La Abogacía se encuentra en el mismo proceso de transformación que cualquier
otro sector. Nuestros servicios tendrían que estar disfrutando ya de todas las
posibilidades de la red.
Para que un despacho de abogados sea útil debe estar constituido por un grupo de
emprendedores conectados en red con el cliente y la sociedad. Los que apostamos
hace ya más de veinte años por utilizar las últimas tecnologías y por la
especialización, no nos equivocamos.
Si la abogacía institucional ha tomado esta realidad en consideración en el
Congreso que vamos a celebrar en Vitoria, bienvenida sea.
Los tiempos del “no te preocupes que nosotros ponemos el pleito y ya te
contaremos”, se acabaron. La abogacía debe ir hacia la trazabilidad transparente
en una triple dirección:
El cliente debe comunicarse en red con el despacho, igual que el despacho con
la problemática del sector al que asesora. Si el binomio no funciona, difícil
será sumar valor. El cliente va a tener acceso on line a nuestra hoja de
ruta, incluso a nuestros trabajos. El minuto a minuto de nuestro asesoramiento
debe ser conocido, asumido y compartido. La conferencia con imagen desde los
dispositivos móviles nos ahorra horas y nos aporta frescura en la comunicación.
Nosotros usamos a diario FaceTime, funciona muy bien, sustituye a la llamada
telefónica, es gratis y te permite verte cara cara.
La abogacía debe comunicar de una manera inteligente a la sociedad. El
conocimiento está en la red y es gratuito. La red no es solo un medio para hacer
marketing
Y cómo no, comunicación intra despacho. Un equipo del siglo XXI debe
estar conectado de manera ágil. Hoy integramos en nuestro quehacer diario la
gestión del conocimiento. Los compañeros deben percibir las ventajas de
compartir en red para convertirse en agentes activos de esa integración. Se
necesitan equipos más horizontales —las redes lo facilitan—, donde el talento
joven se mezcle con la experiencia. Trabajar en la nube, compartir desde
cualquier punto en tiempo real, disfrutar de la inteligencia del grupo, conocer
el trabajo de los otros y poder compartir de manera leal es lo que nos hace
competitivos. Trabajar sobre un mismo documento a tiempo real por un equipo de
profesionales es muy útil, nosotros usamos el Drive de Google, pero hay muchos.
Hay que olvidar los miedos y ejercer desde el conocimiento profundo de las
redes. Pienso que el excesivo temor a usar estos medios con la excusa de la
seguridad, es absurdo. Por desconocimiento muchos detractores incurren en
riesgos importantes. No nos han formado para este mundo, somos inmigrantes
digitales, pero en nuestra capacidad de adaptación estará el éxito. ;
Estoy seguro de que tanto los que venimos del siglo pasado, como los que se
incorporan directamente a la era digital, van a aterrizar en esta ABOGACÍA 3.0.
Algunos la disfrutamos desde hace años. |