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José Ramón Moratalla Escudero - Marketing & Law - BLOGS de LP emprende

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José Ramón Moratalla Escudero - @jrmoratalla

Lidera como puedas

 

15 de JUNIO de 2015

Disponer de capacidad de liderazgo gerencial se ha convertido hoy día en una obligación ineludible, tanto a nivel individual como colectivo, en todas las organizaciones. Esta necesidad suscita importantes interrogantes como: ¿cuál es el peso del principio de voluntariedad en la eficacia del liderazgo gerencial? ¿la ausencia de liderazgo en las organizaciones es fácil de reponer? ¿cabe hablar de liderazgo desechable? ¿en el liderazgo, voluntariedad a libertad guarda similar correspondencia que motivación a compromiso? ¿realmente el líder goza de libertad?

El vuelo 209 de la Trans American Airlines sale de Los Ángeles con destino a Chicago. En pleno vuelo el piloto, el capitán Clarence Cambio (interpretado por Peter Graves), su copiloto Robert Murdock (Kareem Adul-Jabbar) y numerosos pasajeros, enferman súbitamente y quedan sin conocimiento, intoxicados por la comida ingerida en el avión. La solución pasa entonces por uno de los pasajeros no intoxicado: Ted Striker (Robert Hays), ex piloto de combate, quien deberá vencer su miedo a volar, causado por un trauma psicológico sufrido durante la guerra. Striker tendrá que tomar el mando, pilotar el avión y hacerlo aterrizar pese a las malas condiciones atmosféricas. En su apoyo contará con dos desquiciados controladores de tráfico aéreo Steve McCrosky (Lloyd Bridges) y Rex Kramer (Robert Stack). Con todo ello, la presencia a bordo de la ex novia de Ted Striker, la azafata Elanie (Julie Hagert) aumenta aún más la tensión de Striker, y por si fuera poco, uno de los pasajeros, el médico Doctor Rumack (Leslie Nielsen) se suma al pánico que estalla a bordo.

Como habrán adivinado se trata de la sinopsis de la película “Airplane” (EEUU, 1980) distribuida en España con el título de “¡Aterriza como puedas!” y el de “¿Y dónde está el piloto?” en Hispanoamérica. Una divertida parodia de los filmes de género de cine catastrófico que estuvo de moda a finales de la década de los años setenta.

Al igual que en la película, la realidad de nuestras empresas, organizaciones y despachos no es ajena a la necesidad de búsqueda de líderes que deban pilotarlas y conducirlas con acierto en la procura del éxito. Esta necesidad de disponer de liderazgo inmediato y sobrevenido parte de una premisa fundamentada en una necesidad: la de llenar el vacío de liderazgo gerencial en las organizaciones, y en un principio detonante o ignitivo: el de la voluntariedad en la aceptación y asunción por parte de todas las partes implicadas, pero en especial por parte del sujeto que habrá de asumir esta responsabilidad.

Voluntariedad, además, que de forma constante y permanente será igualmente requerida en el desarrollo polifacético del marco de relaciones a las que el líder se encuentra vinculado con ocasión del desempeño de su cargo; sea con sus colaboradores o seguidores, sea con sus supervisores o superiores, su entorno, la propia corporación, el mercado, los clientes, la propia sociedad, otros…

Es por ello que disponer de capacidad de liderazgo gerencial en la dirección de los despachos se ha convertido hoy día en conditio sine qua non para la viabilidad organizacional de los mismos. El desarrollo de competencias que permitan al líder aceptar situaciones difíciles, comprender y asimilar la complejidad que trae consigo el cambio, ver la realidad como un conjunto de oportunidades, no de amenazas, compartir con los demás su visión de las cosas, transmitir y comunicar eficazmente, mostrar una actitud ejemplar, generar compromisos, erradicar defectos, etc, conforman la equipación de habilidades y aptitudes por todos esperada y que habrán de disponer los directivos, independientemente de su ámbito de responsabilidad. Lo cual evolutivamente supone todo un avance en el ámbito del management organizacional, al haber pasado de una “cultura de líder” a una “cultura de liderazgo”.

En relación a la relación semántica entre líder y liderazgo, resulta de interés lo apuntado por Octavio Santana Suárez y Francisco J. Carreras Riudavets en su obra “Relaciones morfoléxicas sufijales para el procesamiento del lenguaje natural”, en relación con el sufijo -azgo, -azga, donde mantienen que se corresponde con sustantivos masculinos, algunos de ellos además vinculados a verbos, en los que al dotarse del sufijo, se cargan con un significado o connotación epistémica de “dignidad o cargo”, ejemplos: almirante – almirantazgo, líder – liderar – liderazgo, mayor – mayorazgo,… Sin lugar a dudas este significado de cargo o dignidad con el que se dota al sustantivo de origen, presenta un sentido estático y de delimitación conceptual.

No nos corresponde entrar en definir qué hemos de entender por liderazgo. En palabras de Ralph M. Stogdillexisten casi tantas definiciones del liderazgo como personas que han tratado de definir el concepto”. Yo diría más, estoy convencido que hay más definiciones que número de personas que las han definido. Así, depende del enfoque y de la teoría empleada o del enfoque aplicado nos encontremos con una definición de liderazgo autocráticodemocráticopaternalistacarismático, amigable, lateral, laissez-faire, colaborativo, transaccional, transformacional, dictatorial, emocional,…. y así podríamos seguir con un larguísimo etcétera.

