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27 de ENERO de 2016

José F. Merino Merchán:
“Sin una formación de base sólida no se puede ejercer en el mundo del arbitraje con garantías”

Luisja Sánchez / CanalCIMA

José F. Merino Merchán

En todo programa formativo de gran calado hay un director de orquesta o responsable máximo. En esta oportunidad es José Fernando Merino Merchán, abogado y creador de la única cátedra de arbitraje que existe en nuestro país, ubicada precisamente en la Universidad Rey Juan Carlos, el director de este Curso de Arbitraje y Mediación que acaba de empezar su duodécima edición. Más alumnos que nunca; tanto jóvenes profesionales que se introducen en el arbitraje por vez primera como expertos juristas que quieren actualizar sus conocimientos.  Como docentes figuras del arbitraje como Manuel Olivencia, vicepresidente de Cuatrecasas, Goncalves y Pereira, José María Alonso,  socio director de Baker & Mckenzie o David Arias, Presidente del Club Español del Arbitraje y socio director de Arias SLP. Todos ellos expertos en la materia y árbitros de CIMA.  Minutos después de celebrarse el acto de apertura de este XII Curso de Arbitraje y Mediación, hablábamos con él.

Después de doce ediciones de este Curso de Arbitraje y Mediación, usted debe sentirse satisfecho de la evolución de esta actividad, ¿verdad?

Desde luego que si. Empezamos hace trece años con una iniciativa muy novedosa en nuestro país. Cada año crece el interés por el curso y tenemos cada vez más alumnos en cada edición de este Programa Formativo.

¿Qué es lo que ha aportado la Cátedra Universidad Rey Juan Carlos –CIMA al desarrollo de esta actividad formativa?

Creo que CIMA es un partner de primer nivel para nuestra actividad docente. Gracias a ellos contamos con profesionales muy buenos, todos ellos primeras figuras del arbitraje, árbitros de la entidad o relacionados con la institución, que son los que imparten las clases.

Los jóvenes quieren ser árbitros o abogados de parte, pero me imagino que hace veinte años no era tan sencillo formarse en esta práctica tan novedosa.

El arbitraje es un mundo nuevo, diferente a la jurisdicción ordinaria, y los jóvenes juristas que quieren formarse pretenden de alguna forma ser parte de esta cultura nueva jurídica que emana de su práctica.

Para muchos expertos es un lenguaje común a todos los países del mundo, basado en el tratado de Nueva York, lo que hace que profesionales de este Curso puedan estar en contacto con otros de otros países porque la base jurídica es común.

Usted como experto en arbitraje y formador, me imagino que no le costará mucho detectar si entre estos jóvenes que están matriculados en este Curso hay verdaderos expertos en arbitraje a corto y medio plazo..

Si, ya se puede ver por ciertos indicios y formas de actuar del propio alumno, por su dedicación y estudio si realmente estamos ante un experto en arbitraje de nivel.  Los propios docentes explican lo que hacen en el día a dia del arbitraje y en seguida ves que hay jóvenes juristas que lo captan mejor que otros esos conocimientos.  Luego se trata, tras acabar este curso de seguir vinculado al mundo del arbitraje trabajando en despachos que sean líderes en esta práctica extrajudicial.

¿Qué se les pide a estos profesionales del arbitraje que actúan como formadores este Curso de Arbitraje y Mediación?

Siempre buscamos profesionales que tengan cierta capacidad de docencia y que hayan tenido esta práctica. Desde esa perspectiva se les pide que sean garantistas y que expliquen de forma adecuada lo que es procedimiento arbitral.  Se trata, sobre todo que conozcan bien esta actividad para que exista realmente una igualdad entre las partes.

¿Hay mucha diferencia entre estos programas formativos iniciales y los que el árbitro va demandando a lo largo de su carrera profesional?

Es evidente que realizar un Curso de estas características da una base muy importante al jurista que lo realiza. Lo que sí está claro es que es la práctica profesional lo que le da a cualquiera los fundamentos definitivos para poder afrontar casos difíciles.

“Estos jóvenes juristas que acaban este Curso de Formación deben seguir en el mundo del arbitraje. Es fundamental que contacten con entidades como CIMA o colaboren con despachos de abogados de prestigio”

La formación ayuda ser buen árbitro. Desde su punto de vista ¿Qué rasgos deben definir a estos profesionales?

Las partes advierten pronto que se encuentran ante un árbitro bien formado y preparado cuando analizan dos variables. La primera, sin esa formación inicial de base, se nota en seguida que no se conoce la práctica arbitral ni el procedimiento. De momento las universidades salvo la Rey Juan Carlos dan la espalda al arbitraje a nivel docente

Es cierto, en la carrera de Derecho no existe una disciplina de arbitraje a este respecto..

Desde luego, la Cátedra de Arbitraje que creamos hace trece años sigue siendo única en nuestro país. Los alumnos estudian derecho procesal o civil pero tienen una laguna notable que no conocen el arbitraje..

Y el futuro de estos profesionales; ¿Cuál es, entonces?

Creo que una vez que acaban de forma satisfactoria este Programa Formativo deben seguir en el mundo del arbitraje o en el de la mediación. De hecho las cien horas que están en el Programa le habilitan a uno, si así lo desea para ser mediador tal y como señala la normativa actual aprobada recientemente.

 

 

 
 
 

 

 

 
 
 
 
 
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