Reconoce
que
lo
que
más
admira
de
este
tipo
de
encuentros
de
profesionales
de
la
mediación
es
que
los
asistentes
vienen
a
hablar
y a
discutir
de
mediación.
“Es
un
foro
único
de
reflexión
y de
punto
de
encuentro
y de
sobre
todo
de
saber
que
los
problemas
que
tenemos
aquellos
que
nos
dedicamos
a la
mediación
son
comunes”,
comenta
José
Antonio
Veiga,
experto
mediador
y
director
académico
del
título
propio
Experto
en
Mediación
familiar,
civil
y
mercantil
de
la
Universidad
Europea
Miguel
de
Cervantes,
de
Valladolid,
organizador
de
estas
Jornadas
celebradas
este
fin
de
semana
en
Palencia
que
bajo
el
titulo
“ Ha
pasado
un
año,
Y
ahora
¿
qué?”
han
congregado
a
abogados,
psicólogos,
graduados
sociales,
docentes,
todos
ellos
profesionales
que
ejercen
la
mediación
de
toda
España.
Con
él
hemos
compartido
este
fin
de
semana
y
agradecemos
su
invitación
para
que
este
periodista
haya
podido
explicar
a
estos
profesionales,
emprendedores
jurídicos
todos
ellos,
el
papel
de
los
medios
de
comunicación
en
la
mediación.
Con
Veiga
hemos
pasado
revista
a
este
año
de
la
mediación
en
la
que
hay
muchos
interlocutores
que
dicen
que
median
y
pocas
mediaciones.
“El
reto
es
poder
introducir
la
mediación
en
la
empresa
desde
la
empresa
familiar.
Las
empresas
que
utilizan
la
mediación
reducen
los
conflictos
y
son
más
productivas
que
sus
rivales”,
comenta.
En Primera
persona
“Queremos que
estas
Jornadas
sean
un
referente
para
el
profesional
de
la
mediación.
Siempre
las
dejamos
al
final
de
año
para
hacer
balance
de
lo
que
ha
sido
cada
uno
de
ellos.
En
esta
oportunidad
con
el
lema
“Y
después
de
un
año
más
que”,
hemos
pretendido
ahondar
en
la
situación
de
la
mediación,
aprobado
su
Reglamento
hace
casi
un
año.
Nuestra
vocación
es
que
todos
los
años
exista
este
foro
en
Castilla-León.
En la primera
jornada,
celebrada
el
pasado
año,
hablamos
de
la
mediación
como
profesión
o
actividad
profesional
y
ahí
nos
dimos
cuenta
que
pese
a
nuestros
deseos
de
momento
es
una
actividad
profesional.
En
esta
oportunidad
la
idea
es
ver
qué
vamos
a
hacer
tras
este
año.
Es
evidente
que
si
la
administración
no
nos
ayuda
es
porque
no
pueden.
Mi
mensaje
en
la
apertura
de
las
jornadas
era
sacar
la
mediación
de
los
despachos
y
dejar
de
hablar
de
lo
mismo
siempre.
Hace ya muchos
años
que
trabajo
en
mediación
compaginándolo
con
mi
actividad
de
docente.
Soy
Licenciado
en
Psicopedagogía
por
la
Universidad
Pontificia
de
Salamanca
y
desde
hace
unos
años
Director
Master
Mediación
Familiar
en
la
Universidad
Europea
Miguel
de
Cervantes
de
Valladolid.
Me
introduje
en
este
mundo
al
ver
que
muchas
parejas
separadas
podrían
mejorar
su
situación
desde
esta
perspectiva.
Hay que reconocer
que
trabajar
como
mediador
es
una
actividad
que
engancha
a
quien
la
práctica.
No
hay
nada
más
gratificante
que
dos
partes
te
den
las
gracias
por
haber
reducido
el
conflicto
y
encontrado
una
solución.
El
gran
poder
del
mediador
es
de
su
palabra”.
Sr. Veiga,
¿No
cree
que
el
Ministerio
de
Justicia
tiene
contraída
una
deuda
moral
con
los
mediadores,
impulsores
de
la
mediación
hace
muchos
años,
incluso
antes
que
existiera
cualquier
legislación?
Es posible
que
debiera
haber
apostado
más
por
nosotros,
los
mediadores.
La
verdad
que
la
puesta
en
marcha
tanto
de
la
Ley
hace
dos
años
como
el
propio
Reglamento
,te
puede
haber
gustado
más
o
menos
pero
era
una
necesidad
para
nuestra
actividad.
