Pese a que el clima general sigue siendo de desconfianza, los españoles
creen
que
su
situación
mejorará
en
el
futuro.
Esta
es
una
de
las
principales
conclusiones
que
se
extraen
del
primer
Índice
de
Confianza
Social
ESADE
–
Obra
Social
"la
Caixa", que
cuenta
con
la
colaboración
de
las
Fundaciones
Agbar
y
Aquae,
y
que
en
2014
se
sitúo
en
un
72,3
sobre
200.
Este
índice
mide
del
0 al
200
el
grado
de
confianza
social
de
las
personas,
tanto
a
nivel
colectivo
como
individual.
El
índice
es
la
media
aritmética
entre
la
valoración
del
presente
y
las
expectativas
de
futuro.
A su
vez,
estos
indicadores,
que
el
año
pasado
se
situaron
en
un
70,2/200
y un
74,4/200,
respectivamente,
responden
a la
confianza
agregada
de
nueve
indicadores
sociales:
la
vivienda,
el
mercado
laboral,
la
sanidad,
la
educación,
las
prestaciones
sociales,
las
pensiones,
las
instituciones
políticas,
las
instituciones
económicas
y
empresariales
y
los
medios
de
comunicación.
SUMARIO: De los ámbitos analizados, el que genera mayor confianza es el de los medios de comunicación con un 101,3/200; seguido del mercado laboral, con un 93,9/200, y la vivienda, con un 84,6/200. Por el contrario, los que menor seguridad inspiran a los consultados fueron el de las prestaciones sociales, con un 50,7/200, y el de las instituciones políticas, con un 51,4/200. |
“La
confianza
es
un
activo
social
de
primer
orden
—afirma
Francisco
Longo,
director
general
adjunto
de
ESADE
Business
&
Law
School—.
Los
altos
niveles
de
confianza
en
una
colectividad
influyen
en
la
reducción
de
costes
de
transacción
de
las
actividades
de
los
mercados,
aumentan
el
impacto
obtenido
por
la
acción
de
los
gobiernos,
estimulan
el
crecimiento
de
los
resultados
y la
dimensión
de
las
empresas
y,
en
general,
contribuyen
al
progreso
económico
y al
desarrollo
humano
de
los
países”.
Según
Àngel Font,
director
corporativo
de
Personas
y
Estrategia
de
la
Fundación
Bancaria
"la
Caixa",
“queremos
poner
el
concepto
de
confianza
en
el
centro
del
debate
y el
análisis
social.
Porque
es
indiscutible
que
necesitamos
cifras,
datos
y
estadísticas
para
entender
la
realidad
que
nos
rodea.
Pero
en
los
últimos
años
se
ha
evidenciado
que
precisamos
de
más
elementos,
aparte
de
los
cuantitativos,
para
aprender
la
complejidad
del
mundo
actual.
Como
Obra
Social,
apostamos
por
el
Índice
de
Confianza
Social
con
la
seguridad
de
que
será
una
brújula
para
guiarnos,
del
mismo
modo
que
se
convertirá
en
un
referente
para
todos
aquellos
que
trabajan
para
construir
una
sociedad
más
justa
y
cohesionada”.
Confianza
a
presente
y a
futuro
De
los
ámbitos
analizados,
el
que
genera
mayor
confianza
es
el
de
los
medios
de
comunicación
con
un
101,3/200;
seguido
del
mercado
laboral,
con
un
93,9/200,
y
la
vivienda,
con
un
84,6/200.
Por
el
contrario,
los
que
menor
seguridad
inspiran
a
los
consultados
fueron
el
de
las
prestaciones
sociales,
con
un
50,7/200,
y el
de
las
instituciones
políticas,
con
un
51,4/200.
Descomponiendo
estos
resultados
entre
las
valoraciones
a
presente
y a
futuro,
encontramos
que
la
mayoría
de
los
indicadores
crecen
cuando
se
proyectan
a
varios
meses
vista
salvo
el
de
la
vivienda.
Destacan
en
este
sentido
las
instituciones
económicas,
que
pasan
de
un
60,1/200
(presente)
a un
70,1/200
(futuro)
y el
mercado
laboral,
cuya
confianza
se
incrementa
del
89,2/200
(presente)
al
98,6/200
(futuro),
rondando
el
100,
es
decir,
el
punto
de
equilibro
de
la
confianza
según
este
estudio.
