La energía, el consumo y la inseguridad jurídica maltratan a los autónomos

Publicado el martes, 2 octubre 2018

El número de autónomos en España ya no crece al ritmo que lo ha venido haciendo en los últimos meses. Al contrario. En algunos sectores como el pequeño comercio, estos últimos tres meses (junio-septiembre) han sido desastrosos: 5.000 comercios menos, según UPTA, una de las patronales de autónomos. El descenso del consumo en el comercio de proximidad, pero sobre todo el precio de la energía y la inseguridad jurídica lastran a uno de los motores económicos del país.

Núria Ribas / @oikit

Uno de cada cuatro empleos que se genera es gracias a los autónomos. Por necesidad o por emprendimiento, España es un país de autónomos, más de 3.200.000, según los datos del RETA del primer semestre del año. Y uno de cada cinco (el 22,3%) tiene asalariados a su cargo. Según datos de Infoautónomos, durante el primer semestre del año, los autónomos han generado 719 empleos diarios.

Pero las patronales han empezado a dar la señal de alarma: esta situación se está revertiendo por varias causas y puede llegar a ser un verdadero problema para el mercado laboral español. “Estamos en plena desaceleración económica. Los datos ya no crecen al mismo ritmo y es muy lógico que, cuando no hay estabilidad, sea difícil que autónomos, empresas y emprendedores creen empleo y generen nuevas inversiones”, avisa Lorenzo Amor, presidente de ATA, la patronal mayoritaria de trabajadores autónomos.

Tanto ATA como UPTA, la segunda patronal en volumen de afiliados, apuntan hacia las mismas causas (aunque no hacia los mismos responsables): el coste de la energía eléctrica, la futura subida del diésel y, en el caso del pequeño comercio, “la pérdida de consumo que se está viviendo, un 3,7% menos en los últimos tres meses”, apunta el presidente de UPTA, Eduardo Abad.  

El alto precio de la energía (y esto es solo el principio: las compras de electricidad a futuro para el año que viene están llegando a sumar un 17% más que las de este 2018, según algunas fuentes) también afecta de lleno al colectivo de autónomos. “Pedimos que la fiscalidad del pequeño negocio se adecúe a la realidad y que el IVA eléctrico pase a ser del 4%”, explica Abad.

No es este el único cambio legislativo que las patronales de autónomos reclaman. La primera es no llevar a cabo la anunciada subida del diésel por parte del Gobierno. “Al menos, que se amplíen los epígrafes que incluyen gasóleo profesional”, piden desde UPTA, para aumentar el número de actividades económicas que no se verían afectadas por la subida.

Los autónomos también reclaman modificar partes sustanciales de las recientes normativas aprobadas para fomentar el empleo autónomo y el emprendimiento, por no ajustarse a la realidad o por, directamente, no estar suficientemente claras como para que los trabajadores por cuenta propia se atrevan a aplicarlas. Por ejemplo, la deducción de los gastos de manutención (las comidas de trabajo en días laborables debidamente justificadas) o la deducción de un porcentaje de suministros del hogar cuando el autónomo trabaja desde casa.

 

 

 

Sobre el autor
Núria Ribas

Periodista. Más de 20 años de experiencia en medios escritos y en comunicación política y corporativa. Periodismo jurídico, económico, político y cultural. Veraz siempre; parcial, también. @oikit

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