Sin
embargo,
si
he
echado
de
menos
que
apostará
por
nosotros
y
nos
ayudase
a
difundir
la
mediación.
Campañas
institucionales
existen,
las
de
tráfico
para
prevenir
accidentes
son
muy
conocidas.
Son efectivas
y
llegan
a la
opinión
pública.
Cuando
la
Comunidad
de
Castilla-León
aprobó
la
ley
de
mediación
regional
hizo
una
campaña
que
ayudó
a la
difusión.
Es
la
lluvia
fina
que
nos
ha
faltado
a
nivel
nacional
para
llegar
a
muchos
sitios.
Si los ciudadanos
hubiesen
visto
el
respaldo
del
Ministerio
de
Justicia
en
una
campaña
divulgativa
quizá
estaríamos
en
otra
situación
diferente
de
la
actual
El lema de
las
jornadas
es
“Y
un
año
más,
ahora
que…
¿Le
sorprende
la
gran
profusión
de
mediadores
e
instituciones
de
mediación
que
existen
en
estos
momentos?
Lo esperaba
si
le
soy
sincero.
Creo
que
uno
de
los
fallos
del
Reglamento
se
encuentra
en
la
formación
del
mediador.
Se
ha
dejado
muy
abierto
y se
deja
que
entren
en
esta
actividad
entidades
que
no
se
dedican
a
esto.
Se debía haber
dejado
donde
estaba
en
Universidades
y
Colegios
Profesionales
además
de
Escuelas
de
Negocio
y
solo
abrir
la
mano
a
otras
instituciones
con
prestigio
y
con
cursos
homologados.
Es
el
caso
de
los
cursos
online
de
dudosa
calidad
sin
duda.
Es curioso,
un
Registro
de
Mediadores
e
Instituciones
voluntario
pero
en
el
que
si
no
apareces
no
legitimas
ante
terceros
tu
existencia
como
profesional.
Creo que es
un
error
su
voluntariedad.
Tendría
que
ser
obligatorio
y
con
mayor
importancia
que
la
que
tiene.
El fenómeno
de
la
mediación
tiene
unas
raíces
fuertes
ancladas
en
los
asuntos
de
familia,
¿Esto
es
bueno
o
malo
para
el
futuro
de
la
mediación?
Tengo mis
dudas
al
respecto.
No
podemos
olvidar
que
en
estos
momentos
el
80
por
ciento
de
las
mediaciones
que
se
hacen
en
España
son
familiares.
Se
conoce
más
la
mediación
familiar
y es
aún
una
asignatura
pendiente
la
mediación
en
los
ámbitos
civil
y
mercantil
Hay que darse
cuenta
el
poco
conocimiento
que
tiene
la
mediación
en
nuestro
país.
Los
pocos
que
lo
conocen
lo
identifican
con
un
tema
de
familia.
Muchas
de
las
leyes
autonómicas
que
se
aprobaron
antes
de
la
Ley
Civil
y
Mercantil
también
regulaban
la
mediación
familiar
en
muchas
CCAA.
Da la sensación
que
el
reto
de
la
mediación
es
entrar
en
la
empresa.
Sin lugar a
dudas,
la
mediación
mercantil
que
llegue
a
las
empresas,
quizás
a
través
de
la
empresa
familiar,
pilar
de
la
economía
española.
Y en
este
ámbito
crear
los
protocolos
adecuados
para
cuaje
como
actividad.
Muchos
de
los
conflictos
que
se
genera
en
ese
entorno
son
perfectamente
mediables.
¿Qué debe
hacerse
para
convencer
a
una
empresa
familiar
que
acuda
a
mediación?
Le puedo comentar
lo
que
hemos
hecho
en
algunas
mediaciones
de
este
tipo.
Lo
primero
que
se
debe
hacer
es
hablar
con
el
patriarca
de
la
empresa;
se
trata
de
conocer
la
situación
y
ver
que
alternativas
existen.
Se
trata
de
convencerle,
no
tanto
del
coste
económico
sino
del
emocional
del
conflicto.
Se trata que
las
empresas
se
den
cuenta
que
si
reducen
los
conflictos
van
a
poder
producir
más
porque
la
capacidad
de
sus
trabajadores
va a
ser
superior
a si
trabajan
en
un
entorno
con
crisis,
podemos
ir
entrando
como
solución.
De hecho mi
apuesta
es
aún
más
atrevida,
si
ya
existen
los
departamentos
de
RRHH
o
Relaciones
Laborales
también
se
puede
crear
otro
de
Resolución
de
Conflictos.
Se
trata
que
las
propias
empresas
ayudarán
a
sus
trabajadores
a
liberarse
de
esa
carga
psicológica
que
generan
los
propios
conflictos.
