“Mujer,
Relaciones
Laborales
e
Igualdad”
con
esta
mesa
redonda,
celebrada
en
la
Sección
Laboral
del
Colegio
de
Abogados
de
Madrid,
este
pasado
jueves
dieron
por
concluidas
las
actividades
de
conmemoración
del
Día
Internacional
de
la
Mujer.
Carlos
Javier
Galán,
presidente
de
la
Sección,
moderó
el
debate
y
sometió
a
consideración
de
los
ponentes
importantes
cuestiones
relacionadas
con
la
discriminación
por
razón
de
sexo
en
las
relaciones
laborales.
Participaron
en
la
jornada
Paloma
Onrubia,
Secretaria
de
Mujer
en
Administración
Local
de
CC.OO.
de
Madrid;
Luis
Méndez,
Director
del
Departamento
de
Relaciones
Laborales
de
la
patronal
madrileña
CEIM;
y
Ana
Sánchez,
secretaria
de
Políticas
Sociales,
Igualdad
y
Movimientos
Sociales
de
UGT
Madrid.
Cuáles
son
las
causas
de
la
brecha
salarial
y
cómo
combatirlas,
por
qué
son
mayoritariamente
las
mujeres
quienes
solicitan
las
medidas
de
conciliación,
cómo
se
puede
lograr
una
mayor
corresponsabilidad,
cuáles
son
las
trabas
que
se
encuentra
la
mujer
en
el
desarrollo
de
su
carrera
profesional
o
cuál
ha
sido
el
cumplimiento
y la
efectividad
de
los
Planes
de
Igualdad
tras
su
regulación
en
la
LO
3/2007,
de
22
de
marzo,
para
la
Igualdad
efectiva
de
mujeres
y
hombres,
fueron
algunas
de
las
cuestiones
que
surgieron
en
esa
mesa
redonda,
donde
supimos
además
que
qué
sólo
el
26%
de
directivos
en
empresas
españolas
medianas
y
grandes
son
mujeres
y
que
95,90%
de
excedencias
por
cuidado
de
hijos
las
solicitan
también
mujeres.
Paloma
Onrubia,
comenzó
su
intervención
indicando
que,
tras
casi
ocho
años
de
vigencia
de
la
Ley
de
Igualdad,
se
ha
avanzado
relativamente
poco.
Refiriéndose
a la
Comunidad
de
Madrid
(CAM)
señaló
que
a
partir
de
2012
la
mujer
pierde
empleo,
el
que
consigue
es
precario
y
tiene
mayor
participación
en
la
economía
sumergida.
Dio
datos,
en
concreto,
del
pasado
mes
de
febrero
donde
en
la
CAM
el
número
de
parados
registrados
en
las
oficinas
de
los
servicios
públicos
de
empleo
subió
en
2.411
personas
(según
el
Ministerio
de
Empleo
y
Seguridad
Social,
del
total
de
parados
en
la
Comunidad
de
Madrid,
un
total
de
240.417
eran
hombres
y
268.031,
mujeres).
La
representante
de
CC.OO.
añadió
también
que
el
empleo
al
que
tiene
acceso
la
mujer
es
estacional,
de
servicios,
el
80%
de
las
contrataciones
son
temporales
y
más
del
73%
son
contratos
a
tiempo
parcial.
Esta
temporalidad
y
parcialidad
en
la
contratación
implica
que,
si
cobran
posteriormente
prestación
por
desempleo,
llegue
a
suponer
un
13%
menos
y la
necesidad
de
cotizar
nueve
años
más
a la
Seguridad
Social
para
su
jubilación
a
fin
de
poder
asimilarse
a
otra
persona
con
jornada
completa
y
sin
temporalidad.
Con
respecto
a la
brecha
salarial,
la
Secretaria
de
Mujer
en
Administración
Local
de
CC.OO.
de
Madrid,
indica
que
una
mujer
debería
trabajar
setenta
y
ocho
días
más
al
año
para
cobrar
igual
que
un
hombre.
Destacó
también
que
en
los
tres
últimos
años
hay
un
46%
menos
de
presupuesto
para
la
promoción
de
la
igualdad.
Por
su
parte,
Luis
Méndez,
Director
del
Departamento
de
Relaciones
Laborales
de
la
patronal
madrileña
CEIM,
indicó
que
continúan
existiendo
puestos
de
trabajo
estereotipados.
Un
ejemplo
tipo
de
empleo
masculinizado
lo
tenemos
en
el
sector
de
la
construcción
donde,
tras
haberse
perdido
muchos
puestos,
ahora
empieza
tímidamente
la
recuperación.
En
cambio
no
sucede
lo
mismo
con
el
empleo
que
tradicionalmente
ha
sido
ocupado
por
mujeres,
donde
no
se
están
produciendo
nuevas
contrataciones.
