Manel Atserias Luque: “Nos sorprenderíamos hasta qué punto los problemas de salud mental y adicciones afectan la vida de las abogadas y abogados.”

Publicado el martes, 9 abril 2019

Manel Atserias Luque (25.08.1990, Barcelona) es fundador y presidente del Instituto de Salud Mental de la Abogacía (ISMA), secretario y asesor jurídico del Club Deportivo Gaudeix del Bàsquet Barcelona (y de sus respectivos campus de baloncesto) y de la Asociación TOC 2.0. Es miembro de la Fundación Internacional del Trastorno Obsesivo Compulsivo (Boston, EE.UU.). Se licenció en Derecho por la Universidad Pompeu Fabra (UPF). Tras su incorporación en el Ilustre Colegio de la Abogacía de Barcelona (nº colegiado 42.025), llevó el caso mediático #NoPayNoCoach (titulaciones deportivas de los entrenadores de baloncesto) por asuntos propios. Más tarde, aprobó sus estudios de postgrado (Máster Avanzado en Ciencias Jurídicas) en la UPF. Durante esta formación académica, realizó una estancia en la University College Dublin Sutherland School of Law en el marco del Programa de Intercambio “Comparative, International, and European Law”.

Manel Atserias Luque, fundador y presidente del Instituto de Salud Mental de la Abogacía (ISMA) Foto: Javier Fernández

Manel Atserias Luque, fundador y presidente del Instituto de Salud Mental de la Abogacía (ISMA). Foto: Javier Fernández

Redacción / @newsjuridicas

Lawyerpress (P): Usted impulsó la creación del Instituto Salud Mental de la Abogacía (ISMA). ¿Cuáles han sido los motivos?

Manel Atserias Luque (MAL): Todo empezó con la lectura de un artículo de Sofía Martin Leyton que me hizo reflexionar sobre la salud mental de la abogacía. El título era muy contundente: “Abogados, depresión, suicidio y estigma”. En aquel entonces, estaba a punto de terminar mi máster y seguía dando a conocer el Trastorno Obsesivo Compulsivo que padezco desde hace años, tanto a nivel nacional (Asociación TOC 2.0 y TOC Granada) como internacional (International Obsessive Compulsive Disorder Foundation).

Cuando relacioné la salud mental con las profesiones jurídicas, supe que aquello era un campo en el que quería profundizar. Mis dos mundos se fundían en uno solo y necesitaba investigar más. Fue entonces cuando decidí cambiar el objeto de mi Trabajo Fin de Máster, muy centrado en el Derecho Constitucional Comparado, y orientarlo a la salud mental de la abogacía.

Pero algo me decía que aquello no podía quedar en el marco de una investigación académica. Eso tenía que trascender y producir efectos en el sector legal en su conjunto. Me pregunté: ¿dónde puedo ser más útil? Y creo que, desde esta posición, puedo ayudar al colectivo.

LP: Los despachos de abogados y la profesión de abogado trabajan generalmente muchas horas y con épocas de mucho estrés. ¿Cómo valora desde su punto de vista privilegiado la situación en las firmas legales y la profesión?

MAL: Nos sorprenderíamos hasta qué punto los problemas de salud mental y adicciones afectan la vida de las abogadas y abogados. Desde que pusimos en funcionamiento el ISMA-MHILP, he tenido la oportunidad de conocer las experiencias de muchos profesionales, ya trabajen por cuenta propia (autónomos/as) o ajena (despachos).

Una de mis principales actividades es la de reunirme con abogadas y abogados con el fin de conocer su día a día. Son encuentros en Barcelona y Madrid, pero también hay intercambio de correos o llamadas telefónicas con compañeros/as desde distintos puntos de España.

¡Quién diría que hay problemas en el sector legal cuando en la mayoría de las noticias siempre aparecen entregas de premios a mejores despachos y profesionales, fusiones, fichajes estrella y operaciones millonarias! Con estas noticias, debería ser todo maravilloso y espectacular. Afortunadamente, hay periodistas sensibles con esta realidad y nos ayudan a ponerla de manifiesto.

