Mediación
Hace unos días se celebró en Barcelona el “I Congrés de Mediació de l'Advocacia”
con
un
gran
éxito
de
participación
y
una
elevada
calidad
de
todos
sus
ponentes.
En el mismo se trataron diversos aspectos de la mediación: elección y nombramiento
del
mediador,
estrategias
en
el
proceso
de
mediación,
el
papel
del
abogado
en
la
mediación,
los
beneficios
procesales
de
la
mediación,
etc.
La asistencia al congreso me llevó a reflexionar: se habla mucho de mediación,
básicamente
en
conflictos
internacionales,
pero
¿sabemos
exactamente
que
es?
¿conocemos
los
beneficios
que
puede
aportarnos?.
La mediación es un método extrajudicial de resolución de conflictos mediante
el
que
una
persona
profesional,
neutral
e
imparcial,
el
mediador,
ayuda
a
las
partes
que
lo
deseen
a
buscar
soluciones
negociadas
al
conflicto
que
pueda
existir
entre
ellas.
El mediador ha de ser un profesional capaz de transmitir a las partes su
neutralidad
e
imparcialidad,
de
guiarlas
durante
todo
el
proceso
haciéndoles
comprender
la
necesidad
y
las
ventajas
de
su
colaboración
e
implicación
en
el
mismo,
de
analizar
de
manera
certera
el
conflicto
facilitando
la
comunicación
entre
las
partes
y
sólo
actuar
en
los
momentos
en
que
haya
un
bloqueo
de
posiciones
a
fin
de
intentar
conseguir
que
las
partes
lleguen
a un
acuerdo
beneficioso
para
ambas.
De
hecho,
éste
es
el
objetivo
final
de
toda
mediación:
que
cada
una
de
las
partes
resulte
beneficiada.
De las habilidades del mediador puede depender, en buena medida, el éxito
o el
fracaso
de
un
proceso
de
mediación,
aunque
las
partes
no
están
exentas
de
responsabilidad
en
el
mismo
ya
que
han
de
tener
la
voluntad
de
dialogar
y
buscar
alternativas
para
encontrar
puntos
en
común
y
llegar
a un
acuerdo.
Es aconsejable acudir a mediación en situaciones en que las partes en
conflicto
deban
o
quieran
seguir
manteniendo
sus
relaciones
(empresariales,
familiares,
profesionales,
etc.),
cuando
se
necesite
una
solución
rápida
(muy
difícil
de
obtener
en
el
sistema
judicial
actual)
o
en
casos
en
que
el
aspecto
legal
no
sea
el
más
importante
del
conflicto.
De
hecho
está
demostrada
su
utilidad
en
conflictos
de
responsabilidad
contractual,
contratos
de
colaboración
mercantil,
distribución,
conflictos
societarios
y de
la
empresa
familiar,
hereditarios,
familia,
ámbito
de
seguros,
etc.
La mediación está muy arraigada en Estados Unidos y en muchos países de
Europa
y
poco
a
poco
va
introduciéndose
en
España
como
una
alternativa
a
los
procedimientos
judiciales,
lentos
y de
incierto
resultado.
Seria
aconsejable
que,
poco
a
poco,
fuéramos
adquiriendo
la
cultura
de
la
mediación,
de
resolver
nuestros
conflictos
hablando
y
tendiendo
puentes
de
manera
que
resolver
un
conflicto
no
fuera
una
ruptura
sino
el
inicio
de
una
nueva
forma
de
relación
más
beneficiosa
y
fructífera
para
las
partes.
Elena
Mera
Pascual |