El laboratorio de ideas presidido por John de Zulueta da un nuevo tirón de orejas al Ejecutivo del PP a cuenta de los Presupuestos Generales del Estado 2018. Poco creíbles en las previsiones de ingreso y “ausencia persistente del impulso reformista”. El Círculo pide reformas fiscales y laborales en profundidad, y no “meros parches”. Además, aboga por una recentralización de los impuestos que soportan las empresas para que sea el Estado quien los legisle y gestione para “facilitar la unidad de mercado”.
De izquierda a derecha, John de Zulueta, Josep Piqué y Alicia Coronil
Núria Ribas / @oikit
“Las estimaciones sobre la recaudación en las que se basan estos presupuestos para 2018 son muy optimistas. De hecho, reflejan casi el doble de lo que subirá la renta nominal”, aseguró ayer Josep Piqué, ex ministro y presidente del Comité de Economía y Presupuestos del Círculo de Empresarios. Así que, según Piqué, la previsión de ingresos es difícilmente conseguible. Y eso, teniendo en cuenta que solo es el proyecto de Ley de las cuentas para este 2018. Todavía deben introducirse las decenas de enmiendas que, al no tener el PP mayoría absoluta, deberá aceptar y que pueden modificar los números globales de los presupuestos.
Uno de los tributos que parece no dejarán que la previsión del Gobierno se cumpla será el IVA. “El IVA está mal diseñado. Debemos simplificar su diseño y reasignar los bienes sujetos al tipo general y reducido siguiendo el esquema mayoritario de los países de la UE”, apunta el documento coordinado por Alicia Coronil, directora de Economía del Círculo.
Pero no es este el único tributo que el Círculo recomienda reformar. De hecho, pide “una reforma integral del sistema fiscal, tanto en tipos como en incentivos fiscales”. En el Impuesto de Sociedades, en las Cotizaciones de la Seguridad Social, en el IRPF… Aunque desde el Círculo se reconoce – y aplaude- que estos presupuestos son un reflejo “de la consolidación de la recuperación de la economía española”, estos siguen marcados por una “visión de largo plazo y marcados por el calendario electoral”.
Justo el mismo día en el que Eurostat (la oficina estadística de la Unión Europea) hacía público que España tiene el déficit de las Administraciones Públicas más alto de toda la UE (un 3,1% del PIB en 2017), desde el Círculo abogan por incidir en aumentar la recaudación “no a través de nuevos tributos o de aumentar la presión fiscal” si no ampliando el número de contribuyentes que tributan. Es decir: hacer pagar a los que no pagan (especialmente sangrante es el porcentaje de economía sumergida que España todavía soporta).
Recentralización tributaria
Ligado a los tributos, pero poniendo el foco en las empresas y la unidad de mercado, el documento del Círculo también reclama que sea el Estado el que legisle y gestione todos aquellos impuestos que recaen sobre las compañías. Una recentralización en toda regla basada en “reordenar las potestades tributarias de Estado, CCAA y entidades Locales”. La fiscalidad empresarial debería ser, a juicio del Círculo, “exclusiva del Estado para facilitar así la unidad de mercado”. En este sentido, el Círculo denuncia que “las decisiones empresariales” se ven “distorsionadas por los más de 70 impuestos autonómicos y tributos locales”.
Una proliferación que también parece sobrarle en cuanto a la estructura de la Administración territorial, ya que aboga por “reducir el número de Ayuntamientos, o redimensionar su estructura, eliminando en su caso Diputaciones y centralizando servicios, consiguiendo economías de escala”.
Además, el Círculo insiste en que estos Presupuestos no aprovechan la oportunidad para reformar en profundidad ni el sistema educativo, ni el sistema de pensiones ni tampoco el mercado laboral que sigue, a su juicio, lastrado por elementos como la proliferación de contratos.