A todo ello y como base de partida, cabría entender al liderazgo desde una perspectiva más dinámica y abierta conceptualmente, diferente a la mantenida por la tesis morfoléxica antes apuntada. Así, el liderazgo gerencial cabría definirse como el proceso encaminado a diseñar un marco de relaciones humanas sobre el que dirigir de forma eficaz el desarrollo de las actividades laborales a las que se deben los miembros de un grupo, de conformidad con un estilo gerencial específico y, que una vez activado, permita influir en su desarrollo. Esta definición se articula en tres presupuestos no ajenos al factor de voluntariedad. Estos son:

Voluntariedad a la hora de formar parte

En primer término, el liderazgo no cabe entenderse sin la presencia de otros sujetos a parte del líder. El liderazgo implica necesariamente a otras personas; a los colaboradores o seguidores, los supervisores o superiores, resto de interesados o clientes, etc…. En esta coyuntura el factor de voluntariedad se manifiesta en la aceptación de las órdenes que dicta el líder, la validación de su actuación que corresponde realizar a los supervisores o superiores, la conformidad que compete expresar a los clientes, el permiso del mercado, etc…

Voluntariedad en la participación

En segundo término, el liderazgo se manifiesta en el diseño del marco de relaciones humanas sobre el que operará el líder. Ello entraña por sí una distribución desigual del poder entre el líder y el resto de miembros que componen el grupo. Esa distribución desigual deberá ser organizada de tal forma que permita al líder transformar el grupo en un equipo de trabajo (recordemos todos los equipos son grupos de trabajo, pero no todos los grupos llegan a ser equipos). Y ese trato diferenciado deberá contar con la complicidad y beneplácito de los integrantes del equipo.

Voluntariedad en el compromiso

El tercer aspecto del liderazgo es la capacidad que el líder tiene para valerse de diversos modos –llamémoslos estilos-  a la hora de influir en la conducta de los seguidores que integran el equipo. Variedad que se supedita no tanto al modo o estilo de dirección, como a los valores, principios y fines perseguidos. Estilos, fines, valores y principios que –en todo caso- habrán de ser aceptados o refrendados por la organización.

Por último, no quedaría completa la definición de liderazgo sin tener presente lo apuntado por John P. Kotter, en su obra "The leadership factor" (1988) cuando dice que el liderazgo se caracteriza por lo siguiente:

1) Concebir una visión de lo que debe ser la organización y generar las estrategias necesarias para llevar a cabo la visión.

2) Lograr un "network" cooperativo de recursos humanos, lo cual implica un grupo de gente altamente motivado y comprometido para convertir voluntariamente la visión en realidad.

De estas notas Kotter remarca un término clave: "voluntariamente" pues a la hora de liderar no se persigue sólo influenciar a la gente sino que es preciso que los seguidores dispongan de cierto grado de libertad que les permita expresar sin constricciones la asunción o no de los objetivos asignados. Ello supone excluir del concepto de liderazgo la influencia basada en la imposición coercitiva. Y por tanto, cabe concluir que al igual que libertad y voluntariedad están vinculadas, liderazgo y motivación se presentan como dos caras de una misma moneda, en donde la primera mira al líder y la segunda a sus seguidores.

Por lo tanto, también podemos afirmar que liderar es provocar motivación, o lo que es lo mismo, liderar es motivar.

“Sólo he venido a desearle suerte, contamos con usted” (Doctor Rumack, Aterriza como puedas).

 
 

 


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José Ramón Moratalla Escudero

José Ramón Moratalla Escudero

Abogado Colegiado nº 98.477 del Ilustre Colegio de Abogados de Madrid, es miembro de ACIJUR, así como de la Red de Innovadores INFONOMÍA y de Networkingactivo.

En cuanto a su formación cabe destacar que es Licenciado en Derecho por la Universidad Complutense de Madrid (1986-1991), habiendo sido becado durante la licenciatura por seis universidades españolas, cursando con posterioridad los master en Dirección de RRHH por el ISEE, y en Dirección de Marketing y Gestión Comercial (GESCO) por el ESIC, además de atesorar una amplia y valiosa formación continua de nivel executive en las áreas jurídica y de marketing, marketing online y contenidos digitales desarrollada entre otros centros de formación especializada, en IIR España, IDC, ESADE y CEF, principalmente.

Profesionalmente, cuenta en su haber con más de 15 años de experiencia en el área de Marketing en las principales empresas de los sectores editorial y de formación jurídica, habiendo desarrollado su carrera profesional, por este orden, en Wolters Kluwer, El Derecho Editores, Grupo Difusión, Grupo Editorial El Derecho y Quantor, y Ediciones Francis Lefebvre, desempeñando paulatinamente los cometidos de Gerente de Marketing, Comunicación y Relaciones Institucionales, Director de Marketing, Coordinador de Proyectos Especiales del departamento de Desarrollo de Negocio, y actualmente en el área de Estudios de Mercado del departamento de Desarrollo Editorial.

Autor de artículos jurídicos y de marketing cuenta con numerosas colaboraciones en medios impresos y digitales como La Gaceta de los Negocios en su suplemento Legal y Fiscal, las revistas Economist & Iuris, Inmueble, Ayuntamiento XXI, Bar & Restaurante, así como en los portales Microsoft, El Derecho, LawyerPress, etc… También ha sido subdirector de la revista Ayuntamiento XXI, asimismo coordinador y miembro de su Consejo Editorial.

Cuenta con cuenta en Twitter @JRMORATALLA, y perfil en las redes profesionales Linkedin y Xing. En el plano personal, casado y dos hijos, y tiene a bien lucir su condición de sisanteño (natural de Sisante)..
 



 

 
 
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