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15 de JUNIO de 2015

Togas, puñetas y redes sociales

LAWYERPRESS

Por Susana Gisbert Grifo, Fiscal

 

Susana Gisbert Grifo, FiscalVivimos tiempos en que los cambios se suceden a velocidades vertiginosas. La comunicación se vuelve instantánea y global, fundamentalmente gracias a las TIC (Tecnologías de la Información y la Comunicación, tradicionalmente conocidas como nuevas tecnologías), pero no solo en cuanto a su vertiente tecnológica meramente formal, que permite la transmisión a millones de personas en un espacio de tiempo pequeño, sino también, y de un modo muy especial,  por una cuestión de fondo y de concepto, a través de las redes sociales. Ejemplo claro de ello puede verse en el desenvolvimiento y resultados de la pasada campaña electoral, donde los moldes clásicos de campaña, constituidos por espacios gratuitos, mítines, noticias o jornada de reflexión, han quedado francamente superados por la eclosión de las redes sociales que, paradójicamente, ha traído consigo una vuelta al conocimiento de las personas de los candidatos más allá de las siglas que tal vez haya sido clave en los resultados.

En el mundo en el que nos movemos parece existir una cierta desconfianza hacia esta forma de comunicación. Y no voy a negar que muchos compañeros te miran como si acabaras de aterrizar de un platillo volante si les hablas de eso. Es cierto que la mayoría de nosotros no somos nativos digitales, y hemos de manejarnos entre los problemas de los migrantes o adaptados digitales y aquellos que ignoran este mundo o están abiertamente en contra del mismo, aunque ni siquiera lo conozcan. Pero una necesaria modernización de nuestras instituciones no puede pasar por ignorar uno de los medios más importantes de intercambio de comunicación y opinión y además, sería un error hacerlo. Deberíamos hacer una apuesta firme por incorporar estos medios a nuestro mundo que, bien utilizados, pueden constituir una herramienta con un enorme potencial. De modo especial, puede ayudar a lograr la necesaria visibilidad de cuerpos como el Ministerio Fiscal o los Secretarios Judiciales y dar una visión diferente de la Judicatura y también de las asociaciones, que necesitan transmitir su mensaje y hacerse presentes hoy más que nunca.

Poco a poco, el mundo de las redes sociales y su poder de transmisión va abriéndose camino en todos los campos, pero hay que reconocer que en un ámbito tan anquilosado para muchas cosas como el judicial, llevamos un considerable retraso. A muchos, su solo mención parece causarles sarpullidos y, aunque algo se avanza, parecemos andar en diligencia mientras el mundo se mueve en un cohete espacial. Así, y aunque es cierto que desde hace mucho tiempo tanto el Consejo General del Poder Judicial como los diferentes Tribunales de Justicia tienen sus propias cuentas de twitter desde las que proporcionan la información de interés, sin embargo, en la carrera fiscal hace muy poco que se ha creado la cuenta del Consejo Fiscal, que todavía no parece haberse consolidado del todo. A este respecto, es preciso admitir que la autonomía presupuestaria y el mayor nivel de organización del Consejo General del Poder Judicial y la existencia de gabinetes de comunicación de los Tribunales de Justicia facilitan enormemente el trabajo a la carrera judicial, pero no podemos dejar de reconocer que tampoco ha existido demasiado interés  para acometer esta vía de modernización. Pero quizás habría que plantearse que ha llegado el momento de dar el salto. Aunque dé algo de vértigo y no sepamos qué tipo de red habrá debajo. La cuenta de twitter de la Policía, con un estilo fresco y totalmente rompedor, ha sido un claro ejemplo de las enormes posibilidades que tiene este medio, dando visibilidad a la institución y habiendo sido merecedora de reconocimientos a nivel nacional e internacional. Aunque nuestra actuación no se adapte este modelo, es un claro ejemplo de cómo una institución “seria” puede modernizarse sin desdoro de su prestigio.

Por otra parte, y más allá de las cuentas o perfiles en redes de carácter oficial, florecen por doquier foros extraoficiales que permiten a sus integrantes relacionarse y compartir información de un modo que no se debería desperdiciar. Un precedente de ello lo constituyó el correo corporativo de jueces y magistrados, a través del cual se comunicaban y compartían información e inquietudes por partes iguales con la seguridad de su carácter restringido únicamente a miembros del poder judicial. No obstante, y aunque sigue funcionando, es un modelo a superar dado, entre otras cosas, su configuración poco intuitiva anclada en el esquema del correo electrónico tradicional. Paralelamente a éste, han surgido a través de redes sociales –facebook, fundamentalmente- grupos cerrados que constituyen una vía de contacto entre compañeros que en otra épocas no era posible. Son foros que pueden constituir una plataforma útil de intercambio de información, y es una lástima que las prevenciones que en ocasiones ha supuesto el uso y la participación en él no hayan permitido aprovechar las ventajas que puede reportar.

