Han
tenido
que
pasar
noventa
y
ocho
años
para
que
un
nuevo
Congreso
de
la
Abogacía
recalara
de
nuevo
en
tierras
vascas.
San
Sebastián
fue
la
sede
del
primero
de
ellos,
en
1917
y
Vitoria,
en
este
2015
que
vivimos,
enclave
del
último
hasta
el
momento.
Entre
ambas
fechas
muchos
cambios
legislativos
y
modificaciones
en
nuestra
sociedad
con
la
figura
del
abogado
como
garante
de
los
derechos
de
los
ciudadanos
como
testigo
de
estos
cambios
históricos.
En
la
mañana
de
ayer,
las
voces
de
Felipe
VI,
del
lehendakari
Iñigo
Urkullu,
del
propio
Ministro
Catalá
quien
también
se
sintió
abogado
o
del
presidente
del
CGAE,
Carlos
Carnicer,
sirvieron
para
destacar
la
gran
labor
que
nuestros
letrados
desarrollan
en
su
día
a
día.
Las
palabras
de
Felipe
Vi,
que
cerraron
este
acto
de
apertura,
sirvieron
para
dejar
claro
que
“la
Corona
aprecia
y
valora
a
esta
profesión
que
tiene
un
irrenunciable
compromiso
como
es
la
defensa
de
los
derechos
ciudadanos”.
Desde
su
punto
de
vista
apostar
por
la
innovación
tecnológica
es
el
elemento
clave
que
puede
hacer
que
los
propios
juristas
puedan
impulsar
un
modelo
de
abogacía
“marcada
por
la
agilidad,
cercanía
y
eficiencia
que
exigen
los
nuevos
tiempos”.
Y es
que
nadie
duda
del
peso
de
las
tecnologías
en
nuestro
entorno.
Han
modificado
la
forma
de
trabajo
de
todos
los
juristas
y a
su
lado
desarrollado
ciertos
derechos
propios
y
modificados
algunos
de
los
actuales.
Fueron
Jesús
Lopez-Arenes
y
Javier
Garcia
Pascual,
consejeros
ambos,
el
segundo
decano
del
Colegio
de
Álava,
los
maestros
de
una
ceremonia
de
apertura
donde
la
figura
del
abogado
y su
transformación
en
un
entorno
global
fueron
protagonistas.
En
su
turno
de
palabra
el
ministro
de
Justicia
Rafael
Catalá
sorprendió
al
auditórium
con
una
primera
frase
cuando
comentó
que
“los
abogados
hemos
sido
punta
de
lanza
ante
los
retos
pendientes
que
han
ido
surgiendo”.
Recordó
que
muchos
de
los
temas
del
Congreso
tienen
que
ver
con
sus
reformas
en
marcha,
algunas
de
las
cuales
volvió
a
mencionar
para
señalar
que
“es
bueno
que
Gobierno
y
Abogacía
avancen
en
la
misma
dirección
en
una
sociedad
más
exigente”. |