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10 de SEPTIEMBRE de 2015

El futuro de los abogados

LAWYERPRESS

Por Alejandro Sánchez del Campo, @replicantelegal

 

Alejandro Sánchez del CampoInternet, la digitalización y las nuevas tecnologías han provocado enormes cambios en muchos sectores económicos. Los abogados habíamos permanecido relativamente ajenos a esa revolución pero las cosas están cambiando en los últimos años, sobre todo en el mundo anglosajón.

Como apunta Fernando Mier en un brillante artículo sobre las trampas del pensamiento inductivo publicado en +More Than Law hace más de un año, muchos abogados nos aferramos a como ha sido la profesión hasta ahora, y  nos negamos a reconocer la evidente transformación que ha sufrido nuestro negocio. Nos pasa como a los pavos, que tienen una percepción de los humanos como unos seres generosos que cuidamos de ellos y los alimentamos espléndidamente sin ningún motivo aparente… hasta que llega el día de Thanksgiving.

Dicha transformación está siendo liderada por empresas con base tecnológica, que tradicionalmente no habían jugado un papel relevante en el mercado legal, pero todo apunta a que los principios que rigen la denominada “economía colaborativa” van a terminar impregnando también al sector jurídico. Los clientes van a tener cada vez más alternativas por lo que empezarán a demandar servicios online de calidad a precios asequibles. Eso va a hacer difícilmente sostenible que, por ejemplo, 70.000 abogados sigan ejerciendo en Madrid.

¿Qué podemos hacer entonces? Está claro que hay que cambiar cosas. Este vídeo nos da seis pistas para adaptarnos al nuevo entorno, mejorar la productividad y convertirnos en profesionales digitales porque dentro de unos años no habrá abogados 2.0 y letrados tradicionales. El profesional que no tenga habilidades técnicas, tendrá muy complicado seguir siendo competitivo.

Uno de los abogados que mejor ha entendido lo que está pasando es el canadiense Jordan Furlong. En su libro “The new world of legal work. The changing rules of the 21st century” disecciona la situación de una forma muy certera y ofrece valiosos consejos tanto a los abogados de despacho como a los in-house. El libro empieza con una frase que puede desconcertar a muchos: “es prácticamente imposible anticipar el impacto de los acontecimientos disruptivos”. No lo cita pero esa es la tesis que defiende Taleb cuando habla de los cisnes negros, quien por cierto también menciona a los pavos en su libro.

Sostiene Furlong que las tareas legales cada vez más se van a realizar fuera de los despachos, fuera de nuestra profesión e incluso fuera del entorno humano. Afirma también que las horas facturadas dejarán de ser el principal indicador de productividad y que ésta se medirá de modo creciente por el valor aportado al cliente. Cada vez más, los asuntos jurídicos, incluso los más complicados, se tratarán como proyectos y se descompondrán en partes, que serán ejecutadas por quienes tengan las habilidades correctas y ofrezcan el precio adecuado.

La agilidad será uno de los requisitos más demandados, como ocurre actualmente en otros mercados y habrá cada vez abogados cualificados free-lance que competirán para unirse a equipos que se crearán para proyectos concretos. Esto último ya lo están potenciando empresas como Axiom Law.

Además de las cuestiones que apunta Furlong, considero que los letrados deberíamos salir más de nuestro mundo legal y tener contacto permanente con físicos, ingenieros, médicos, filósofos, economistas, etc. Ahora mismo, los fiscalistas sólo examinan los temas desde el punto de vista impositivo, los penalistas no se meten en los temas laborales (ni viceversa) y los abogados dedicados a la privacidad no ven mucho más allá de las resoluciones de la Agencia de Protección de Datos. Hay que romper esos silos internos y relacionarnos más con otras disciplinas y ciencias en las que están pasando cosas interesantísimas –la nanotecnología es un buen ejemplo- que los juristas no nos podemos permitir el lujo de ignorar. En definitiva, tenemos leer el BOE pero al mismo tiempo estar en contacto con el mundo.

En conclusión, todo indica que se avecinan curvas así que nos conviene estar muy atentos, ir abandonando progresivamente la zona de confort, potenciar nuestra creatividad y trabajar en dos elementos que cada vez van a ser más importantes como son la marca personal y la reputación online.

 

 

 

 
 
 

 

 

 
 
 
 
 
 
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