Pero tal vez donde las posibilidades de aprovechar esta vía son más amplias, sea a nivel asociativo. Las asociaciones profesionales, a día de hoy, no deberían quedarse ancladas en el modelo de comunicados unidireccionales transmitidos por correo electrónico a los asociados sin posibilidad de interacción. El abanico de posibilidades es enorme y las asociaciones no deberían permitirse el lujo de perder este tren, máxime en un tiempo donde la carencia de subvenciones impide otras posibilidades de acción. Y así, si bien es cierto que hay varias cuentas asociativas con un elevado número de seguidores y que todas cuentan con su propia página web -más o menos elaborada, y más o menos intuitiva-, también es verdad que habría que usar las opciones de interactuación entre las mismas, de modo que se utilizaran como vasos comunicantes en lugar de hacerlo como compartimentos estancos.

Por otro lado, determinadas plataformas han conseguido logros muy meritorios a través exclusivamente de las redes sociales. Sirva como ejemplo el de la llamada Brigada Tuitera (·#T) que, utilizando lo que han dado en denomina “inteligencia del enjambre” han conseguido poner en marcha todo un movimiento a partir de una mínima o inexistente inversión. Carentes de ningún tipo de organización formal, se constituyen en diversos grupos de whatsapp descentralizados que comparten iniciativas para llevar a cabo a través de twitter, acordando un día y hora para enviar mensajes a través de twitter bajo el paraguas de un hagstag, y apoyando y redireccionando en su propio blog y los de algunos de sus miembros. Por esta vía han conseguido llegar a ser trending topic y de ahí han dado el salto a los medios de comunicación digitales y analógicos, dando a su lucha contra las tasas judiciales y la precariedad de medios en justicia una enorme difusión que ha cristalizado en resultados tangibles.

También desde otros ámbitos más cercanos al judicial  se ha utilizado esta vía, y así, hace poco, Jueces para la Democracia y RIS (Rights International Spain) lanzaron una campaña bajo el hagstag #DíseloAEuropa, destinado a dar a conocer a las instituciones europeas el carácter restrictivo de los derechos fundamentales que entrañan varias de las reformas acometidas en nuestro país en los últimos tiempos. La iniciativa tuvo también gran repercusión y de las redes saltó directamente a los medios de comunicación convencionales con mucha más fuerza que lo hubiera hecho un comunicado al modo tradicional.

Otra vía a explorar son los grupos destinados a información e intercambio de opiniones jurídicas. En facebook existen varios de ellos que resultan francamente útiles tanto para estar al día de doctrina y jurisprudencia como para dar a conocer aquello que merece la pena dar a conocer, además de contener enlaces útiles para descargarse leyes y jurisprudencia. A modo de ejemplo, puede citarse el grupo de facebook denominado El Actualizador, gestionado por un Magistrado de Primera Instancia de Madrid –Ramón Badiola- desde hace cinco años, en el que se pueden descargar directamente todas las reformas y actualizaciones legales directamente a dispositivo móvil de un modo realmente eficaz y útil, además de intercambiar artículos de interés y otras informaciones como enlaces a blogs y webs interesantes para nuestra labor. Este grupo ya ha superado los 2800 miembros, entre los que se incluyen muchos profesionales del Derecho entre los que se encuentran Jueces, Fiscales y Secretarios Judiciales.

Y otro de los mundos en que vamos realmente a la cola es lo que ha venido en llamarse la blogosfera. El mundo de los blogs es un universo por explorar en que jueces, fiscales o secretarios judiciales nos estamos quedando atrás. La blogosfera jurídica está poblada de blogs de despachos de abogados, abogados individuales, profesores de universidad y juristas de variada procedencia y ámbito que plasman sus conocimientos o sus inquietudes y consituyen una ventana abierta al mundo. Algunos jueces y secretarios judiciales se han incorporado también a ello, y también algunos fiscales -como yo misma- aunque en un número tan escaso que se podría tildar de anecdótico. Uno de ellos declaraba hace poco, ante las reticencias de muchos, que en Estados Unidos varios de los miembros del Tribunal Supremos tenían su propio blog.

De todo lo dicho, se desprende la absoluta necesidad -o, al menos, la conveniencia- de modernización tanto en el ámbito de las respectivas carreras como en el puramente asociativo. Y dicha modernización pasa sin duda alguna por una apuesta por ingresar de un modo decidido en el mundo de las redes sociales como instrumento de transmisión. También es preciso un cambio de concepto, un cambio que, sin prescindir de las vías tradicionales, permita una difusión mayor y una elaboración de un mensaje más atractivo no solo para nosotros sino para el resto de las carreras y para el ciudadano.

Quizás ha llegado el día de que descartemos de una vez por todas la marcha en diligencia y nos animemos a subir al cohete espacial. O, al menos, a un avión. No creo que nos caigan los anillos, ni el escudo o las puñetas de las togas.

 

 

 

 
 
 

 

 
 
 
 
 
 
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