El
futuro
va
por
la
prueba
electrónica
en
un
entorno
digital
donde
la
veracidad
de
las
mismas
resulta
fundamental
en
cualquier
relación
profesional.
En
relaciones
entre
ausentes
hay
que
generar
por
tanto
pruebas
por
interposición”.
Esta
es
la
primera
reflexión
que
nos
hace
José
María
Anguiano,
abogado,
socio
de
Garrigues
y
uno
de
los
coordinadores
de
esta
parte
tecnológica
que
ha
tenido
este
XI
Congreso
de
la
Abogacía
de
Vitoria-Gasteiz.
Correos
electrónicos
certificados,
contratos
verificados
o
llamadas
con
garantías
de
que
se
han
celebrado
son
cuestiones
que
revelan
la
importancia
de
la
prueba
electrónica
“
Creo
que
este
es
un
asunto
que
ya
se
está
tomando
en
serio
por
la
importancia
cada
vez
más
creciente
de
la
prueba
electrónica
en
muchos
procesos”,
afirma.
Con
Anguiano
hemos
hecho
un
resumen
de
esta
parte
tecnológica,
la
primera
vez
que
un
Congreso
de
la
Abogacía
ha
abordado
estos
temas
a
fondo,
y de
otras
cuestiones
de
actualidad:
“La
gran
parte
de
esas
reformas
tienen
un
componente
digital
importante
de
trasfondo
final.
En
España
tardamos
quizás
tiempo
en
darnos
cuenta
de
las
cosas,
pero
cuando
lo
vemos
apostamos
por
ese
camino.
Creo
que
vamos
a
seguir
viendo
una
serie
de
medidas
para
adaptar
nuestro
sistema
jurídico
al
entorno
digital
que
nos
ha
tocado
vivir”,
subraya.
En
primera
persona
Estamos
satisfechos
de
cómo
ha
recibido
la
abogacía
las
ponencias
relacionadas
con
el
abogado
y su
entorno
más
inmediato.
Hemos
puesto
especial
énfasis
en
la
prueba
electrónica,
como
elemento
diferenciador
de
otros
Congresos,
como
pudiera
ser
el
celebrado
en
Madrid
hace
unos
días.
Es fundamental el esfuerzo del legislador de cara a poner en marcha nuevas normas que puedan regular el entorno tecnológico en el que vivimos.” |
Hemos
intentando
abordar
lo
concreto.
Se
han
ido
a
los
asuntos
que
realmente
pueden
preocupar
al
abogado
en
su
ejercicio
profesional
relacionados
con
la
tecnología.
De
alguna
manera
se
ha
intentado
trasladar
el
espíritu
del
Foro
de
las
Evidencias
Electrónicas,
evento
que
se
organiza
desde
Garrigues,
a
este
Congreso.
Es
fundamental
el
esfuerzo
del
legislador
de
cara
a
poner
en
marcha
nuevas
normas
que
puedan
regular
el
entorno
tecnológico
en
el
que
nos
vivimos.
De
hecho
el
propio
discurso
de
Su
Majestad
Felipe
Vi
fue
claro
cuando
habló
que
la
tecnología
genera
nuevos
derechos
y
que
estos
reclaman
abogados
mejor
formados
en
esta
materia.
Sr.
Anguiano,
a lo
largo
de
tres
días
hemos
realizado
una
inmersión
por
las
tecnologías,
en
general
y la
prueba
electrónica,
en
particular…
Estamos
ante
un
debate
vivo
como
hemos
podido
ver
con
las
intervenciones
de
dos
magistrados
del
Supremo,
José
Manuel
Maza
y
Luciano
Varela,
esta
última
sobre
una
sentencia
que
abordaba
la
suplantación
de
identidad
en
la
red.
Otros
ponentes
como
Angel
López
que
disertó
sobre
el
fichero
electrónico
y el
análisis
de
la
nueva
LECRIM
realizado
por
la
fiscal
Pilar
Rodríguez.
El
debate
está
en
la
prueba
electrónica,
como
ha
podido
ver.
Llevamos
muchos
años
trabajando
en
esta
materia
y
aún
hay
mucho
por
hacer
en
este
campo
aunque
vamos
por
el
buen
camino.
También
se
ha
comprobado
como
jueces
y
fiscales
saben
de
lo
que
están
hablando
en
este
contexto.
Las
FFAA
del
Estado
se
quejan
en
la
persecución
de
este
tipo
de
delitos
de
falta
de
agilidad
de
los
jueces
a la
hora
de
dar
carta
blanca
en
ciertas
actuaciones.
Hay
que
darse
cuenta
que
la
justicia
está
colapsada
y
este
es
un
elemento
del
que
los
jueces
son
poco
culpables.
Faltan
muchos
recursos
en
la
Administración
de
Justicia
y
esa
es
una
carencia
que
la
padecemos
todos
los
operadores
jurídicos.