Otro
de
los
temas
importantes
a
los
que
se
refirió
el
ponente,
fue
al
0,25%
de
actuaciones
que
tenía
previstas
la
Inspección
de
Trabajo
en
el
tema
de
brecha
salarial.
Actuaciones
que,
según
el
representante
de
CEIM
no
se
están
realizando.
Para
Méndez
es
relevante
que
reflexionemos
sobre
todas
estas
cuestiones
que
afectan
de
forma
especial
a
las
mujeres:
a
menos
tiempo
de
trabajo,
menos
salario,
menos
promoción
profesional
y
menos
pensión
de
jubilación.
Deben
buscarse,
señala,
soluciones
más
políticas
para
que,
por
ejemplo,
el
cuidado
de
los
hijos,
la
excedencia,
no
se
penalice.
En
realidad
es
un
problema
social
que
se
debería
abordar
entre
todos.
En
su
intervención
,
Ana
Sánchez,
secretaria
de
Políticas
Sociales,
Igualdad
y
Movimientos
Sociales
de
UGT
Madrid,
incidió,
entre
otros
temas,
en
las
diferencias
notables
que
se
dan
en
la
Administración,
en
concreto,
en
la
menor
cuantía
económica
en
algunos
complementos
específicos
de
sectores
feminizados,
como
por
ejemplo
en
Sanidad
y
Educación
frente
a
otros
más
masculinizados
como
Industria
o
Economía.
Destacó
que
no
sólo
sucede
en
inferiores
categorías
profesionales
sino,
incluso,
en
puestos
directivos,
con
diferencias
entre
complementos
que
pueden
llegar
hasta
el
50%.
Los
planes
de
igualdad,
a
debate
Carlos
Javier
Galán,
presidente
de
la
Sección
Laboral
del
ICAM,
dio
paso
al
coloquio
invitando
a
los
ponentes
a
dar
su
punto
de
vista
sobre
los
Planes
de
Igualdad.
En
general
coincidieron
en
lo
positivo
de
su
instauración
por
la
LO
de
2007.
No
obstante
señalan,
se
produce
un
mal
ejemplo
si
las
Administraciones
Públicas,
que
están
obligadas
por
dicha
Ley
a
tenerlos,
no
los
tienen
como,
dicen,
está
sucediendo.
Si
las
instituciones
transmiten
que
no
creen
en
los
planes,
difícilmente
calará
la
conveniencia
y
necesidad
de
implantarlos
en
las
empresas.
Paloma
Onrubia,
de
CC.OO.
indicó
que
no
se
están
registrando
apenas
Planes
de
Igualdad
y
que
sólo
se
están
negociando
en
las
grandes
empresas.
También
señaló
que
son
necesarios
más
recursos
y
que
se
realice
el
seguimiento
y
evaluación
posterior
que
legalmente
se
exige
a
aquellos
que
sí
son
aprobados.
Ana
Sánchez,
de
UGT,
recordó
que
sólo
hay
obligatoriedad
para
empresas
de
más
de
250
empleados
y
que
el
90 %
del
tejido
empresarial
en
España
son
pymes.
Luis
Méndez,
representante
de
CEIM,
constató
la
realidad
de
que
en
la
negociación
colectiva
muchas
veces
se
establecen
prioridades
sobre
temas
económicos,
tanto
por
una
parte
como
por
otra,
y se
pasa
por
alto
materias
más
sociales,
como
las
que
nos
ocupan.
Refiriéndose
al
permiso
de
paternidad
indicó
que
no
debería
recaer
económicamente
sobre
la
Seguridad
Social
sino
que
se
tendría
que
pagar
con
impuestos,
sufragándolo
la
sociedad
en
general
ya
que
esta,
destacó,
es
una
cuestión
social.
Dicho
permiso
debería
durar
un
mes
como
estaba
previsto.
En
cuanto
a
medidas
de
conciliación,
Carlos
Javier
Galán,
señaló
el
dato
de
que
el
95 %
fueron
solicitadas
por
mujeres.
Cree
también
que,
más
que
un
problema
laboral
es
un
problema
social,
de
corresponsabilidad
en
la
propia
vida
familiar.
Invitó
a
los
ponentes
a su
reflexión
en
estas
dos
cuestiones:
La
primera,
si
tendría
sentido
establecer
medidas
que
sean
las
mismas
para
mujeres
y
para
hombres
y
además
obligatorias,
no
renunciables.
Y la
segunda,
si
sería
acertado
que
este
tipo
de
medidas
fueran
a
cargo
de
la
administración
y no
de
las
empresas
(como
pasa,
por
ejemplo,
con
el
permiso
de
lactancia).
Cuestiones
ambas,
que
según
Galán,
irían
encaminadas
a
que
la
empresa
no
perciba
que
la
contratación
de
un
mujer
lleva
aparejada
una
carga
adicional. |