El
Ministerio
de
Industria,
Energía
y
Turismo
ha
publicado
una
nueva
edición
del
“Estudio
sobre
la
Ciberseguridad
y
Confianza
en
los
hogares
españoles”,
que
realiza
un
análisis
del
estado
de
la
ciberseguridad
y la
confianza
digital
en
nuestro
país.
El
estudio
ha
sido
elaborado
por
el
Observatorio
Nacional
de
las
Telecomunicaciones
y de
la
Sociedad
de
la
Información
(ONTSI)
y el
Instituto
Nacional
de
Ciberseguridad
(INCIBE),
ambos
dependientes
de
la
Secretaría
de
Estado
de
Telecomunicaciones
y
para
la
Sociedad
de
la
Información
(SETSI).
Las
distintas
informaciones
que
incluye
el
documento
se
han
obtenido
a
través
de
dos
vías:
recopilación
de
datos
declarados
–mediante
encuestas
en
más
de
3.000
hogares
españoles–,
y
datos
reales
–a
través
del
software
específico
que
analiza
los
sistemas
y la
presencia
de
malware
en
los
equipos
gracias
a la
utilización
conjunta
de
50
motores
antivirus–.
Entre
las
conclusiones
más
destacadas
del
estudio
figura
que
el
82%
de
los
equipos
informáticos
de
España
están
protegidos
con
software
antivirus,
que
el
90%
de
los
usuarios
de
banca
online
vigila
periódicamente
sus
cuentas
corrientes,
que
el
53,1%
de
los
usuarios
de
redes
sociales
configura
sus
cuentas
para
que
sólo
sus
contactos
puedan
acceder
a
sus
perfiles
o
que
el
65,7%
de
los
usuarios
de
redes
P2P
no
abre
los
ficheros
descargados
a
través
de
estas
redes
si
no
tiene
la
certeza
de
que
han
sido
analizados
previamente
por
un
antivirus.
En
línea
con
la
Agenda
Digital
para
España
y el
Plan
de
Confianza
en
el
Ámbito
Digital,
este
estudio
representa
una
valiosa
herramienta
a la
hora
de
adoptar
protocolos
o
reforzar
medidas
por
parte
de
la
Administración,
de
cara
a
generar
una
mayor
confianza
en
la
Sociedad
de
la
Información.
Medidas
de
seguridad:
Antivirus
o
antimalware
en
el
82%
de
los
equipos
Las principales incidencias relacionadas con los menores son haber facilitado información personal (14,3%) y el acceso a contenidos de carácter sexual (11,9%). |
El
estudio
del
ONTSI
subraya
que
las
medidas
de
seguridad
con
mayor
presencia
real
en
los
equipos
informáticos
españoles
son
los
programas
antivirus
o
antimalware
(82%)
y
los
cortafuegos
(79,4%).
Estos
últimos
a
menudo
están
presentes
en
los
equipos
sin
que
los
usuarios
sean
conscientes
de
ello,
puesto
que
el
nivel
declarado
es
prácticamente
la
mitad
del
uso
real.
Los
usuarios
también
hacen
un
uso
mayoritario
de
las
contraseñas
para
proteger
sus
equipos
(58,2%).
Otras
medidas
habituales
son
la
eliminación
de
archivos
temporales
y
cookies
(52,9%),
la
realización
de
copias
de
seguridad
de
los
archivos
(40,4%),
la
partición
del
disco
duro
(24,7%)
o el
uso
de
certificados
digitales
de
firma
electrónica
(19,9%).
El
uso
de
las
cuentas
con
permisos
de
administrador
es,
en
Windows
XP,
prácticamente
del
100%.
En
sistemas
operativos
posteriores
se
reduce
su
uso
siendo
del
28,5%
en
Windows
7,
13,2%
en
Windows
Vista
y
llegando
únicamente
al
8%
en
el
caso
de
Windows
8.
Esto
se
debe
a la
configuración
por
defecto
de
las
distintas
versiones.
Con
el
fin
de
soporte
de
Windows
XP y
la
presumible
migración
de
usuarios
a
sistemas
más
actuales,
se
consigue
dar
la
vuelta
al
uso
de
esta
medida
de
seguridad.
El
12,5%
de
los
usuarios
wifi
con
conexión
propia
no
protege
su
red
o
desconoce
si
se
aplica
algún
tipo
de
protección.
Este
porcentaje
aumenta
casi
al
50%
si
se
agregan
aquellos
que
usan
el
estándar
WEP
(11,1%),
obsoleto
y
fácilmente
eludible,
o
desconocen
la
tecnología
que
usan
(25,8%).
Únicamente
un
8,2%
de
los
usuarios
declara,
asimismo,
utilizar
software
de
cifrado
en
su
terminal
móvil,
para
evitar
que
la
información
que
contiene
sea
accesible
por
terceros
en
caso
de
pérdida
o
robo.
Hábitos
de
comportamiento
en
la
navegación
y
usos
de
Internet
En
el
ámbito
de
la
banca
en
línea
y
comercio
electrónico,
la
mayor
parte
de
los
usuarios,
siempre
en
un
porcentaje
superior
al
73%,
sigue
buenas
prácticas
(cerrar
la
sesión
al
terminar,
vigilar
periódicamente
los
movimientos
de
la
cuenta
bancaria
online,
evitar
usar
equipos
públicos
o
compartidos…).
