“La
crisis
ha
reducido
el
mercado
legal:
muchos
grandes
profesionales
han
dejado
sus
firmas
de
prestigio
para
crear
sus
boutiques
jurídicas.
Al
mismo
tiempo
se
ha
producido
un
fenómeno
de
concentración
de
firmas
por
abajo”,
es
el
diagnóstico
de
Ivo
Portabales,
nuevo
socio
director
de
Dutilh
Abogados
desde
hace
dos
meses.
“En
nuestro
caso,
no
hemos
sufrido
como
las
pequeñas
firmas,
y
hemos
compensado
el
trabajo
de
unas
prácticas
con
otras.
No
hemos
hecho
ninguna
reducción
de
plantilla
por
motivos
de
facturación”,
confiesa.
Con
él
conversamos
sobre
el
pasado,
presente
y
futuro
de
esta
firma
española
muy
asentada
en
la
abogacía
de
los
negocios.
“Nuestra
práctica
está
centrada
en
el
mercado
nacional
aunque
tenemos
acuerdos
de
best
friends
con
despachos
punteros
de
fuera
de
España”,
subraya.
Para
este
experto
jurista
ya
hay
síntomas
de
recuperación
económica
en
el
último
año
donde
se
ha
incrementado
la
actividad
empresarial
“Ahora
se
hacen
más
operaciones
que
antes”.
Portabales
reconoce
el
gran
papel
de
la
tecnología
para
gestionar
mejor
el
despacho,
“no
dejamos
de
ser
una
empresa
de
servicios”
y la
necesidad
de
apostar
por
ella
para
ser
más
eficiente.
En
primera
persona
“Nuestro
despacho
ha
seguido
un
ritmo
progresivo
a lo
largo
de
los
años.
Hace
más
de
veinte
años
empezamos
Isabel
Dutilh
y yo
en
este
proyecto
desde
cero.
Empezamos
con
temas
sencillos
pero
poco
a
poco
los
asuntos
empezaron
a
crecer.
Nos
especializamos
en
aspectos
de
derecho
mercantil
y a
crecer
de
forma
magmática,
como
dice
Alfonso
Caldevilla,
otro
de
los
socios.
En
un
momento
de
esta
trayectoria
reorientamos
nuestro
negocio
y
nos
convertimos
en
una
boutique
de
derecho
mercantil.
Queríamos
ser
buenos
en
lo
que
hacíamos
y en
una
cosa
muy
concreta,
arrancamos
operaciones
de
capital
riesgo
e
industriales
de
cierto
nivel.
Hace
ocho
años
repensamos
el
despacho,
nos
dimos
cuenta
que
firmas
de
tamaño
medio
no
había
tantos.
Advertimos
que
ese
es
un
hueco
donde
podríamos
estar
posicionarnos.
Era
el
momento
de
desarrollar
un
modelo
despacho
multidisciplinar
y
buscamos
compañeros
de
viaje
con
una
trayectoria
parecida
a la
nuestra.
Ese
fue
el
origen
de
nuestra
fusión
con
Caldevilla
y
Asociados,
especialistas
en
derecho
laboral.
Una
firma
similar
a la
nuestra,
especializada
en
otra
jurisdicción
pero
con
buenos
clientes
y
reconocimiento
en
su
sector.
Fue
relativamente
sencillo
encontrar
sinergias
con
ellos.
Se
trataba
ahora
de
tener
las
herramientas
adecuadas
de
gestión
para
seguir
creciendo
y es
que
los
despachos
no
somos
tan
diferentes
que
las
empresas
de
servicios.
Con
esta
misma
estrategia
hemos
ido
incorporando
áreas
de
práctica
que
no
teníamos.
En
la
actualidad
somos
cuarenta
abogados,
de
los
que
once
son
socios.
Cada
equipo
de
trabajo
que
se
pone
en
marcha
tiene
a
los
socios
muy
implicados.
Eso
da
mucha
estabilidad
a la
relación
que
mantenemos
con
el
cliente”.
Sr.
Portabales
¿Qué
líneas
maestras
se
ha
marcado
en
estos
tres
años
de
gestión
al
frente
de
Dutilh
Abogados?
Todas
las
decisiones
son
corporativas.
Cuando
eres
CEO
del
despacho
lo
que
haces
es
empujar
los
proyectos
que
se
definen
por
el
resto
de
los
socios.
La
idea
es
institucionalizar
el
modelo
de
despacho
que
tenemos.
Este
ultimo
año
se
ha
promocionado
un
socio
y el
anterior
tres.
Queremos
que
nuestros
profesionales
vean
que
tienen
un
Plan
de
Carrera
en
la
firma
y
que
éste
se
cumple.
Institucionalizar
la
firma
significa
tener
cierto
tamaño.
Hay
que
crecer
por
reforzar
áreas
de
práctica
que
están
menos
desarrolladas.
Con
ese
tamaño
el
despacho
permite
una
sucesión
de
los
socios
actuales
de
forma
natural.
Nosotros promocionamos los mejores perfiles. Ahora tenemos cuatro mujeres socias y muchas abogadas senior y asociadas, más que varones. |
Hace
un
año,
Alfonso
Caldevilla,
anterior
socio
director,
nos
habló
del
crecimiento
de
Dutilh
Abogados
a
través
de
diferentes
fusiones
con
otras
firmas.
Es
cierto,
esa
es
la
intención.
No
se
trata
de
una
operación
corporativa
grande
pero
si
parecidas
como
la
hecha
el
año
pasado
cuando
incorporamos
Ibañez
y
Fernández
Valderrama
o la
de
AMG.
En
la
primera
vinieron
diez
profesionales
y en
la
otra
otros
cuatro.
