La reforma de la Justicia no entra en campaña Cuatro partidos, cuatro modelos de Justicia. A pesar de las coincidencias, un Pacto de Estado parece todavía lejano

Publicado el viernes, 26 abril 2019

Dos debates electorales. Dos horas de duración cada uno. Ríos de tinta tras ellos. Ni un solo minuto dedicado a la Administración de Justicia. A pesar de ser uno de los pilares del Estado de Derecho, de vital importancia para una sociedad justa y democráticamente aceptable, la Justicia sigue siendo un tema espinoso. El reciente fracaso, tras meses de trabajo en comisión parlamentaria, de un Pacto de Estado para la Justicia, muestra como los principales partidos son incapaces de superar algunos escollos como la elección del Poder Judicial o la subordinación de la Fiscalía General del Estado al Gobierno de turno. PSOE, PP, Ciudadanos y Podemos tienen cuatro modelos de Justicia distintos, pero con un 80% de coincidencias. Ese 20% restante, paraliza una reforma imprescindible desde hace años.

Núria Ribas / @oikit

Justicia

Un modelo de Justicia transparente, cercana a los ciudadanos, más tecnológica y con más inversión para, por ejemplo, dignificar las sedes judiciales de todo el país”, apuntaba Rafael Catalá, ministro de Justicia con el Gobierno popular de Mariano Rajoy y cabeza de lista por Cuenca en las elecciones de este domingo. Catalá sufrió como ministro dos huelgas generales de la judicatura, harta de que sus catorce propuestas de reforma no fueran escuchadas. E insiste, a pesar del caos que ha supuesto Lexnet, en “promover la sede judicial electrónica para la atención permanente, el sistema de gestión procesal integrado, la firma electrónica y las comunicaciones telemáticas«.

Más inversión, “claro. Pero ¿dónde y qué partidas?”, le respondía a Catalá la diputada de Unidas Podemos, Gloria Elizo, en el debate sobre modelo de Justicia que organizó hace poco el Consejo General de la Abogacía al hilo de las elecciones del 28-A. “Entre los años 2007 y 2017, hemos invertido en Justicia por encima de la media europea. Pero tenemos los mismos problemas que en la década anterior. Está claro que debemos auditar para saber qué problemas hay y dónde invertir el presupuesto. Solo hace falta voluntad política”, asegura Elizo. “Solo así podremos implementar el que para nosotros es el modelo de Justicia: un servicio público de calidad”.

Pero en eso estamos de acuerdo”, asegura el socialista Juan Carlos Campo. “Creo que los cuatro partidos podemos ponernos de acuerdo en un 80% de los casos. Así que nuestro modelo de Justicia es aquel que seamos capaces de dotarnos entre todos”. Campos reivindica así ese Pacto de Estado por la Justicia tan reclamado, pero inaccesible gracias a la dinámica partidista.

Para Ciudadanos, esa dinámica entorpecedora es culpa de los dos partidos que han ostentado el poder los últimos cuarenta años, PSOE y PP. “No hace falta buscar grandes modelos: el modelo de Justicia que defendemos es el que ya recoge la Constitución. Solo hace falta aplicarlo”, defendió en la sede del CGAE el diputado de Ciudadanos Nacho Prendes. “La Justicia debe ser un poder del Estado y un servicio público esencial. ¿Qué han hecho PSOE y PP los último cuarenta años? Por favor, si el último diagnóstico fue en 1997 con El Libro Blanco de la Justicia. Y la Oficina Judicial teóricamente aprobada el año 2009 no está todavía implementada”, se lamenta Prendes.

Con el Poder Judicial hemos topado

El PSOE niega la mayor y recuerda el Plan de Reforma de la Justicia 2009-2012 aprobado por el entonces Gobierno Zapatero. Pero Juan Carlos Campo asegura, al mismo tiempo, que “el modelo actual está agotado”. “Nunca hemos tenido una Justicia moderna. La Constitución de Cádiz ya pedía una reforma para tener una justicia efectiva, pronta e imparcial”, asegura Campo.

Hay, obviamente, evidentes palos en las ruedas para conseguir el Pacto de Estado. Uno de ellos es cómo elegir a los miembros del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). Felipe González, en 1985, legisló para que estos fueran escogidos por el Congreso y el Senado – a propuesta de la judicatura- y así evitar lo que entonces, demasiado reciente la época franquista, sucedía: mayorías conservadoras aplastantes. Pero con el tiempo, la elección del CGPJ se ha convertido, a ojos de la ciudadanía, en un cambio de cromos entre los dos principales partidos, PSOE y PP, con alguna cesión a los nacionalistas del PNV y de la antigua CiU.

El fin del bipartidismo ha puesto en tela de juicio este sistema. Incluso el PP quiere legislar para cambiar el modelo de elección. Propone, por ejemplo, que los doce vocales del CGPJ de procedencia judicial sean elegidos por los jueces y magistrados. El PSOE pasa de puntillas por este tema, aunque en sede parlamentaria el pasado mes de noviembre, el presidente Pedro Sánchez defendió que sea el poder legislativo quien escoja a los vocales del Poder Judicial y que “esto no afecta a su independencia”.

Podemos, por su parte, no cree en un modelo en el que sean los propios jueces los que elijan al CGPJ. Defienden que debe hacerlo el poder legislativo (Congreso y Senado), pero “reformando el reglamento del Congreso para que sea una negociación transparente, no un reparto de cromos entre PSOE y PP”, apunta Gloria Elizo.

La cuarta propuesta para el CGPJ, la de Ciudadanos, consiste en volver al sistema original de elección de sus miembros, la que justamente modificó Felipe González en 1985. Que el poder legislativo siga escogiendo a los ocho juristas que conforman la cúpula del Consejo, como recoge la Constitución, pero que los doce vocales restantes sean elegidos directamente por jueces y magistrados mediante «listas abiertas y voto personal, libre, igual, directo y secreto».


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Sobre el autor
Núria Ribas

Periodista. Más de 20 años de experiencia en medios escritos y en comunicación política y corporativa. Periodismo jurídico, económico, político y cultural. Veraz siempre; parcial, también. @oikit

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