Programas
más
adaptados
al
proceso
de
internacionalización
que
sufre
la
abogacía
de
los
negocios;
alumnos
de
primera
a
los
que
se
le
exige
una
nota
de
media
más
alta
que
hace
dos
años
y
formadores
exigentes,
constituyen
parte
de
los
cambios
que
ha
efectuado
Eduardo
Berche,
desde
que
asumió
hace
casi
dos
años
la
responsabilidad
de
ser
decano
de
la
Facultad
de
Derecho
de
ESADE.
Con
este
observador
privilegiado
de
la
realidad
hemos
hablado
de
los
cambios
que
se
producen
en
la
propia
abogacía
y
cómo
afectan
a
entidades
como
ESADE.
“Nuestra
entidad
también
ha
apostado
por
la
formación
multidisciplinar.
El
abogado,
además
de
los
conocimientos
jurídicos
debe
conocer
otras
materias
como
la
contabilidad,
finanzas
o
habilidades
directivas.
Es
el
momento
de
trabajar
en
equipo
y
saber
negociar.
De
desarrollar
habilidades
comerciales,
hablar
en
público
y
tener
liderazgo,
al
igual
que
la
empatía”,
comenta
a
este
periodista.
En
este
entorno
global,
de
cambios
importantes
es
curioso
que
algo
como
es
la
empatía
siga
siendo
capital
en
relación
entre
abogado
y su
cliente
“puedes
ser
muy
bueno
pero
si
tu
cliente
no
te
cree
no
podrás
trabajar
con
él”,
advierte.
Berché
alaba
la
apuesta
de
los
llamados
emprendedores
jurídicos
que
crean
boutiques
legales
que
ayudan
a
regenerar
el
Derecho
y
señala
a la
excelencia
como
el
norte
que
guía
a
esta
entidad.
En
primera
persona
“En
estos
dos
años
que
he
asumido
las
competencias
de
decano
de
Derecho
en
Esade
hemos
transformado
el
porfolio
de
actividades
de
la
institución.
Asimismo
hemos
lanzado
programas
nuevos
como
Derecho
Global
Gobernance
para
darle
más
internacionalización
al
derecho.
De
alguna
forma
nos
adaptamos
a
los
cambios
de
los
propios
abogados,
ahora
más
globales
que
nunca.
Otro
de
los
temas
que
estamos
impulsando,
volviendo
a
los
orígenes
jesuitas
de
la
propia
ESADE
tiene
que
ver
con
los
valores.
Los
valores
no
se
pueden
transmitir
a
través
de
asignaturas.
Hay
que
vivirlos,
sobre
todo
y
solo
se
puede
lograr
este
objetivo
introduciendo
vivencias.
Así
se
han
creado
varias
asignaturas
donde
se
les
explica
y
pueden
practicar
con
esos
mismos
valores
del
os
que
hablamos.
Hay
una
de
carácter
voluntario
que
es
el
Sud,
donde
van
a
esos
países
en
desarrollo
a
realizar
diferentes
trabajos
durante
el
verano.
Es
como
si
fuera
un
trabajo
pro
bono
tutelado
desde
nuestra
Facultad.
Las
otras
dos
que
son
obligatorias
y
duran
dos
años,
en
segundo
y
cuarto,
para
que
desarrollen
el
proyecto
social
que
ellos
quieran
con
entidades
y o
colectivos
desfavorecidos.
“El arbitraje es una de las apuestas firmes de esta Facultad de Derecho. La propia globalidad del Derecho ha permitido que se pongan en marcha estos sistemas de resolución de conflictos” |
Nuestra
facultad
se
ha
internacionalizado
aún
más
y
esto
es
porque
las
estancias
en
otros
países
son
más
prolongadas
que
antes.
Disponemos
de
joint
venture
con
el
Kings
College
o
Georgetown
e
incluso
la
Universidad
de
Singapur
para
este
cometido.
Eso
hará
que
cursen
asignaturas
concretas
en
esas
instituciones.
En
quinto
del
Global
Gobernance
Derecho,
en
lugar
de
estudiar
legislación
propia,
les
obligamos
a
que
estudien
la
normativa
de
un
área
geográfica
concreta:
Asia
o
Latinoamérica.
De
esa
forma
estudian
durante
un
año
entero
legislación
de
esos
países.
Lo
pueden
hacer
en
nuestra
Facultad
o en
esos
países,
donde
ellos
quieran.
Queremos
tener
los
mejores
alumnos.
De
ahí
que
nuestra
nota
media
se
haya
incrementado
en
un
40
por
ciento
al
igual
que
la
exigencia
de
idiomas.
Somos
conscientes
que
la
excelencia
necesita
los
mejores
alumnos;
buenos
programas
y
los
mejores
profesores.
De
momento
el
proceso
está
funcionando.”
Sr.
Berché
¿Cómo
valora
usted
la
expansión
internacional
de
nuestros
despachos
de
abogados,
Nueva
York
y
América
Latina
son
lugares
de
destino?
Es
un
movimiento
lógico.
