Garantizar las pensiones sin olvidar a los que vienen detrás

Publicado el miércoles, 27 junio 2018

La viabilidad de nuestro sistema de pensiones es un aparente callejón sin salida al que la Comisión de Seguimiento del Pacto de Toledo no para de darle vueltas. Con derivadas trascendentes como la brecha en la prestación entre hombres y mujeres. Ayer, el turno para aportar posibles soluciones fue para Alicia Coronil, directora Económica del Círculo de Empresarios. Coronil aboga por una solución “holística” que aborde distintos aspectos a la vez para converger, progresivamente, hacia el modelo de países nórdicos como Suecia.

Núria Ribas / @oikit

Coronil sabe de lo que habla cuando pone sobre el tapete el modelo nórdico de prestaciones sociales – pero también de sus peculiaridades en cuanto a política laboral, por ejemplo, sin salario mínimo interprofesional – tanto por sus orígenes (Islandia), como por las comparativas en las que el Círculo hace años basa sus recomendaciones en este campo.

En 2030, el 25% de la población española tendrá más de 65 años. Eso va a condicionar el dinamismo económico, la generación de riqueza y la capacidad de ahorro de las familias. Y no olvidemos que hoy, con la revolución tecnológica, el factor esencial de la competitividad es el talento”, describe Coronil.

A eso se añade un reparto desigual en cuanto a género: la brecha salarial que existe en España se traslada a una brecha en la prestación por jubilación, mucho menor en el caso de las mujeres. Por varias razones. Las mujeres, que estadísticamente son las que se ocupan de los dependientes de las familias (hijos, parejas dependientes y abuelos), son también las que más reducciones de jornada y excedencias piden. En consecuencia, tanto el monto como el tiempo cotizado es, en general, menor para las mujeres que para los hombres. Con lo que la cifra de su pensión también es menor (según Miguel Arenas, abogado laboralista del Colectivo Ronda, el importe medio de la prestación en el caso de las mujeres es de 450 euros inferior a la pensión media de los hombres).

Coronil defiende una solución “holística” para afrontar tanto esta brecha como la viabilidad del sistema de pensiones en sí mismo. “Tenemos que reformar la educación, aumentar el apoyo a las familias, conseguir empresas más grandes y por supuesto, reformar el propio sistema de pensiones”.

Clave es, para la directora de Economía del Círculo de Empresarios, “garantizar la igualdad de oportunidades con un correcto equilibrio intergeneracional”. Es decir, garantizar el bien estar de los mayores a través de pensiones dignas, pero sin olvidar el bien estar de las generaciones más jóvenes que “son las que van a generar riqueza y a aumentar la natalidad para garantizar el futuro”.

A mayor ocupación femenina, mayor natalidad

La pregunta es cómo. “De entrada, tener claro que cuanto mayor es la tasa de ocupación femenina, mayor es la natalidad”. Así lo demuestran las estadísticas en otros países con políticas mucho más flexibles en cuanto a la legislación laboral y mucho más activos en cuanto a la fiscalidad en apoyo a las familias. “Cuidado, no estoy de acuerdo con incentivos como los que aumentan la pensión de las mujeres en función del número de hijos que han tenido, creo que es claramente discriminatorio. Me refiero a estímulos fiscales para las familias como deducciones en el caso de escuelas de 0 a 3 años privadas o contratación de cuidadores”.

Estas ayudas a las familias, para Coronil, deberían ir acompañadas de una eliminación de las barreras fiscales y laborales “que forman parte de una legislación que se ha quedado obsoleta porque es de los años ’90 y que impide que las empresas ganen tamaño”.

Este pequeño, por no decir micro, tamaño de más del 99,94% de las empresas españolas es una de las causas que el Circulo destaca para explicar la poca productividad, los bajos salarios -que inciden en las bajas cotizaciones a la Seguridad Social – y la imposibilidad de afrontar la presión fiscal que los sucesivos gobiernos imprimen. Algo que, además, dispara la economía sumergida, con un 17,5%. Seis o siete puntos del PIB, explica Coronil, que “se dejan de recaudar y que podrían servir para financiar las políticas de ayuda a las familias a las que hago referencia. Solo gastamos un 0,5% del PIB en ayudas a las familias con niños de 0 a 5 años. Y eso sí que ayudaría a las mujeres y a los hombres a conciliar su vida familiar con la laboral”.

Y avisa: “Si queremos hacer el sistema de pensiones viable, debemos replantearnos cómo repartimos las cotizaciones sociales. En nuestro entorno, las cotizaciones que pagan las empresas y los trabajadores se reparten mucho más equilibradamente”. Es decir, reducir los costes en Seguridad Social que las empresas soportan por cada trabajador. Y que sean estos, en un sistema mixto, quien vaya completando su pensión a lo largo de su vida laboral. Una vida laboral que, según el Círculo, debería ser más larga que la actual.

Este “sistema mixto” suena a privatización del sistema de pensiones. Pero Coronil niega la mayor: “Si nos fijamos en el sistema de pensiones sueco, que es el modelo que proponemos, vemos que no es un sistema privado, es un sistema mixto, gestionado por el Estado sueco. Incluso el 2% del monto que se invierte en fondos de inversión, escogidos por el trabajador, está gestionado por el Gobierno sueco. Y además, habría una edad de corte: serán los nuevos cotizantes a partir de cuándo se decida, los que entrarían en el nuevo sistema”.

Este modelo que se llamó hace ya tiempo de ‘flexiseguridad’, Coronil tiene claro que no es aplicable si no se cambian otros parámetros como unas políticas de empleo activas que funcionen (y que permitan encontrar trabajo con relativa facilidad), unos salarios mucho más altos que los actuales (y que se darían a través de trabajadores más formados, por tanto, reformando la educación, especialmente la FP dual, y consiguiendo un tejido empresarial con más músculo financiero menos dependiente de los bancos), unas políticas de apoyo a las familias y unas políticas de conciliación de hombres y mujeres por igual, como permisos de maternidad y paternidad iguales, obligatorios e intransferibles.

Sobre el autor
Núria Ribas

Periodista. Más de 20 años de experiencia en medios escritos y en comunicación política y corporativa. Periodismo jurídico, económico, político y cultural. Veraz siempre; parcial, también. @oikit

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