El titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 3 de Tudela
ha dictado la primera sentencia en Navarra por el nuevo delito de acoso (stalking).
En concreto, ha condenado a un acusado que alteró la vida de una mujer al
hacerle llamadas de teléfono y enviarle mensajes de audio y texto —los
últimos de contenido sexual—, así como fotografías.
En la sentencia, dictada de conformidad, el magistrado ha impuesto al
inculpado una multa de 480 euros, así como la prohibición de comunicarse con
la denunciante de cualquier forma o manera —por escrito o verbalmente—
durante seis meses.
En la resolución se considera probado que el acusado, de 37 años, en
diferentes fechas a lo largo del presente mes de marzo, a raíz de conocer a
la denunciante por la pérdida y recuperación de un perro de su propiedad,
comenzó a realizarle llamadas telefónicas y enviarle los citados mensajes,
que alteraron su vida cotidiana.
El juez explica que el bien jurídico protegido es la libertad de obrar,
entendida como la capacidad de decidir libremente. Las conductas de stalking
afectan al proceso de formación de la voluntad de la víctima en tanto que la
sensación de temor e intranquilidad o angustia que produce el repetido
acechamiento por parte del acosador, le lleva a cambiar sus hábitos, sus
horarios, sus lugares de paso, sus números de teléfono, cuentas de correo
electrónico e incluso de lugar de residencia y trabajo.
Asimismo, añade el magistrado, se protege también el bien jurídico de la
seguridad, esto es, el derecho al sosiego y a la tranquilidad personal.