LexNIET

Publicado el miércoles, 2 agosto 2017

LexNIET

Hans A. Böck / @LP_hans

Tengo que confesar que yo contaba entre los que daban cierto crédito y un avance de confianza al ministro de Justicia, Rafael Catalá, cuando anunció la puesta en marcha de LexNIET y la obligada digitalización de la Justicia y de la profesión del abogado. Me parecía necesario y muy positivo éste esfuerzo.

Pero al cabo del tiempo me he tropezado con una cantidad de críticas como las que nos hicieron llegar en nuestro programa de radio decanos como Jose Muelas y Orial Rusca, gente de “poca influencia en el sector legal”. Un emprendedor digital como Pablo Rabal me confesaba que su plataforma online de reclamaciones imprimía cerca de 40.000 folios al mes. Y se me ocurrió lo que dice el título: LexNIET.

Ahora me tengo que leer una fila de artículos analizando el MEGA-FALLO del sistema, que aparentemente ha tenido la misma seguridad que el frigorífico de mi casa: ninguna. El fallo de seguridad no se lo hubiera ni ocurrido a los chavales de mi pueblo que programan y hackean en sus aulas como unos auténticos profesionales. Pero al Ministerio de Justicia si se le ha pasado. Podría simplemente haber consultado con el INCIBE y sus programas, que es del Ministerio de Industria, que son colegas, creo, para implantar mínimamente algo de seguridad.

Si LexNIET fuese un programa de pago, seguramente no se habría vendido más que dos licencias, la del Ministro de Justicia y la del informático jefe del ministerio. Los demás hubiéramos pasado olímpicamente de pagar por algo que no cumple con los requisitos mínimos de seguridad, que está de baja cada dos por tres, que nos está hecho para la forma de trabajar de los abogados y que lleva tecnológicamente más de tres años de retraso.

Que la digitalización es necesaria, no cabe duda. Que los abogados se han hecho con la idea de que se puede presentar escritos directamente desde sus ordenadores ha sido un cambio de cultura asumido por la profesión, pero que nos hayan colado una tremenda chapuza es inadmisible.

Nuestra justicia sigue imparcial, ciega y POBRE.

Hay que demandar con urgencia unas declaraciones al ministro y una profunda explicación que restaure algo de la confianza perdida. No se puede utilizar un sistema en contra de sus usuarios y con semejantes huecos de seguridad.

Sobre el autor
Hans A. Boeck

Editor y Director de Lawyerpress. Fundador del grupo Lawyerpress. Periodista con más de 30 años de experiencia en medios nacionales e internacionales. Idiomas: Español, alemán, inglés. Correo electónico: hab@lawyerpress.com y Twitter @LP_hans

Comenta el articulo