Tenga
en
cuenta
que
EEUU
y UK
son
referentes
en
materia
de
Derecho
en
estos
momentos.
Los
despachos
nacionales
hacen
una
apuesta
clara
por
estar
en
el
Magic
Circle.
Es
una
apuesta
arriesgada
pero
hay
que
hacerla
tal
y
como
se
mueve
la
competencia
en
este
sector.
La
idea
de
Pérez-Llorca
de
desembarcar
con
un
despacho
propio
es
una
apuesta
decidida
que
va
en
consonancia
con
lo
que
se
espera.
Es
la
mejor
manera
de
posicionarte
en
ese
mercado
y
crear
una
red
de
alianzas.
Sobre
Latinoamérica,
cualquier
visión
de
futuro
advierte
que
un
país
como
el
nuestro
sirve
de
puente
para
este
continente.
La
duda
es,
¿Cómo
desembarcar
allí?.
Si
abrir
tu
oficina
o
buscar
alianza
o
buscar
lo
primero
esa
alianza
estratégica
como
hizo
Cuatrecasas
Gonçalves
Pereira
en
Portugal.
También
la
operación
de
Uría
Menéndez
en
el
Pacífico
es
otra
apuesta
valiente
que
seguro
dará
buenos
resultados.
¿Qué
habilidades
debe
tener
ese
abogado
global
que
forma
parte
de
un
proceso
de
internacionalización?
Entidades
formativas
como
la
nuestra
ya
orientan
cualquier
programa
formativo
hacia
la
internacionalización.
Es
el
signo
de
los
tiempos.
Este
abogado
que
usted
describe
debe
tener
un
dominio
notable
de
idiomas
y
una
cultura
global.
Esa
cultura
global
pasa
por
conocer
otras
legislaciones,
tanto
a
nivel
legal
como
económico,
sociopolítico
o
geopolítico,
incluso
culturales,
en
el
caso
que
tengas
que
desembarcar
en
Asia.
Es
fundamental
que
el
abogado
conozca
otras
legislaciones
para
poder
interrelacionarlo
con
el
nuestro.
¿Qué
es
lo
más
complicado
que
debe
aprender
un
abogado
ahora
en
este
entorno
global?
Pues
por
encima
de
las
habilidades
directivas
o
comerciales,
quizás
tener
conocimientos
contables
y
financieros
sólidos
sea
lo
más
complejo
a la
hora
de
asimilar.
Ahora
más
que
nunca
la
economía
tiene
una
gran
influencia
en
el
Derecho.
¿Y
como
se
adapta
ESADE
a
este
contexto
global,
entonces?
No
es
sencillo
pero
hay
que
hacerlo.
En
este
esquema
es
bueno
poner
en
marcha
alianzas
con
otras
universidades
internacionales.
Eso
ayuda
a
que
los
propios
alumnos
puedan
hacer
prácticas
en
el
extranjero
en
bufetes
de
primera
línea.
Se
trata,
además
de
conocer
otras
formas
de
pensar
y
otros
tiempos.
Nuestra
entidad
también
ha
apostado
por
la
formación
multidisciplinar.
El
abogado,
además
de
los
conocimientos
jurídicos
debe
conocer
otras
materias
como
la
contabilidad,
finanzas
o
habilidades
directivas.
Es
el
momento
de
trabajar
en
equipo
y
saber
negociar.
De
desarrollar
habilidades
comerciales,
hablar
en
público
y
tener
liderazgo,
al
igual
que
la
empatía.
Empatía,
cada
vez
más
importante
en
la
relación
abogado
y
cliente.
Cada
vez
es
más
importante
la
empatía.
No
basta
con
que
seas
un
tipo
genial
sino
que
tu
cliente
te
vea
accesible
y
generes
confianza
en
él.
Sin
empatía
un
abogado
no
puede
demostrar
lo
que
sabe.
“Ya no basta que le des un proyecto de formación integral, te pide además que le des un proyecto de carrera integral, donde haya otros aspectos también que tenga en cuenta.” |
¿Se
ha
reducido
con
la
crisis
la
apuesta
formativa
de
los
despachos
de
abogados?
Nadie
duda
que
ha
habido
un
recorte
en
formación.
Los
despachos
lo
han
intentado
suplir
a
nivel
interno.
La
formación
interna
por
sí
sola
no
logra
los
objetivos
previstos.
Siempre
tiene
que
haber
otra
parte
externa
que
dé
otra
visión
u
otro
enfoque
a lo
que
uno
está
diseñando
a
nivel
formativo.
¿Sigue siendo
importante
a la
hora
de
retener
el
talento
que
el
despacho
ofrezca
a
ese
profesional
una
proyección
en
su
estructura
y
una
carrera
profesional?
El
abogado
de
30 a
40
años
está
buscando
una
experiencia
profesional
muy
importante.
Quizás
más
joven
busca
ese
plan
de
carrera
en
el
despacho
que
le
asegure
un
futuro
profesional.
Ya
no
basta
que
le
des
un
proyecto
de
formación
integral,
te
pide
además
que
le
des
un
proyecto
de
carrera
integral,
donde
la
formación
sea
importante
pero
haya
otros
aspectos
también
que
tenga
en
cuenta.
