La renovación del Consejo Director de la televisión y la radio públicas se ha convertido en la mejor pista de cómo se va a desarrollar lo que queda de legislatura, dure lo que dure. El tono bronco y totalmente alejado del consenso que se vivió ayer en el Congreso a propósito de la primera votación (que no llegó a buen puerto) deja en evidencia que el partidismo y el mercadeo van a imperar por encima de la búsqueda de pactos de Estado. Aunque estemos hablando de algo tan serio como los medios de comunicación públicos.
Núria Ribas / @oikit
Ya se esperaba que la primera votación en el Congreso para escoger a los seis miembros del Consejo de Administración de RTVE que le corresponden a la Cámara Baja no consiguiera las dos terceras partes de los votos que se necesitaban. Era previsible que al día siguiente (por hoy) se votase en el Senado y mañana (miércoles 4 de julio) se vuelva a votar en el Congreso, para intentar esa mayoría simple que la segunda vuelta necesita, según el Real Decreto aprobado por el Gobierno de Sánchez.
Lo que no era tan previsible era el tono bronco, descalificador y torticero de buena parte del debate previo a la votación. No solo las diferentes fuerzas políticas se enzarzaron en acusaciones cruzadas con la televisión y radios públicas como excusa, sino que también fue utilizada por algunos grupos como moneda de cambio para otras cuestiones que nada tienen que ver con RTVE, como el diálogo bilateral y sin condiciones previas entre la Generalitat y el Estado que demandan fuerzas como ERC.
“El republicanismo catalán siempre ha apoyado a la izquierda española en temas sociales, siempre”, explicó Joan Tardà, portavoz de ERC en el Congreso, desde la tribuna. “Pero en este Real Decreto, no se nos puede pedir nuestro apoyo cuando ustedes [por el PSOE] han resucitado hace pocos días el bloque 155 para negar el diálogo sin condiciones. Un diálogo no con los catalanes que votaron ‘sí’ en el referéndum del 1 de octubre, sino también con aquellos que ni siquiera fueron a votar pero que quieren dialogar. Si quieren nuestro apoyo, tienen una oportunidad de demostrar que apuestan por el diálogo en la comparecencia de la Vicepresidenta este martes en la Comisión Constitucional”.
Esta ‘condicionalidad’ del voto republicano fue afeado desde diversos grupos, también desde Podemos y el PSOE. Pero la mayor bronca no fue con los republicanos catalanes si no entre Ciudadanos y Podemos. El líder de la formación naranja, Albert Rivera, cargó duramente contra el Real Decreto aprobado por Sánchez: “Al empezar la legislatura, votamos con el PP una reforma de la ley que por fin ponía el concurso público por delante, con un grupo de expertos encargado de decidir quién debe dirigir RTVE. Ustedes se han cargado esta ley. Lo que está haciendo el Gobierno es una ‘cacicada’, y lo que quiere el señor Iglesias es controlar los telediarios”.
La réplica por parte de Podemos fue fulminante (y apasionada) por parte de la diputada Noelia Vera, que acusó a Rivera de mentir y de “apropiarse sin problema de cualquier cosa que haga otro grupo: la enmienda a la ley pactada entre ustedes y el PP en la que se defendía un concurso público la presentó Podemos. Y ustedes se sumaron después, al igual que el PSOE y el PP, aunque luego no han hecho más que bloquear su tramitación una y otra vez”. Vera le lanzó una pregunta muy clara a Rivera: “¿Me puede explicar de qué va ahora ese concurso que tanto defiende cuando ustedes y el PP han aprobado que el comité de expertos, teóricamente independiente, debe estar formado mayoritariamente por gente que escoja Ciudadanos y el PP?”.
Por su parte, el PSOE recordó tanto a Rivera como al PP que “esto es una solución transitoria para una situación de RTVE totalmente insostenible, sin presidente y sin Consejo Director. Porque, a ver, señor Rivera, ¿me puede decir dónde pone en el Real Decreto que tanto critica que el concurso público queda derogado?”. Los populares fueron más allá que Ciudadanos en sus ataques al Gobierno y llegaron a tildar de “chavista y bolivariano” el Real Decreto promovido por el Gobierno de Sánchez.
El resultado final fue una imagen pésima del debate parlamentario (un o una diputada llegó a votar por Lauren Postigo) y una votación que no llegó ni de lejos a los 234 votos necesarios para escoger al Consejo (fueron 150 votos a favor: PSOE, Podemos y PNV). Con ERC y PdCat absteniéndose, será difícil llegar a los 176 votos que se necesitan en la segunda vuelta de mañana 4 de julio (el trámite en el Senado se da por amortizado porque, salga lo que salga, el Congreso sigue su vía).
Y todavía faltará la votación para escoger al presidente o presidenta del ente público. La primera votación será el 6 de julio (se necesitan 2/3 partes, 234 votos). De no conseguirse, la segunda votación se efectuará el 8 o el 9 de julio (se necesita mayoría absoluta, 176 votos).
En medio, los trabajadores y trabajadoras de RTVE que ven con estupefacción la imposibilidad de los políticos por desprenderse del poder que confiere controlar la radio y televisión públicas. En ningún momento ha habido la intención por parte de ningún partido de, realmente, despolitizar el ente público.
