho
por
la
comediación,
dos
mediadores
que
abordan
conflictos
emocionales
y
jurídicos
al
mismo
tiempo.
Creo
que
es
una
buena
solución
para
muchos
conflictos.
No
tiene
porque
ser
siempre
mediador
el
abogado
y
comediador
el
psicólogo.
Cuando
se
sientan
en
la
mesa
ambos
tienen
el
mismo
rango.
El
problema
está
en
su
definición
parece
que
hay
alguien
que
lidera
que
es
el
mediador
junto
a su
acompañante.
Nada
más
lejos
de
la
realidad.
Es
un
error
conceptual
importante.
Realmente
hablamos
de
dos
comediadores
de
igual
rango
que
interactúan
como
un
equipo
al
mismo
tiempo.
La
idea
es
que
las
partes
encuentren
con
su
actuación
enfoques
interdisciplinarios
para
que
modifiquen
sus
posturas
iniciales
en
el
conflicto.
¿Qué
opinión
le
merecen
los
sistemas
online
que
fomentan
mediaciones
de
estas
características?
Estos
sistemas
que
suplen
problemas
entre
las
partes
a la
hora
de
mantener
una
reunión
presencial
generan
menos
interacción
a
nivel
comunicacional
con
el
propio
mediador
por
este
mismo
motivo.
Los
resultados
no
son
tan
buenos
como
a
nivel
presencial
donde
el
propio
mediador
puede
interactuar
con
las
partes.
Nunca
lo
he
utilizado
de
forma
pura
en
una
mediación
pese
a
que
me
lo
han
propuesto
porque
no
me
siento
cómodo
con
este
método
centrado
en
la
tecnología.
Finalizamos,
Profesor
Tula,
¿dónde
ve
el
escenario
de
la
mediación
en
cinco
años?
El
fenómeno
de
la
mediación
es
algo
irremediable
en
las
sociedades
avanzadas.
En
la
mediación
familiar
vemos
que
ha
está
consolidada
y
que
cada
vez
más
se
escuchan
a
los
niños
en
los
propios
procesos.
Es
un
método
útil
para
resolver
los
conflictos
que
surjan
en
su
seno.
Si
hablamos
de
la
mediación
penal,
creo
que
también
tendrá
un
espacio
importante
en
los
próximos
años.
De
hecho
a
veces
los
conflictos
penales
están
más
cerca
de
un
conflicto
interpersonal
que
a la
propia
paz
social.
Se
trata
con
ello
de
restaurar
el
daño
a la
propia
víctima.
Es
otro
nicho
emergente.
Respecto
a la
mediación
mercantil,
nadie
duda
que
es
una
gran
herramienta
para
poder
aplicarla
al
mundo
de
la
empresa.
Cuanto
más
complique
el
conflicto
mejor
preparado
debe
estar
el
mediador
sobre
esta
práctica
empresarial.
Se
trata
de
organizar
al
detalle
el
proceso
de
mediación
para
que
realmente
surta
efecto
en
las
empresas.
Es
fundamental
que
los
mediadores
estén
preparados
para
introducirse
en
este
mundo.
En
centros
como
Harvard
se
ha
desarrollado
muy
bien
a
nivel
formativo
esta
práctica
muy
bien
acogida
por
el
mundo
empresarial.
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