No
todos
los
abogados
llegan
a
ser
socios
Sr
Berché.¿Qué
opinión
le
merece
el
concepto
de
emprendedor
jurídico,
letrado
que
pone
en
marcha
su
boutique
legal?
Es
otro
fenómeno
a
tener
en
cuenta
y
lógico
con
el
devenir
de
los
tiempos.
Las
boutiques
especializadas
están
regenerando
el
derecho.
Son
entidades
competitivas
en
precio
y
con
un
nivel
de
expertise
notable.
En
estos
últimos
años
la
tecnología
es
un
aliado
del
abogado,
pero
¿en
algún
momento
puede
sustituir
su
trabajo
como
auguran
otros
colegas
suyos?
La
tecnología
es
una
ayuda
para
cualquier
profesional
que
nos
hace
más
eficientes
al
reducir
costes.
Dicho
esto,
hay
que
darse
cuenta
que
hay
una
parte
que
la
tecnología
no
suple.
Mientras
que
las
máquinas
no
sean
inteligentes
no
podrán
sustituir
al
ser
humano
por
mucha
información
que
recaben.
Cada
vez
la
ayuda
será
mayor
pero
no
suplirá
nunca
al
abogado.
No
olvidemos
que
hablamos
de
servicios
y de
confianza
donde
el
trato
personal
del
propio
letrado
con
su
cliente
es
muy
importante.
También
la
tecnología
se
introduce
en
la
formación
y
crea
programas
online,
algunos
de
ellos
muy
logrados.
Soy
más
partidario
del
llamado
blended
learning.
Creo
que
la
formación
online
en
este
entorno
legal
no
es
la
que
se
necesita.
El
problema
es
que
el
abogado
encuentre
un
referente
en
la
materia
y
que
lo
vea
imprescindible
para
aprender
algo
de
esa
materia
a
través
de
sus
experiencias.
Y
respecto
a
los
formadores,
¿cuál
es
el
mejor
perfil
en
este
entorno
global
del
que
estamos
hablando?
No
es
sencillo
encontrar
un
perfil
definido
en
este
contexto.
Desde
ESADE
procuramos
crear
equipos
de
trabajo
a
nivel
de
formadores
donde
se
combinen
bien
los
perfiles
más
prácticos
con
aquellos
más
académicos.
Los
dos
trabajando
en
equipo
ofrecen
mucho
más
a la
hora
de
impartir
cualquier
asignatura.
No
oculto
las
dificultades
existentes
para
lograr
esta
combinación
de
elementos
a
nivel
formativo.
Pero
es
lo
que
debería
hacerse.
¿Cómo
se
observan
desde
ESADE
las
nuevas
realidades
del
Derecho,
léase
arbitraje
y
mediación,
como
métodos
extrajudiciales?
Nuestra
entidad
ha
apostado
por
el
arbitraje
desde
hace
tiempo.
Patricia
Sáez,
abogada
experta
en
arbitrajes
de
inversiones
ya
forma
parte
de
nuestra
institución
y
claustro
de
profesores.
De
hecho
el
propio
gran
tratado
internacional
entre
EEUU
y
Europa
pende
de
su
resolución
de
cerrar
los
flecos
que
hay
pendientes
en
materia
arbitral.
El
arbitraje
es
una
de
las
apuestas
firmes
de
esta
Facultad
de
Derecho.
En
el
futuro
queremos
posicionarnos
en
campos
como
el
arbitraje
de
inversión
con
despachos
de
referencia
en
esa
actividad.
La
propia
globalidad
del
Derecho
ha
permitido
que
se
pongan
en
marcha
estos
sistemas
de
resolución
de
conflictos.
Respecto
a la
mediación,
aún
no
se
ve
claro
por
dónde
va
ir.
Es
fundamental
que
se
cuente
con
buenos
profesionales
que
puedan
gestionar
esa
mediación
de
manera
perfecta.
Me
preocupa
el
intrusismo
que
pueda
tener
esta
actividad.
Todavía
es
pronto
para
saber
cómo
va a
evolucionar
en
el
futuro
para
saber
si
es
una
moda
o
una
tendencia.
Concluimos,
Sr
Berché:
¿Dónde
va a
estar
esta
Facultad
de
Derecho
de
ESADE
dentro
de
cinco
años?
Tenemos
claro
a
dónde
vamos.
La
excelencia
justifica
todo
nuestro
trabajo
en
materia
formativa.
En
ese
periodo
de
tiempo
que
usted
señala
habrán
acabado
las
primeras
promociones
de
doble
grado,
alumnos
excelentes;
programas
exigentes
y
formadores
notables
configuran
este
panorama.
Ya
hay
algunos
despachos
que
nos
han
pedido
que
les
cedamos
algunos
alumnos
en
prácticas.
También
tendremos
la
primera
promoción
de
Global
Governance
fuera
de
nuestras
aulas.
Confiamos
mucho
en
la
selección
de
los
alumnos
que
hemos
hecho
y en
su
futuro
como
profesionales.
|