Preferimos
este
tipo
de
operaciones
que
una
fusión
entre
iguales.
Esto
garantiza
que
la
marca
Dutilh
Abogados
se
mantenga
en
el
mercado
lo
que
hará
que
nuestro
modelo
de
ver
las
cosas
sea
el
prioritario.
¿Qué
elementos
influyen
para
que
una
fusión
entre
abogados
funcione?
Lo
primero
de
todo
que
todo
el
mundo
tiene
que
tener
claro
cuál
es
el
modelo
de
despacho
que
se
quiere
poner
en
marcha.
Al
mismo
tiempo
hay
que
apostar
por
una
identidad;
tanto
marca
como
valores
y
forma
de
hacer
que
ayudan
a
tener
un
proyecto
claro
tanto
con
los
clientes
como
con
tus
profesionales.
Por
último,
se
trata
de
plantearse
unos
objetivos
que
sean
claros
y
medibles.
¿Cómo
se
consigue
que
un
bufete
como
éste
tenga
tan
poca
rotación
de
profesionales?
Creo
que
nuestros
abogados
ven
que
aquí
tienen
posibilidad
de
desarrollar
su
carrera.
Somos
bastantes
transparentes
en
lo
que
hacemos
y
eso
creo
que
cala
en
nuestros
profesionales.
Queremos
que
todo
el
mundo
esté
implicado
en
lo
que
se
haga.
Ser
creíble
implica
que
todo
aquello
que
prometes
lo
cumples.
Y
esto
permite
que
la
rotación
sea
baja
y
que
tengamos
profesionales
motivados
en
su
quehacer
diario.
La
gente
ve
que
aquí
hay
un
proyecto
y
que
ellos
forman
parte
del
mismo.
Dutilh
Abogados
ha
hecho
un
esfuerzo
notable
en
formación
este
año.
Cierto.
Y es
que
el
desarrollo
de
los
equipos
es
importante.
Tienes
que
formar
a
tus
profesionales
en
muchas
prácticas
no
jurídicas
pero
que
son
necesarias.
Este
año
ese
presupuesto
en
formación
se
ha
triplicado
para
el
2015
en
relación
con
el
año
anterior.
Ahora
ya
no
basta
con
ser
buen
abogado
y
que
tenga
criterio
jurídico.
Al
mismo
tiempo
se
valora
mucho
la
capacidad
para
gestionar
equipos
de
trabajo
y
proyectos
concretos.
También
es
fundamental
estar
orientado
al
cliente
y la
capacidad
comercial
para
poder
cerrar
acuerdos
con
terceros.
Llama
la
atención
este
sistema
que
tienen
de
rotación
de
la
dirección
de
la
firma.
Queremos
que
esta
forma
ágil
de
dirección
ayuda
en
la
gestión
del
despacho.
No
somos
partidarios
de
figuras
vitalicias
en
la
dirección
de
los
despachos.
Además,
tanto
la
estrategia
del
despacho
como
las
decisiones
que
se
toman
se
hacen
de
forma
mancomunada
por
todos
los
socios
de
la
firma.
Como
antes
comentaba,
el
socio
director
es
el
ejecutor
de
ese
Plan
aprobado.
Ser
Socio
Director
no
te
libra
de
nada
y en
mi
caso
lo
compagino
con
la
dirección
del
área
mercantil
del
despacho.
Pensamos
que
estos
plazos
de
tres
años
son
razonables
para
fijarte
estos
objetivos
y
hacer
este
trabajo
a
nivel
de
dirección.
¿Cómo
afronta
la
presencia
de
mujeres
juristas
un
despacho
como
éste?
Nosotros
promocionamos
los
mejores
perfiles.
Ahora
tenemos
cuatro
mujeres
socias
y
muchas
abogadas
senior
y
asociadas,
más
que
varones.
Nuestra
proporción
a
nivel
global
sería
de
60
por
ciento
mujeres
y 40
por
cien
hombres.
No
creo
que
ésta
sea
una
profesión
especialmente
dura
para
las
mujeres.
Los
periodos
de
maternidad
cada
vez
son
menos
incompatibles
con
la
práctica
profesional.
Ahora
hay
muchos
medios
tecnológicos
que
te
permiten
aprovechar
mejor
el
tiempo
y
conciliar
la
vida
laboral
con
la
profesional.
El
mercado
legal
español
es
complejo,
sin
embargo,
ahora
vemos
que
llegan
nuevos
bufetes
procedentes
de
México
y
China.
Se
ha
reducido
bastante
la
tarta
de
negocio
para
todos.
De
todas
formas,
pese
a
que
éste
es
un
mercado
peculiar
sigue
habiendo
negocio
para
aquellos
bufetes
que
logren
posicionarse
en
este
sector.
La
clave,
ya
lo
estamos
viendo,
tener
un
socio
español
para
que
puedas
hacer
negocio
y
conocer
mejor
lo
que
se
hace
en
nuestro
país.
Al
mismo
tiempo,
cuando
haces
una
estrategia
internacional
es
fundamental
que
también
cuentes
con
ese
socio
local
que
conoce
el
mercado,
sus
características
y
que
te
va
ayudar
a
crecer.
En
un
año
como
éste,
con
tantas
elecciones,
¿qué
se
puede
esperar
de
él?
Hay
mucho
interés
en
lo
que
suceda
en
las
urnas.
Es
posible
que
si
no
hay
estabilidad
en
el
gobierno
esto
pueda
influir
a
nivel
de
grandes
operaciones.
El
resto
del
mercado
veo
que
funciona
con
normalidad
y
que
no
está
tan
pendiente
de
la
política
como
algunas
macroempresas
y
sus
correspondientes
asesores.
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