@LP_Hans
En
el
mundo
circulaban
en
2012
unos
2500
exabytes
(Equivale
a 1018 bytes)
de
información.
Para
2020
se
estima
40.000
EB.
Una
cantidad
cuya
magnitud
se
me
escapa,
pero
cuya
importancia
y
vulnerabilidad
es
obvia.
Imaginemos,
que
nuestros
responsables
políticos
enfrascados
en
la
configuración
de
un
nuevo
gobierno
se
mandan
tweets
para
invitarse
a
negociar
o
pactar,
pero
en
privado
se
mandan
luego
mensajes
por
Whatsapp,
como
cualquier
ciudadano
y
para
el
consenso
se
crean
incluso
grupos
en
éste
servicio
de
mensajes.
Los
documentos
con
las
propuestas
las
comparten
vía
Dropbox
y a
sus
militantes
les
informan
vía
Mailchimp.
Las
reuniones
se
retratan
en
Instagram
y el
streaming
de
las
reuniones
nos
llegara
por
Periscope.
Un
escenario
idílico,
como
el
que
experimentamos
cualquier
mortal.
Por
un
lado
nos
podríamos
alegrar,
porque
parece
que
todo
se
hace
en
público
y es
transparente,
pero
por
otro
lado
¿nos
imaginamos
lo
que
significan
estas
informaciones
en
manos
de
terceros?
No
hace
falta
ni
servicio
de
espionaje.
Las
incidencias
de
robo
de
datos
son
ya
tan
frecuentes
que
ni
salen
ya
en
las
portadas
de
los
medios.
Quizás
muchos
usuarios
“normales”
se
acuerden
del
robo
de
datos
de
Meetic
por
sus
“picantes”
connotaciones.
Según
un
estudio
de
PwC
en
el
Reino
Unido
el
90%
de
las
grandes
organizaciones
y el
74%
de
PYMES
han
sufrido
ataque
a
sus
datos,
y la
tendencia
marca
un
crecimiento
mayor.
En
la
web
de
information
is
beautiful
tenemos
gráficos
interactivos
sobre
éste
fenómeno,
y no
es
nada
agradable
ver
a
muchos
de
nuestros
servicios
habituales
apareciendo
con
sus
globitos.
Es
difícil
imaginarnos
que
en
el
mundo
tan
ideal
que
nos
sugieren
los
anuncios
sobre
Apps
y
plataformas
de
e-Commerce
se
esconde
un
problema
global:
el
cliente
de
cristal.
¿O
Usted
no
ve
ya
sólo
anuncios
tanto
en
su
browser
como
en
Facebook
o
Twitter
que
le
sugieren
cosas
que
ya
había
buscado
o
comprado
anteriormente?
Nuestros
datos
vuelan
por
el
globo
y ni
las
indicaciones
de
los
cookies
nos
pueden
alarmar.
Nunca
leemos
los
acuerdos
de
privacidad,
ni
destachamos
las
casillas
que
autoriza
a
terceros
a
utilizar
nuestros
datos.
El
Día
Europeo
de
Privacidad
nos
debe
alertar
para
crear
una
conciencia
respecto
a la
privacidad.
Gracias
a la
labor
de
la AEPD,
de
Incibe
y de
muchas
otras
organizaciones
recibimos
información
y
advertencias.
Los
abogados
TIC
saben
un
rato
de
los
riesgos
de
privacidad,
sólo
deberíamos
hacerles
algo
de
caso.
Por
lo
menos
este
día
28
de
Enero.. |