Sin embargo, no es oro todo lo que reluce. Hay una realidad silenciada en el sector legal. Desconocemos aún cuál es la magnitud del problema en España (pronto lo sabremos), pero todo apunta a que no será muy distinto a la del mundo anglosajón (Estados Unidos y Reino Unido) o la de países de nuestro entorno (Francia e Italia). En ese caso, los distintos agentes del sector legal español tendrán que actuar de inmediato.

La pregunta es: ¿por qué este silencio? Porque hay un miedo atroz a la hora de hablar de salud mental (¡incluso de emociones!). La lacra del estigma. ¡Cuántos/as abogados/as están sufriendo en este momento y no quieren verbalizarlo por miedo a ser considerados/as profesionales débiles o incapaces de seguir prestando un servicio de calidad! Si a ello le sumamos la pasividad de aquellas personas y organizaciones que podrían intervenir para ayudarles, el problema se cronifica.

LP: El instituto cuenta con un nutrido grupo de apoyos, embajadores y expertos psicólogos. ¿Cuál es el perfil de los miembros del instituto y quienes participan?

El perfil de los/as miembros que integran el ISMA-MHILP es muy variado, pero todos/as ellos/as comparten la misma sensibilidad en el ámbito del bienestar del sector legal.

Profesionales del sector legal español que inciden en cuestiones clave del funcionamiento de los despachos (marca, deporte, marketing jurídico, legal tech e inteligencia emocional): Sara Molina Pérez-Tomé, Paula Fernández Ochoa, Eugenia Navarro Segura, Gabriela Boldó Prats, Óscar Fernández León, Ferran García de Palau García-Faria y Berta Santos Rouco.

Profesionales de la salud mental:  Carlos Rodríguez Adeva, Dolors Liria, Jéssica Ahumada Masip, Blanca Bueno Juliá-Capmany, Emilio Rojo Rodes, Bob Murray y Dawn D’Amico.

Investigadores extranjeros referentes en el ámbito del bienestar de las profesiones jurídicas: David Jaffe, Richard Collier y Angus Lyon.

Abogados/as activistas del mundo anglosajón que hablan abiertamente de salud mental o comprometidos con el bienestar del sector: Elizabeth Rimmer, Kayleigh Leonie, Brian Cuban, Daniel T. Lukasik, Tomás Gabriel García Micó, Donna Alcalá y Lucinda Soon.

Referentes femeninos en el sector empresarial: Anna Gener Surrell y Helena Torras.

Representante de la judicatura norteamericana: Jueza Ginger Lerner-Wren.

Comunicación: Marta Lopera Mármol y Elizabeth De Sevo.

LP: Con un ambiciosos equipo así, se habrán propuesto grandes retos. ¿Cuáles son los objetivos que se han marcado?

MAL: A corto plazo, queremos constituir la Fundación del ISMA-MHILP. Tras haber entregado el documento de presentación del proyecto a todas aquellas personas y organizaciones que queremos formen parte del Patronato, ahora nos centraremos en la campaña de crowdfunding. Necesitamos financiación regular para cumplir con todos los objetivos previstos a largo plazo.

Paralelamente, estamos consolidando y ampliando nuestras alianzas internacionales (en especial, Estados Unidos, Reino Unido y Australia). Prueba de ello es nuestra asistencia a la Conferencia Anual de la Junior Lawyers Division of the Law Society of England and Wales en Londres este fin de semana. Por cierto, ha sido una experiencia maravillosa.

LP: ¿Existen organizaciones similares a nivel internacional?

En Reino Unido e Irlanda, tenemos LawCare, que sería como nuestra “madre”. Esta organización, que también es sin ánimo de lucro, lleva desde 1997 trabajando por el bienestar de los/as profesionales del Derecho y es un modelo de éxito. Su CEO, Elizabeth Rimmer, forma parte de nuestro Consejo Asesor y queremos aprender de su experiencia.

