Estimado navegante:
Hemos tenido la fortuna de vivir lo que es un Congreso de la Abogacía en toda la extensión de la palabra. Esta cita que tiene lugar cada cuatro años es uno de los momentos en que abogados y sus Colegios pasan revista a los temas de más actualidad y diseñan estrategias conjuntas de cara al futuro.
Han sido tres días intensos con ponentes de primera fila como los magistrados del Supremo José Manuel Maza y Luciano Varela, las fiscales Elvira Tejada y Pilar Rodríguez o abogados de primera fila como Javier Fernández Samaniego, Carlos Sánchez Almeida, Javier de la Cueva o los incombustibles Antonio Garrigues y Miquel Roca.
Sobre la mesa, muchos temas polémicos de gran interés y en donde solo hemos echado en falta alguna jornada sobre la reforma fiscal y otra sobre mediación y arbitraje, temas que preocupan a todos y que parecen en los próximos años de gran interés tanto para los profesionales como para el propio ciudadano.
Acaba el Congreso de Vitoria donde nuevo Carlos Carnicer, presidente del CGAE lanza dos ideas fuerzas que le han acompañado en estos años; la necesidad de una Ley Orgánica que regule el derecho a la defensa, como tema más profesional. Y otra, más estructural donde emplaza a la abogacía a liderar e impulsar un nuevo Pacto de Estado sobre la justicia.
Ya lo decíamos hace algunos días en este mismo blog http://goo.gl/jgkgYk que se habían perdido cuatro años. Sabemos que ahora entramos una espiral electoral de la que no esperamos mucho, pese a lo igualado de los resultados según señalan las encuestas.
Sin embargo, cuestiones como por ejemplo la de los abogados del Turno de Oficio de Madrid podrían quedarse en un limbo si antes del 24 de mayo no se abonan los honorarios que se les debe del 2014 a estos profesionales.
En este cambio de ciclo la abogacía institucional debe volver a recuperar el lugar que le corresponde en el sector legal. Es una buena noticia que hoy lunes, en esta Comisión que crea Catala de Justicia sin papeles, para adelantar todo lo posible el desarrollo tecnológico en la justicia, se encuentre representada la abogacía, amén de otros operadores.
Pero queda mucho por hacer. Es el momento de la unidad de acción desde el nuevo Estatuto General de la Abogacía que según nuestras informaciones ya estará aprobado definitivamente antes de este verano que tiene todas las pintas de ser caluroso e intenso, de hecho Catalá ya ha pedido que al menos en julio el Congreso esté operativo. Y es que las reformas pendientes son unas cuantas.
En esa unidad de acción de la abogacía, este Congreso no ha disipado la duda de quién será su capitán general para los próximos años. El año que viene hay elecciones en el CGAE y no sabemos aún si Carlos Carnicer se presentará a un nuevo mandato. Se lo preguntamos directamente nada más que leyera la citada Declaración de Vitoria. Desde fuera parece que Carnicer seguirá como presidente del CGAE aunque si no lo hiciera se abriría un espacio para que otros decanos se presentasen. Estaremos pendientes de este movimiento interno.
En un país en crisis, con tal altos niveles de corrupción, necesitamos leyes bien hechas y políticos comprometidos con la honestidad. La abogacía, institucional y de a pie deben ser uno de los pilares claves de esta sociedad que apuesta por la regeneración y en donde la tecnología va a tener un mayor protagonismo si cabe.
Entramos, pues en una etapa decisiva para nuestro país, donde la voz de los abogados y su buen hacer debe tenerse en cuenta
Un cordial saludo
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