La maternidad subrogada analizada en el ICAM

Publicado el lunes, 25 marzo 2019

La maternidad subrogada analizada en el ICAM

La Sección de Igualdad del Ilustre Colegio de Abogados de Madrid, una sección que, bajo la presidencia de Cristina Rodríguez Toja, nació con la meta de “detectar todos los factores de desigualdad en la justicia y la sociedad, llevar acciones que avancen en igualdad y erradiquen la desigualdad entre mujeres y hombres, así como a identificar y eliminar prejuicios y estereotipos que mantienen y reproducen distintos modos de discriminación”, organizó anoche una jornada bajo el título “Maternidad subrogada versus vientres de alquiler. Mitos y realidades. Perspectiva jurídica, psicológica y sociológica», para lo que contó con un panel de expertos compuesto por: Rita Alarcón Escobedo, psicóloga y psicoterapeuta; Altamira Gonzalo Valgañón, vicepresidenta de la Asociación de Mujeres Juristas Themis; Susana Martínez Novo, presidenta de la Comisión para la Investigación de Malos Tratos; y Ramón Martínez, doctor en Filología, escritor y especialista en temas LGTB.

Perversión del lenguaje

Los ponentes se mostraron para empezar detractores de la denominación, «hay algunos términos que son incómodos para la sociedad y esto le pasa mucho al feminismo, vientre de alquiler, que habla de cosas mucho más humanas, se sustituye por Maternidad Subrogada, una expresión que suena a un artículo cualquiera del Código Civil, es más aséptica», postulaba Martínez, parangonándolo con la diferencia entre “decir canibalismo o consumo de productos civiles”. El escritor lamentó además “el uso del movimiento LGTB” para promover la maternidad subrogada, “el silencio muchas veces es una forma de cooperar con el mal, llevamos años de inmovilidad”, declaró, destacando a su vez que, “pese a lo que se pretende vender, no es una cuestión que afecte principalmente a personas LGTB”.

Alarcón por su parte expuso que «la libertad de decisión está demasiado cuestionada, el lenguaje aséptico influye en ella y minimiza la capacidad de reflexión crítica”, poniendo en tela de juicio el «supuesto altruismo de las mal llamadas madres subrogadas, puesto que no son madres, son meras gestantes sin derecho a conectar con su embarazo, desaparecen en el momento que han parido».

Gonzalo señaló que «la Maternidad Subrogada es un contrato mediante el cual la gestante se compromete a concebir y llevar a término un embarazo para unos terceros a cambio de un precio o no, lo nuclear no es esto sino la renuncia a la maternidad”, por eso para Mujeres Juristas Themis, según explicó su vicepresidenta, “se trata de una forma más de violencia de género, puesto que sólo pueden ser víctimas las mujeres, asumiendo graves consecuencias para su salud fisiológica y mental”, apostilló.

Gonzaló, que destacó el precedente de Portugal, “legalizaron la figura en el año 2017 y sus Tribunales la han declarado ahora inconstitucional” aclaró, fue tajante en su oposición calificando la maternidad subrogada de “mercantilización del cuerpo de las mujeres que encubre una nueva forma de esclavitud”, por eso su Asociación plantea que “se prohíba en todos los países del mundo”.

La mujer como sujeto más vulnerable

«El elemento más vulnerable es la madre biológica porque su salud física está en riesgo y son los compradores quiénes toman todas las decisiones (la salud de la madre, su edad, que tenga otros hijos para que no se arrepienta, la compensación si no llega a término…)”, sostuvo Alarcón, verbalizando la opinión de toda la mesa. La psicóloga explicó cómo la idea que subyace en el mecanismo de la maternidad subrogada es “fisiológicamente imposible: a la mujer portadora se le pide que no sienta el embarazo que está viviendo, se la prepara para el duelo de la despedida posterior, pero las propias hormonas y el cuerpo de la mujer embarazada piden la conexión emocional”.

Alarcón también incidió sobre la existencia de “estereotipos de género que siguen circulando todavía en muchas partes del mismo”, y es que el factor socioeconómico de las gestantes es un tema sobre el que el panel de expertos expresó su preocupación. Para Martínez Novo, “es indudable que condiciona su realidad a la hora de prestar consentimiento”.

¿Materia pendiente de regulación?

Y es que pese a ser un tema en el candelero, especialmente por el apoyo de ciertos sectores de la política y la Propuesta de Ley al respecto presentada por el grupo Ciudadanos, es una cuestión que ya está regulada en nuestro Ordenamiento, defendió Martínez Novo, refiriendo cómo la Ley sobre técnicas de reproducción humana asistida prohíbe expresamente la gestación por sustitución (art. 10).  “Nos intentan vender que hay que tomar medidas para los niños que ya están aquí, pero la materia ya está debidamente recogida en la Ley”, explicó la letrada, matizando además que “difiere de la adopción, porque en este caso los objetivos son distintos, se da una solución a una situación de abandono preexistente, mientras que en los casos de gestación subrogada el objetivo es satisfacer los deseos de los progenitores intencionales”.

Martínez Novo, tras repasar las dificultades que plantea la maternidad subrogada en conexión a las exigencias que establece nuestro Código Civil para la validez de los contratos, criticó la posibilidad de inscripción de menores nacidos por maternidad subrogada en países extranjeros, “es un fraude de Ley que supone una legalización encubierta que, lejos de proteger el interés del menor, potencia un sistema de tráfico de seres humanos privilegiando a la clase económica más fuerte, y que por tanto también es contraria al principio de igualdad”, sentenció. En este sentido, de llegar a legalizarse, la letrada abogó por “establecer un sistema muy garantista y en el que siempre se diese primacía a los derechos de la gestante”.

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