Sólo
el
40,1%
de
los
usuarios
de
banca
en
Internet
utilizan
tarjetas
monedero
o de
prepago.
También
se
demuestran
buenos
hábitos
en
el
uso
de
redes
P2P.
Dos
de
cada
3
internautas
no
abren
los
ficheros
descargados
a
través
de
estas
redes
si
no
tienen
la
certeza
de
haber
sido
analizados
previamente
mediante
un
antivirus.
Tan
solo
el
13%
de
los
usuarios
de
estas
redes
comparte
todos
sus
archivos
o no
tiene
control
sobre
lo
que
comparte
(11,8%).
Respecto
a
las
redes
sociales,
más
de
la
mitad
de
los
usuarios
(53,1%)
configura
su
perfil
para
que
sólo
sea
accesible
para
sus
contactos.
En
los
hogares
con
menores
que
acceden
a
Internet,
los
padres
declaran
mantener
un
elevado
índice
de
buenas
prácticas.
Destacan
las
medidas
de
comunicación,
diálogo
y
educación
(superior
al
80%).
La
implicación
en
la
navegación
de
los
hijos
es
inferior
al
68%
y
tan
solo
el
37,7%
ha
creado
una
cuenta
con
permisos
limitados
para
su
uso.
Destaca
también
el
hecho
de
que
el
88,1%
de
los
internautas
con
acceso
frecuente
a
Internet
posee
un
smartphone.
Incidentes
de
seguridad:
El
85%
de
los
internautas
que
los
padecen
sufren
spam
La
incidencia
más
común
que
sufren
los
internautas
continúa
siendo
el
spam,
que
afecta
a
más
del
85%
de
las
víctimas
de
algún
incidente,
mientras
que
las
relacionadas
con
virus
y
malware
son
declaradas
únicamente
por
un
31,7%
de
aquellos
usuarios
que
han
sufrido
incidencias
de
seguridad.
Considerando
este
porcentaje
del
total
de
usuarios,
el
21,1%
considera
haber
tenido
alguna
incidencia
de
malware.
El
impacto
real,
sin
embargo,
casi
triplica
al
declarado
ya
que
se
ha
detectado
un
60%
de
ordenadores
infectados
de
malware
durante
el
periodo
estudiado.
Esta
brecha
sigue
una
tendencia
ascendente
en
los
últimos
periodos,
que
indica
que
el
malware
se
oculta
cada
vez
mejor
ante
el
usuario
y
los
programas
antivirus.
Además,
el
estudio
determina
que
aunque
los
equipos
totalmente
actualizados
están
menos
expuestos
al
malware
(58,2%)
que
aquellos
que
no
tienen
aplicadas
las
actualizaciones
(61,5%),
la
diferencia
de
infección
no
es
excesiva,
solo
3
puntos
porcentuales
por
debajo.
Las
principales
incidencias
relacionadas
con
los
menores
son
haber
facilitado
información
personal
(14,3%)
y el
acceso
a
contenidos
de
carácter
sexual
(11,9%).
A
pesar
del
número
de
usuarios
que
potencialmente
tiene
su
red
inalámbrica
expuesta,
un
porcentaje
mínimo
(solo
el
1,7%)
sospecha
haber
sufrido
una
intrusión
en
su
red.
El
48%
de
los
usuarios
ha
sufrido
intentos
de
fraude
online
Respecto
a
las
consecuencias
de
los
incidentes
de
seguridad,
hay
que
destacar
que
el
48%
de
los
panelistas
ha
sufrido
alguna
vez
un
intento
de
fraude
online.
Éste,
en
el
27%
de
las
ocasiones,
tenía
forma
de
comercio
electrónico
o de
loterías,
casinos
y
juegos
online.
En
general,
la
estrategia
que
se
sigue
en
este
tipo
de
fraudes
es
moverse
en
cifras
monetarias
bajas,
con
el
objetivo
de
evitar
la
consideración
de
delito
según
el
código
penal.
Así
el
65,5%
de
los
fraudes
online
y el
79,5%
de
los
telefónicos
estafaron
menos
de
100
euros.
Entre
los
usuarios
que
han
sufrido
alguna
incidencia
de
seguridad,
casi
un
tercio
(30,5%)
modifica
sus
hábitos.
Las
medidas
más
populares
son
el
cambio
de
contraseñas
y la
actualización
de
las
herramientas
ya
instaladas.
Las
incidencias
que
en
general
promueven
a
los
usuarios
a
cambiar
contraseñas
son
la
intrusión
wifi
y la
suplantación
de
identidad.
El
spam,
incidencia
más
extendida
entre
el
fraude
online,
es
la
que
menos
empuja
a
los
usuarios
a
modificar
su
comportamiento
en
la
red.
Además,
el
42,3%
de
los
internautas
piensa
que
pueden
resolver
por
sí
mismos
los
problemas
de
seguridad
que
puedan
surgir
al
navegar
por
Internet.
|