No
son
tan
optimistas
los
consultados
en
relación
a la
educación,
cuyo
índice
apenas
crece
un
punto
en
esta
progresión;
la
sanidad,
que
aumenta
en
otros
dos,
o
las
instituciones
políticas,
con
seis
puntos
de
diferencia.
¿Quién
confía
en
qué?
Los
valores
atribuidos
a
cada
indicador
tanto
en
lo
relativo
al
presente
como
a
las
expectativas
de
futuro
son
el
resultado
del
análisis
de
las
respuestas
a
diferentes
preguntas
que,
a su
vez,
permiten
identificar
diferentes
grados
de
confianza
según
género,
edad,
ideología,
profesión,
ingresos
y
estudios
de
los
consultados.
En
base
a
esta
segmentación
podemos
encontrar
diferentes
perfiles:
-
Vivienda (84,6/200). La confianza en este aspecto es mayor entre los hombres, especialmente los más jóvenes (16-18 años) y aquellos con edades comprendidas entre los 25 y los 34 años. Las expectativas de futuro son especialmente bajas en los segmentos dedicados a las tareas del hogar y los parados.
-
Mercado laboral (93,9/200). Es uno de los indicadores hacia el que hay mejores expectativas de futuro. Esta situación es debida al optimismo de la población entre 19 y 24 años y entre 25 a 34, y especialmente a las personas que se sitúan ideológicamente en el centro o a la derecha. Sin embargo, esta seguridad se ve contrarrestada por la desconfianza de aquellos que se dedican a las tareas del hogar y los que menos ingresos tienen, que confían poco en que el mercado laboral mejore en los próximos meses.
-
Sanidad (67,7/200). La Sanidad ocupa el quinto lugar del Índice de Confianza Social y es uno en los que la población menos cree que vaya a mejorar. Aquí las más optimistas son las mujeres, especialmente las de la tercera edad y, en general, los jubilados. La izquierda es más pesimista que la derecha, al igual que en el caso de las personas con mayor nivel de estudios.
-
Educación (74/200). En este apartado la diferencia entre ideologías es muy amplia. Izquierda y centro registran valores muy ajustados en lo que se refiere a la dispersión entre confianza en el presente y las expectativas a futuro mientras que la derecha, en cambio, cree que a corto plazo la educación mejorará con diferencia. El colectivo de estudiantes, no sólo no ve una mejoría, sino que su confianza empeora de cara a los próximos meses.
-
Prestaciones sociales (50,7/200). En este apartado, mayores y jóvenes son los que se muestran más optimistas a corto plazo. Un futuro sin embargo incierto, especialmente para los que se dedican a las tareas del hogar y los desempleados. Por estudios, el segmento con nivel de Primaria tiene más confianza que el resto, aunque ésta se refleje más en las expectativas de futuro que en el momento actual.
-
Pensiones (62,3/200). Al igual que ocurre con la educación y la sanidad, los consultados tienen escasas expectativas de mejora para las pensiones. De hecho, hay colectivos como los que se sitúan en una ideología política de izquierdas o los más formados, entre los que la confianza decrece cuando se les pregunta sobre el futuro de esta cuestión.
-
Instituciones políticas (51,4/200). Las instituciones políticas reciben una consideración especialmente severa, circunstancia que guarda estrecha relación con cómo han afrontado de la crisis los consultados. Así, estudiantes y jubilados, al igual que jóvenes y tercera edad, tienen mayor confianza que el resto.
-
Instituciones económicas y empresariales. (65,1/200) El grado de confianza registrado hacia patronales, sindicatos, sistema financiero y grandes empresas, en contrapunto con el registrado para instituciones públicas pone claramente de manifiesto que la sociedad se decanta por las primeras. Esta tendencia se manifiesta especialmente en los varones, los consultados de entre 19 y 24 años, y en los hogares con mayores recursos.
-
Medios de comunicación. (101,3/200) Es el único indicador en el que se alcanza la situación de equilibrio. En este apartado los colectivos que mayor seguridad muestran son las mujeres, los jóvenes y aquellos que se sitúan políticamente en la derecha. Los que menos confianza tienen en ellos son los parados y las amas de casa.
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