Con Elizabeth Rimmer, CEO de LawCare, durante la Conferencia Anual de la Junior Lawyers Division en Londres

Con Elizabeth Rimmer, CEO de LawCare, durante la Conferencia Anual de la Junior Lawyers Division en Londres

En Estados Unidos, hay la Dave Nee Foundation. Y, en Australia, hay una plataforma denominada Wellness Network For Law, con la que estamos manteniendo conversaciones.

LP: Una de las actividades del instituto es la investigación. ¿Hay ya proyectos concretos en marcha?

En estos momentos, estamos trabajando con Lefebvre en un proyecto de “Legal Tech y Bienestar”, coordinado por Sara Molina Pérez-Tomé.

Este proyecto será pionero ya que, por vez primera, y tras la realización de una encuesta (podéis seguir participando en ella) y el uso de unas pulseras,  presentaremos un estudio sobre la salud y el bienestar de la abogacía española en la ponencia “Bienestar y Abogacía” del XII Congreso de la Abogacía Española, que tendrá lugar el próximo día 11 de mayo de 2019, de 11:00h a 11:45h. Junto con Paula Fernández-Ochoa, presentaremos los resultados de este estudio.

Otros proyectos de investigación que lanzaremos próximamente son los siguientes: (i) El tratamiento de la salud mental en las series televisivas relacionadas con el sector legal; y (ii) un modelo alternativo de abogacía institucional que garantice el bienestar de los profesionales del Derecho.

LP: Uno de los proyectos estrella es el Índice de Bienestar de la Abogacía Española: ¿Qué mediará el índice y cómo lo elaboran?

El Índice de Bienestar de la Abogacía Española (IBAE) medirá si un despacho cumple con determinados estándares de bienestar en su sistema de funcionamiento y organización. El Comité Científico y el Comité de Bienestar participarán conjuntamente en la elaboración y validación de este Índice.

Algunos elementos que tendrá en cuenta el IBAE son, entre otros: si los despachos han implementado políticas con respecto a la salud mental y el uso de sustancias; si han puesto en marcha alguna campaña de sensibilización o antiestigma; si tienen protocolos antiacoso; si hay paridad de hombres y mujeres en la sociatura; si las medidas de conciliación son efectivas y no penalizan en el sistema de evaluación; si disponen de una política clara de vacaciones y de desconexión digital; si se retribuyen las horas extras; si existe una política de permisos que apoye de manera realista el tiempo libre para recibir tratamiento en caso de que el profesional lo necesite; y si hay un programa anual de formación con presupuesto que aborde el bienestar de las abogadas y abogados.

Hay muchísimas variables que tendremos en cuenta, pero queremos que tanto los ciudadanos como las empresas estén informados de quién cuida a sus abogados/as.

LP: Los RRHH sólo existen en los despachos más grandes y encima tienen una larga lista de tareas marcadas. ¿Se preocupan los responsables de los despachos por el bienestar de sus empleados?

Si por responsables entendemos el “socio” o cualquier abogado/a con funciones de “coordinación y supervisión de equipos”, mi respuesta sería negativa. Por suerte, hay excepciones ―y, en alguna ocasión, los/as he conocido―, pero les puedo asegurar que es un bien extremadamente escaso. La alta tasa de rotaciones en los despachos es uno de los factores que acreditan esta realidad.

En cuanto a recursos humanos, debo decir que no tengo una buena experiencia a nivel personal. Recientemente, tuve la oportunidad de explicar en una entrevista (canal de Youtube de Donna Alcalá) una anécdota que me marcó bastante. Pero, durante estos últimos meses, he conocido a profesionales de RRHH que me han enamorado, tanto por su sensibilidad como humildad, y han conseguido que cambie mi percepción.

Lo que sí tengo claro es que RRHH juega un papel clave en la cuestión de la salud y bienestar de las abogadas y abogados. Sin embargo, no tienen suficiente poder en la toma de decisiones estratégicas del despacho. Algo me dice que tienen las manos atadas y su margen de maniobra es, más bien, escaso.


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