¿Es bueno
que
el
mediador
se
especialice
en
cada
ámbito
de
actuación?
La formación
de
origen
es
similar
pero
luego
el
mediador
se
especializa
en
función
de
los
itinerarios
formativos
que
adquiera
a
medio
plazo.
Al
final
nadie
duda
que
con
esa
especialización
conoces
matices
importantes
en
esa
actividad
profesional.
Eso da más
seguridad
a
las
partes
que
ven
que
ese
profesional
también
conoce
su
ámbito
de
actuación
además
del
aspecto
psicológico
del
asunto.
En
el
último
seminario
de
mediación
para
Arquitectos
que
he
impartido
ellos
valoran
mucho
que
conozcas
su
actividad.
Y sobre la
mediación
colaborativa,
actividad
que
convierte
al
mediador
en
una
parte
activa
del
proceso
¿como
la
valora
usted?
Si, es una
buena
alternativa
a lo
tradicional.
Creo
que
mi
manera
de
mediar
se
entiende
desde
esta
perspectiva.
El
mediador
es
una
de
las
tres
partes
del
proceso
y
debe
tener
una
actitud
más
proactiva
que
escuchar.
Aunque
el
conflicto
sea
suyo
de
alguna
manera
también
lo
haces
tuyo.
Para
ayudarles
tienes
que
implicarte
con
ellos
y
colaborar
más
estrechamente.
Y
que
vean
que
el
mediador
entiende
la
situación
en
la
que
están.
¿Qué nichos
de
mercado
emergentes
se
vislumbran
para
la
mediación?
Hay campos
muy
emergentes
como
en
la
administración
de
fincas;
también
la
mediación
vecinal
y
comunitaria
va a
experimentar
un
amplio
crecimiento
en
nuestro
país.
Y
sobre
la
empresa
lo
que
le
vengo
comentado,
la
empresa
familiar,
especialmente,
como
otro
de
los
grandes
campos
donde
se
puede
aplicar
esta
fórmula
alternativa
de
resolución
de
conflictos.
Mención especial
la
mediación
escolar,
creo
que
sería
muy
interesante
introducir
a
nivel
transversal
esta
disciplina
en
los
centros
educativos.
De
esa
manera
cuando
estos
niños
se
convirtieran
en
adultos
y se
enfrentasen
a
nuestra
sociedad
ya
tendrían
una
manera
aprendida
de
resolver
los
conflictos.
Colegas
suyos
hablan
de
la
fuerza
de
la
abogacía
en
el
desarrollo
de
la
mediación.
Da
la
sensación
que
ya
no
se
oponen
tanto
y ya
lo
ven
como
un
servicio
que
dan
a su
cliente.
Tiene mucha
fuerza
y
eso
nadie
lo
discute.
Pero
tienen
que
darse
cuenta
que
los
mediadores
no
les
quitamos
nada.
Yo
no
soy
abogado
y
muchos
de
mis
compañeros
tampoco
lo
son.
En
las
mediaciones
la
figura
de
la
comediación
cada
vez
es
más
habitual.
El
abogado,
que
conoce
la
parte
jurídica,
con
el
otro
mediador
que
conoce
mejor
el
conflicto
emocional.
Es bueno acercarnos
a
los
abogados,
que
vean
lo
que
hacemos
de
cara
a
buscar
una
colaboración
entre
ambos
colectivos.
Creo
que
en
el
momento
que
conocen
la
mediación
cambia
mucho
su
actitud
hacia
ella.
En estas
jornadas
han
sido
autocríticos
y
han
analizado
porque
no
llegan
mediaciones
como
se
esperaba…
Tenemos que
serlo
es
el
problema
principal
que
tenemos
los
que
trabajamos
en
mediación.
Desde
esta
perspectiva
sabemos
que
tenemos
que
impulsar
acciones
comunes
para
que
se
conozca
realmente
lo
que
es
la
mediación.
Es fundamental
esa
unidad
de
acción
visto
que
las
instituciones
públicas
por
muchos
motivos
no
nos
van
a
ayudar
en
lo
que
es
la
promoción
de
la
mediación.
Necesitamos
un
referente,
un
portal
o
una
institución
que
nos
sirva
de
referencia
en
nuestra
actividad.
Que
nos
dirija
y
nos
marque
unas
pautas
mientras
las
Universidades
deciden
si
la
mediación
se
va a
convertir
en
un
grado,
o
mejor
dicho
la
resolución
de
conflictos,
desde
donde
podríamos
hacer
muchas
cosas. |