Los
jueces
también
padecen
de
esta
falta
de
medios
y
eso
hace
que
en
muchas
ocasiones
su
actuación
no
sea
diligente,
pero
esa
culpa,
repito
no
es
suya,
es
por
el
propio
sistema
en
el
que
están
inmersos.
Da
la
sensación,
por
lo
que
se
ha
comentado
en
este
foro,
que
la
reforma
Penal
puede
ayudar
a
mejorar
este
tipo
de
actuaciones
y
dar
medios
a
los
propios
jueces
y
fiscales
para
luchar
contra
estos
delitos,
cada
vez
más
sofisticados.
La
gran
parte
de
esas
reformas
tienen
un
componente
digital
importante
de
trasfondo
final.
En
España
tardamos
quizás
tiempo
en
darnos
cuenta
de
las
cosas,
pero
cuando
lo
vemos
apostamos
por
ese
camino.
Creo
que
vamos
a
seguir
viendo
una
serie
de
medidas
para
adaptar
nuestro
sistema
jurídico
al
entorno
digital
que
nos
ha
tocado
vivir.
Quizás
lo
más
complicado
de
esa
prueba
electrónica
será
probar
su
legitimidad.
Ese
es
el
origen
de
las
pruebas
por
interposición
electrónica.
Se
trata
que
se
conviertan
en
testimonios
de
ese
tipo
de
actividades
sin
vulnerar
la
intimidad
de
nadie.
Las
pruebas
deben
ser
robustas,
desde
el
punto
de
vista
probatorio;
al
mismo
tiempo
no
debe
ser
unilateral
ni
intrusiva,
así
lo
comentó
el
propio
Angel
Lopez
en
su
conferencia
sobre
ficheros
electrónicos.
Lo
que
más
valora
un
juez
si
rompes
esa
unilateralidad,
a
través
de
una
prueba
de
interposición
por
un
tercero.
Al
mismo
tiempo
logras
que
no
sea
volátil
y
que
nadie
la
prueba
borrar;
hay
una
copia
digital
que
custodia
un
tercero.
Sobre
lo
intrusivo
que
son
estas
pruebas,
de
esto
se
ha
hablado
en
el
Congreso
bastante.
Ahora
se
empieza
a
hablar
de
intimidad
con
mayúsculas
Da
la
sensación
que
en
esa
admisión
de
la
prueba
digital,
el
papel
de
los
fiscales,
ahora
volcados
a la
cibercriminalidad,
es
importante.
Lo
hemos
visto.
La
FGE
creó
hace
años
un
área
específica
que
en
estos
momentos
coordina
Elvira
de
Tejada
en
toda
España,
al
haber
más
fiscales
especializados
en
todo
el
territorio
nacional.
En
muchas
ocasiones,
cuando
un
juez
no
tiene
conocimientos
o la
experiencia
suficiente
en
estos
temas,
la
presencia
de
fiscales
de
este
tipo
les
ayuda
bastante.
Hay
que
darse
cuente
que
la
figura
del
fiscal
es
neutral
en
cualquier
causa,
no
teniendo
intereses
personales
en
cualquiera
de
los
asuntos
que
aborda.
¿Qué
opinión
le
merece
la
última
reforma
penal
que
abarca
cuestiones
tecnológicas?
De
cualquier
tipo
de
reforma
quizás
no
compartes
todo
y
siempre
los
juristas
vemos
algo
que
se
pudiera
mejorar.
Siendo
honesto
creo
que
cualquier
reforma
que
tiende
a
adecuar
la
normativa
a la
realidad
tecnológica
a la
que
estamos
inmersos
me
parece
oportuna.
En
su
discurso
el
rey
Felipe
VI
ha
hablado
de
algunos
derechos
digitales
que
emergen
en
este
momento
¿Cuáles
le
llama
la
atención
a
usted?
Más
que
hablar
de
uno
en
concreto,
lo
que
sí
hay
que
darse
cuenta
es
que
en
determinadas
situaciones
los
derechos
colisionan.
En
alguna
de
las
mesas
se
ha
visto
como
colisionaban
el
derecho
a la
información
con
el
derecho
a la
intimidad,
con
la
Sentencia
del
TJUE
sobre
Derecho
al
Olvido
por
medio.
Al
mismo
tiempo
se
ha
visto
que
hay
problemas
de
soberanía.
Algún
ponente
ha
llegado
a
subrayar
la
notable
influencia
del
legislador
norteamericano
sobre
nuestro
país
y
que
jueces,
fiscales
o
fuerzas
de
Seguridad
se
ponen
en
contacto
con
grandes
empresas
de
cara
a
recabarles
información,
que
no
siempre
están
dispuestas
a
ofrecerla.
Creo
que
vamos
a
asistir
en
los
próximos
años
a
algunos
planteamientos
de
soberanía,
donde
habrá
que
contar
con
los
grandes
operadores
de
cara
a
que
determinados
temas
puedan
resolverse.
La
tecnología
está
generando
problemas
de
soberanía,
veremos
qué
solución
se
encuentra
a
ellos.
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